La vista es un tesoro en cuya pérdida solo reparamos cuando empieza a faltarnos. Es en este momento cuando caemos en la cuenta de que los ojos hay que mimarlos desde el minuto uno de nuestras vidas y, si no, tomemos el ejemplo de los niños españoles.
De hecho, nuestros hijos son los niños con peor visión de toda Europa, dado que cuatro de cada diez necesita gafas para poder ver correctamente.
Es decir, que un 40% de los españoles arrastra problemas de visión desde su más tierna infancia, mientras que en el resto de Europa podemos hablar de un 35% de menores que las emplean. Parece que la vista de águila se encuentra en extinción en nuestro país, ¿verdad?
Incluso ya se habla del fracaso escolar asociado a un problema de la vista que ha pasado inadvertido tanto en el colegio como en casa. Así, uno de cada tres fracasos escolares se debe a una mala visión. Por lo tanto, urge hacer un esfuerzo y estar atentos a ciertas señales como que el niño se acerque demasiado el libro para poder leerlo, que se queje de dolores de cabeza o incluso que se siente muy cerca del televisor.
Sin embargo, y como decíamos, los mayores tampoco nos libramos de ser un poco cortos de vista, así que los niños parecen seguir al dedillo los pasos de sus padres, aunque parecen haberse esmerado en exceso en la tarea.
De este modo, un 62,3% de la población necesita gafas para ver, y un 9,4% emplea lentillas. Aunque ya podemos apreciar un porcentaje de españoles, concretamente un 7,4%, que ha optado por la cirugía refractiva para resolver sus problemas de vista y dejar de utilizar gafas y lentillas.
Curiosamente, y no podemos aportar una explicación a este dato, encontramos CC.AA. más propensas a ciertas alteraciones en la visión. Así, Canarias es la región donde más predominan las gafas, con un 69,2% de su población. Por su parte, en Castilla-La Mancha la cifra se sitúa en el 51,4%.
Sin embargo, no es la comunidad canaria donde más operaciones para corregir problemas como la miopía se practican, sino que son los baleares (con un 12,4%) los que más apuestan por esta cirugía para liberarse de las lentes.
En cambio, los que menos se suelen operar son los gallegos, pues únicamente un 4,3% se apunta a la cirugía; una intervención que, por cierto, en los últimos años ha evolucionado sobremanera y se distingue por ser segura, sencilla e indolora. También han 'mejorado los tiempos' y en 20 minutos el paciente suele concluir el trámite. Tenemos más datos curiosos que no hemos podido mencionar y que puedes consultar en esta fuente.
En conclusión, resulta evidente que conviene cuidar nuestra vista desde bien pequeños e inculcarles a nuestros hijos buenos hábitos, como el leer siempre con buena luz, para que no acabemos dilapidando este tesoro que es una buena visión demasiado temprano.