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James Damore demanda por fin a Google por discriminar a los hombres blancos de derechas

El ingeniero despedido por "machista" contraataca meses después con numerosos ejemplos de mensajes discriminatorios de los foros internos de Google.

El ingeniero despedido por "machista" contraataca meses después con numerosos ejemplos de mensajes discriminatorios de los foros internos de Google.
Anuncios colocados en una parada de autobús a una manzana de unas oficinas de Google en Venice Beach, California. | Twitter/adra21

James Damore fue despedido en agosto de 2017 después de que se filtrara un documento suyo escrito para ser leído internamente en Google. Calificado de "machista" de forma casi unánime por la prensa española, el escrito denunciaba que la "cámara de resonancia ideológica" en que se había convertido la compañía impedía que pudiera haber discusiones honestas sobre asuntos políticamente incorrectos como el de la discriminación y la diversidad. Damore aseguraba que era razonable que hubiera menos mujeres empleadas en Google en puestos técnicos porque, como grupo, las mujeres tienen menos interés por profesiones de ciencia e ingeniería. Damore, que tiene un máster de Biología de Sistemas por Harvard, respaldaba sus opiniones con numerosos artículos científicos, y una revisión del estado actual de la ciencia le daba la razón.

Sin embargo, Google lo despidió, lo cual daba la razón a su denuncia original. En aquel momento Damore ya adelantó que pensaba demandar al gigante de internet y, aunque ha tardado, finalmente lo ha hecho acompañado de otro ingeniero despedido a finales de 2016, David Gudeman. La demanda asegura que a Gudeman se le despidió, entre otras cosas, por dejar un comentario en un documento escrito por una ingeniera en el que se describía cómo las mujeres pueden ser silenciadas en su lugar de trabajo. El comentario afirmaba que los hombres blancos son "víctimas de un movimiento político racista y sexista" y que el documento le recordaba algo que "los esclavistas podrían haber escrito a sus esclavos para ayudarles a entender cómo interactuar con sus amos".

"Los empleados de Google que expresan puntos de vista que se desvían de la opinión mayoritaria en Google sobre asuntos políticos que surgen en el lugar de trabajo y son relevantes para las políticas de empleo de Google y su negocio, como políticas de 'diversidad' en la contratación, 'sensibilidad al sesgo' o 'justicia social', son señalados, maltratados y sistemáticamente castigados y despedidos de Google, en violación de sus derechos legales", asegura la demanda. "Damore, Gudeman y otros de su clase fueron aislados, menospreciados y castigados por sus opiniones políticas heterodoxas y por el pecado añadido del hecho de haber nacido caucasianos y/o hombres".

El problema de la incapacidad de aceptar opiniones que se alejan de la ortodoxia izquierdista en Google es que al provocar un ambiente en el que sólo se puede pensar de una manera sobre una serie de temas se piense que es la forma correcta de pensar y eso se refleje incluso en los resultados de búsqueda. El digital The Daily Caller acaba de denunciar que una nueva característica del buscador en el que se destacan en la página de resultados de búsquedas "afirmaciones discutibles" de sitios web parece apuntar de forma casi exclusiva a medios de derechas, y en numerosas ocasiones las críticas destacadas contestan a afirmaciones que no están presentes en los textos criticados.

La demanda segura que la diversidad en las políticas de contratación se basa en cuotas ilegales para mejorar los porcentajes deseados de mujeres y de minorías raciales. Hay que indicar que al igual que en otras compañías tecnológicas, no son los blancos sino los asiático-americanos quienes están sobrerrepresentados en la empresa respecto a su porcentaje en la población. El objetivo de los abogados de Damore es encontrar más empleados de Google que hayan sido despedidos de forma similar para convertirse en una demanda colectiva, similar a la que un grupo de mujeres ha presentado contra la compañía por discriminación salarial sistemática. La denuncia también afirma que Google dispone de una lista negra "secreta" de autores de derechas que tienen prohibido visitar sus instalaciones.

El documento incluye numerosas capturas de pantalla supuestamente tomadas de foros internos de la empresa en los que se apoyan los argumentos de la demanda, como mensajes apoyando el despido o el castigo no sólo de Damore sino de aquellos que lo hubieran apoyado o un mando intermedio reconociendo que tiene una "lista negra" de gente que no quiere en su equipo por sus ideas políticas u otro anunciando su intención de "silenciar" ciertas opiniones "violentamente ofensivas". Entre ellas no parecen incluirse aportaciones como un meme con el mensaje "Si quieres ampliar la diversidad en Google despide a todos los intolerantes hombres blancos", "¿A veces no te gustaría ser una empresa o un feto para que los republicanos te trataran como a un ser humano?" o "La gente en Indiana es intolerante pero no lo llaman intolerancia. ¿Sabes cómo lo llaman? Libertad religiosa". Las capturas muestran numerosos mensajes en los que se equipara ser republicano o votar a Trump con ser racista, estúpido, intolerante...

Los mensajes enviados por directivos también parecen especialmente significativos. Por ejemplo, el suizo Urs Hölzle, vicepresidente de infraestructuras técnicas, ante el mensaje de un ingeniero en el que preguntaba si los esfuerzos de diversidad incluían a los blancos al estar levemente infrarrepresentados en la compañía (63,7% frente a 60%), respondía que "como ingenieros estamos entrenados para prestar atención a los detalles, pensar de forma lógica, criticar supuestos que pueden estar equivocados (o simplemente ser confusos), etc. Son herramientas excelentes para discusiones técnicas, pero horribles para discusiones sobre raza, discriminación, justicia, etc. porque son discusiones con un elevado contenido emocional o cultural".

En 2014, Rachel Weston, entonces vicepresidente de comunicaciones y políticas públicas y ahora en Facebook, escribió que "parece que creemos en la libertad de expresión excepto cuando la gente no está de acuerdo con la opinión mayoritaria. He perdido la cuenta de todas las veces que alguien en Google me dice en privado que no pueden admitir sus preferencias de voto si son republicanos por miedo a cómo otros empleados iban a reaccionar".

Un portavoz de Google ha declarado que la empresa está deseando enfrentarse a Damore en un tribunal.

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