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Red solidaria frente al coronavirus: encerrados en casa pero no solos

El aislamiento ha dejado a sectores de la población a merced de su suerte.

Ancianos, pacientes inmunodeprimidos, con problemas respiratorios o cardíacos y que viven solos necesitan de ayuda para las tareas más básicas. Los portales de los edificios, las redes sociales y las cadenas de mensajes vía Whatsapp sirven para acercar personas.

Profesionales fuera de servicio o parados se ofrecen para ayudar desinteresadamente.
Si hay un sector solidario y generoso es el del taxi. Ya lo demostraron en el 11-M trasladando a los heridos a los hospitales y ahora se han organizado para mover a médicos y enfermeros. Juan Pedro cuenta que están acompañando a estos profesiones a entregar medicamentos y a realizar controles rutinarios a personas con movilidad reducida. Explica que "el apoyo consiste en llevar al personal sanitario a realizar su labor para que ahorren tiempo buscando direcciones y aparcando. Así lo pueden dedicar a otros enfermos".
Estos profesionales de la salud, se enfrentan a jornadas interminables y con limitación de material. Por eso son también muchos los autónomos y pequeños empresarios que están donando el material que tienen en sus negocios. Es el caso de Metálicas Iscar. Marta, empleada de la empresa, cuenta que el gerente "fue a Valladolid, a la Subdelegación del Gobierno, a llevar las mascarillas de que disponíamos en nuestras instalaciones, unas 80 unidades, y además dejó algunas en el centro de salud de Iscar".

Y desde Getafe, al sur de Madrid, el propietario del estudio Kamil Bachman Tatoo, ha cedido cajas de guantes, botellas de alcohol, alguna mascarilla, jabones y el botiquín. Kamil, francés, pone este material a disposición de las autoridades o de particulares que lo pueda necesitar. Asegura que lo hace "porque me importa la salud de mis vecinos, amigos y familia" y espera que "los productos donados sirvan para salvar la vida a alguien".

También a título individual se están produciendo gestos desinteresados. Gestores que se ofrecen a asesorar a los autónomos para gestionar la situación de impasse. Desempleados y jóvenes que brindan su tiempo a quienes no pueden salir de casa y muchos médicos que, fuera de sus turnos de guardia, "pasan consulta" a los internautas. Es el caso de Elena, residente que se convertirá en matrona dentro de dos meses y lleva más de una década ejerciendo de enfermera. Con su ofrecimiento esta profesional pone su experiencia al servicio de personas que actualmente no pueden acceder fácilmente al servicio sanitario. Y aunque reconoce que "no tendré todas las respuestas" se compromete "a resolverlas basándome en la evidencia científica actual".

José es waterpolista profesional. Reside en Sabadell y esta crisis le impide acudir a sus entrenamientos. En lugar de quedarse en casa, está dispuesto a "hacer la compra, ir a recoger medicamentos que no requieran receta, sacar a pasear mascotas o bajar la basura" de aquellas personas que "estén en riesgo o inmunodeprimidos". Un actitud muy parecida a la de Adrián, un desempleado de Zaragoza que está dispuesto a hacer de canguro y cuidar mayores porque entiende que "todos los españoles tenemos que sacar lo mejor de nosotros mismos, sobre todo los jóvenes".

Los timadores hacen su agosto

En situaciones de crisis en las que aflora la solidaridad, los timadores hacen su agosto. En Sevilla, la Iglesia ha alertado de la actuación de falsos sacerdotes que están intentado timar a ancianos. Y en Madrid, la gremial del taxi ha bloqueado a una farmacéutica que pretendía beneficiarse del servicio solidario para acudir a hacer tareas personales.

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