El acceso a Internet y a la telefonía móvil es caro en España. Al menos, en comparación con el resto de países de la Unión Europea. Un informe elaborado en 2019 sitúa al mercado español como el cuarto con los precios, de estos dos servicios, más altos de todo el espacio comunitario. Esta tendencia se ha prolongado durante los años posteriores, pues la inflación es generalizada en toda la región y los operadores de telefonía no se escapan de esta tendencia. El público español, ante tal nivel de precios, busca fórmulas para encontrar la oferta más económica, principalmente a través del servicio de un comparador de fibra y móvil que realiza un rápido análisis del mercado y encuentra las mejores opciones en función de la demanda de cada usuario.
En perspectiva comparativa, otro dato que evidencia el alto índice de los precios de Internet y telefonía móvil en España es que dicho país es el número 14 en cuanto a PIB per cápita, muy lejos de esa cuarta posición. El listado es todavía más traicionero cuando se confirma que Reino Unido, país con una economía superior y que ya no forma parte de la UE, también se incluye en este informe.
La equiparación entre las posibilidades económicas del ciudadano y los precios de Internet y de la telefonía no es tal, por lo que resulta una evidencia que los españoles estamos entre los más castigados por los precios de las telecomunicaciones. Esta situación se agrava en el sentido de que el consumo de Internet es cada vez más necesario como consecuencia, tanto de los nuevos hábitos de ocio de los ciudadanos como de las prioridades profesionales.
El teletrabajo ha impulsado las conexiones y las videollamadas a través del ordenador o el teléfono móvil, donde la conexión corre a cargo del particular. La dependencia de Internet y del Smartphone está creciendo, ambas herramientas son imprescindibles para el día a día de los ciudadanos. Se han convertido en un bien básico cuyo precio no es acorde a la necesidad. En este escenario, los ciudadanos invierten más tiempo que antes para encontrar en la red las ofertas de fibra que se ajusten a su presupuesto.
Comparación
Los únicos tres países con un Internet más caro son Bélgica, Irlanda y Chipre; si bien los dos primeros presentan una renta per cápita media bastante superior a la de un español. El mercado chipriota también presenta precios más elevados en cuanto a la telefonía móvil, mientras que los otros dos países son Eslovaquia y República Checa. La combinación de ambos productos rebaja ligeramente el coste, aunque el cambio es mínimo. Contratar, de forma conjunta, telefonía móvil e Internet resulta más elevado en otros cinco países. De la cuarta a la sexta posición. La llegada de compañías de bajo coste como Más Móvil o Yoigo no ha mejorado la situación, pues en 2018, España ocupaba la posición vigésimo segunda (ahora es la vigésimo cuarta).
¿Por qué el precio es mayor en España que en la media de la UE? La liberalización del sector, en los años noventa, abrió muchas oportunidades de negocio para la inversión privada, que está exenta de un marco regulador de precios. Los costes de la infraestructura (España es el segundo país con mayor altitud de Europa) es otro factor decisivo.