La idea de reutilizar las bolsas de la compra puede sonar muy ecológica. Es, sobre todo, una forma de ahorrar costes e incluso ganar dinero para los supermercados. Pero puede tener consecuencias para la salud.
Un estudio de las universidades de Arizona y Loma Linda publicado en agosto de 2011 examinó las bolsas reutilizables de un conjunto aleatorio de consumidores en California y Arizona. Un 97% reconoció que no lavaba las bolsas nunca o con muy poca frecuencia. El resultado de los análisis mostró que prácticamente todas las bolsas estaban contaminadas por un gran número de bacterias. La mitad de las bolsas tenía bacterias coliformes, y un 8% la temida E.Coli.
Los investigadores fueron más allá. Añadieron jugos procedentes de carne cruda a las bolsas y las guardaron en coches durante dos horas. Tras el proceso, el número de bacterias se multiplicó por diez. Por otro lado, lavar las bolsas a mano o a máquina reducía las bacterias en más de un 99,9%. Los resultados indican que si no se lavan las bolsas reutilizables pueden ser una fuente de infecciones alimentarias.
De hecho, una investigación del Property and Environment Research Center encontró que tras la prohibición en San Francisco de las bolsas de plástico en 2007 se incrementaron las muertes y visitas a urgencias relacionadas con la contaminación alimentaria por bacterias.