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Ana Pastor, Pablo Iglesias y Gabriel Rufián: de defender el "anonimato en la red" a revelar la identidad del tuitero anónimo Pastrana

El tuitero explica por qué escribe con pseudónimo: “Cuando usaba mi nombre real empecé a recibir llamadas de madrugada". Ahora es tendencia mundial.

El tuitero explica por qué escribe con pseudónimo: “Cuando usaba mi nombre real empecé a recibir llamadas de madrugada". Ahora es tendencia mundial.
Gabriel Rufián y parte del intercambio de tuits | EFE/Twitter

La hipocresía es moneda común en la casta política y mediática de izquierdas española. Este viernes ha estallado en todo su esplendor con la revelación por parte de un tuitero de izquierdas que escribe bajo pseudónimo de la presunta identidad del tuitero que escribe anónimamente como Pastrana, dedicado a denunciar con humor los excesos de la izquierda y el nacionalismo. Se de la circunstancia de que dicho tuitero, que escribe como @esparroqui, ha concedido entrevistas defendiendo el "derecho al anonimato":

La salida forzada del armario ha sido publicitada por cuentas como las de Pablo Iglesias, Pablo Echenique o Ana Pastor, pese a que ellos mismos denunciaron hace bien poco la intención del PP de "acabar con el anonimato en las redes". También otras cuentas anónimas de extrema izquierda como la de Barbijaputa se han hecho eco.

Todo empezó hace un par de días cuando Gabriel Rufían, tras ser dejado en ridículo en Twitter por Pastrana –tarea que tampoco es muy complicada–, se obsesionó con el tuitero llegando a escribirle este tuit:

Obediente, su amigo Bernat Castro –expulsado de ERC por sus comentarios machistas e investigado por la Fiscalía por delitos de odio tras celebrar la muerte del fiscal Sánchez Maza– investigó y dio la primera pista al mencionar el nombre del pueblo del que supuestamente es alcalde Pastrana, lo que sirvió para que posteriormente se publicaran todos los datos personales del alcalde del PP de un pueblo de Teruel de menos de 200 habitantes.

El tuitero Pastrana no confirma ni desmiente a Libertad Digital que la revelación sobre su identidad sea falsa. Sí explica que en sus inicios en la red social escribía con su nombre real, pero que dejó de hacerlo cuando empezó a recibir llamadas de madrugada a su domicilio por lo que escribía en Twitter. Ante la justificación desde la izquierda de que lo tiene merecido por revelar datos privados de otros tuiteros, niega la mayor: "Lo único que he hecho es advertir de que podía publicitar que el autor de cierta cuenta anónima era otra cuenta anónima, nada de dar datos privados, ni nombre ni dirección".

La izquierda ha aprovechado la ocasión para denunciarle como fascista y corrupto. Para ello han usado dos tuits con capturas de pantalla, hurtando el contexto. Sobre uno de ellos, Pastrana explica que se trataba de una conversación en tono de humor con un amigo de la infancia y que empleó la frase "En España se fusila poco" como referencia a otro amigo común que la usaba con frecuencia. Sobre el otro, su interlocutora en aquella ocasión es la primera en recordar que se trataba de una broma:

"Pastrana" ha sido tendencia en España durante toda la mañana de este viernes y ha alcanzado la categoría de tendencia mundial al mediodía. Twitter aún no ha suspendido la cuenta de @esparroqui pese a violar explícitamente su código de conducta, que prohíbe revelar datos privados de los demás tuiteros, una práctica conocida en Estados Unidos como doxing. ¿Será que la doble vara de medir que la compañía emplea en EEUU también se se usa en España?

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