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Las ventajas del piel con piel tras el parto y un riesgo que tiene solución

El contacto piel con piel es una práctica generalizada tras el parto. Pediatras recuerdan sus ventajas y dan una clave para evitar los riesgos.

El contacto piel con piel es una práctica generalizada tras el parto. Pediatras recuerdan sus ventajas y dan una clave para evitar los riesgos.
El piel con piel está lleno de ventajas, pero hay que hacerlo bien | Pixabay/CC/1041483

En los últimos años se ha generalizado en los hospitales de toda España el contacto piel con piel entre el recién nacido y la madre por las múltiples ventajas para ambos. La práctica, recomendada por la OMS, consiste en situar al bebé desnudo sobre la piel de la madre instantes después del parto. Si no hay complicaciones, lo habitual es que los médicos corten el cordón y manipulen al bebé, con pruebas como el test de Apgar, sobre el cuerpo de la madre, para interferir lo menos posible en el proceso. Se recomienda que el niño esté desnudo sobre el cuerpo de su madre durante al menos dos horas.

Las ventajas para el bebé del contacto piel con piel son múltiples:

- Favorece su adaptación a la vida extrauterina.

- Facilita la regulación térmica, glucémica y la estabilidad cardiorrespiratoria del niño.

- Disminuye el tiempo de llanto.

- Beneficia la lactancia materna, al favorecer el agarre al pecho instantes después del parto.

- Favorece el vínculo con la madre.

Para la mujer, el contacto piel con piel también conlleva beneficios:

- Disminuye el estrés y la ansiedad.

- Favorece el vínculo con el bebé.

La práctica se considera tan beneficiosa para el niño que en caso de que sea imposible realizarlo con la madre se anima al padre a practicarlo. Según cálculos de la Asociación Española de Pediatría, al menos el 80% de los recién nacidos se beneficia de esta técnica tras partos vaginales o cesáreas sin anestesia general.

La AEP alerta, sin embargo, de una complicación en la realización de esta práctica poco frecuente pero que puede tener consecuencias muy graves: el colapso neonatal, que consiste en la disminución repentina de las funciones respiratoria y cardiaca del recién nacido y que se asocia a factores como la postura boca abajo del niño o el cansancio de la madre.

Un estudio en diez hospitales españoles coordinado desde el madrileño 12 de octubre da una clave que podría evitar hasta un tercio de estos casos: incorporar la cama de la madre hasta los 45 grados. "Una intervención simple como aumentar el ángulo de inclinación de la cama de la madre mientras realiza el contacto piel con piel de su hijo podría favorecer la estabilidad hemodinámica y respiratoria del recién nacido contribuyendo así a reducir la aparición de colapsos neonatales súbitos e inesperados", afirma la doctora Isabel Izquierdo, portavoz de muerte súbita del Comité de Promoción de la Salud de la AEP.

Consejos para un piel con piel seguro

En cualquier caso, la práctica del contacto piel con piel debe cumplir ciertos requisitos para que no suponga ningún riesgo para el niño y que tanto el bebé como la madre se beneficien de sus ventajas:

- Que el bebé tenga la cara visible, con la nariz y la boca descubiertos.

- Que su cabeza esté inclinada hacia un lado.

- Que tenga el cuello recto y los hombros rectos contra la madre.

- Cubrir al bebé con una manta.

- Supervisar a ambos si se quedan dormidos.

- Cerciorarse de que la piel del bebé está caliente y sonrosada.

- Percibir en todo momento la respiración del bebé contra el cuerpo de la madre.

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