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Guía práctica para utilizar correctamente las mascarillas y evitar el coronavirus

Libertad Digital ha consultado distintos documentos oficiales y con especialistas para ofrecerles una completa guía para el uso de mascarillas.

Libertad Digital ha consultado distintos documentos oficiales y con especialistas para ofrecerles una completa guía para el uso de mascarillas.
Mascarillas | Twitter: @justiciacat

Donde dije digo, ahora digo Diego. Esto hemos pensado muchos después de escuchar Fernando Simón recomendar ahora el uso de las mascarillas para todo el mundo cuando hace sólo unos días casi se reía de aquellos que salían con la cara cubierta a la calle.

Pero, ¿debemos salir con mascarillas? ¿Qué mascarilla puedo usar? ¿Se pueden reutilizar? ¿Puedo hacerme una en casa? ¿Cómo debo usarla? ¿Se pueden lavar? ¿Si la dejo al sol se desinfecta? ¿Me la tengo que quitar con guantes?

Las dudas sobre el uso de los materiales de protección se disparan, y hacer un buen uso de ellas es fundamental para tratar de frenar la expansión del coronavirus y evitar así un rebrote de casos cuando el confinamiento termine. Desde Libertad Digital y tras consultar documentos oficiales y a los expertos sanitarios, vamos a tratar de resolver algunas dudas al respecto:

No todas las mascarillas son iguales

Mascarillas caseras, quirúrgicas, dobles, FFP2, FFP3, FFP1. Son muchas las mascarillas que se están usando para tratar de frenar el contagio del coronavirus. Por eso es importante, en primer lugar distinguir entre ellas y saber qué uso puede o debe darse a cada una de ellas:

Mascarilla + filtro de partículas

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Semimáscara de dos filtros

Se trata de una semimáscara buconasal con filtros. Existen muy diferentes modelos, y básicamente sirve para evitar la inhalación de agentes tóxicos o patógenos al que la lleva, pero al tener una válvula de exhalación protege pero no evita la transmisión de la enfermedad. Es decir, el que la lleva no se contagiará, pero si ya está contagiado seguirá transmitiendo la enfermedad. Al proteger de la inhalación de agentes patógenos es considerada Equipo de Protección Individual (EPI).

Estas mascarillas son reutilizables y, salvo el filtro, el resto puede lavarse.

Utilizado correctamente, este equipo cuenta con un nivel aceptable de protección frente a la inhalación de partículas, aunque no se considera producto sanitario.

Mascarilla autofiltrante

También conocida como media máscara filtrante contra partículas es capaz de proteger de la inhalación de partículas peligrosas a la persona que la lleva puesta. Y como la anterior, es considerado Equipo de Protección Individual (EPI).

En esta categoría existen con certificación FFP1, FFP2 y FFP3 y utilizada correctamente proporciona un nivel aceptable de protección frente a la inhalación de partículas.

No está considerado producto sanitario y las hay desechables o reutilizables. Sólo aquellas que están identificadas con una letra 'R' pueden ser reutilizables. Sólo se lava y desinfecta el material en contacto con la cara, no el material filtrante. En las que no llevan la letra R, se consideran desechables y se recomienda no usar más de 8 horas.

Otras mascarillas autofiltrantes

Algunas de las mascarillas autofiltrantes vienen etiquetadas con el código "R", quiere decir que es reutilizable, o "NR" no reutilizable. Aunque por norma general se recomienda no reutilizarlas y, de hacerlo, desinfectar o lavar la parte que está en contacto con la cara, no el filtro.

Mascarilla autofiltrante FFP1 sin válvula de exhalación: No protege al que la lleva de organismos infecciosos, pero evita al que la lleva de contagiar a otros. Simplemente sirve para evitar la propagación del contagio.

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Mascarilla tipo FFP1.

Mascarilla autofiltrante FFP2 sin válvula de exhalación: Es la mascarilla, de las autofiltrantes, la que mayor grado de protección ofrece, ya que evita infectar y ser infectado. Es decir, que protege y limita la propagación de la infección.

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Mascarilla tipo FFP2 sin válvula de exhalación.

Mascarilla autofiltrante FFP2 con válvula de exhalación: protege al que la lleva de ser infectado, pero no evita que éste infecte y se se ha contagiado, por lo que no evita la propagación.

Mascarilla autofiltrante FFP3 con válvula de exhalación. La mascarilla protege al que la lleva de ser infectado, pero si él lo está no evitará que se propague la infección. Todas las mascarillas autofiltrantes FFP3 tienen válvula de exhalación, por lo que no evitan la propagación de la infección.

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Mascarilla tipo FFP3.

Mascarilla quirúrgica

Es la que más acostumbrados estamos a ver. Evita la transmisión de agentes infecciosos procedentes de la persona que la lleva puesta, pero no evita la inhalación de patógenos al que la lleva. Es decir, que el contaminado no contamina, pero el que no está contaminado puede contaminarse.

No se considera EPI y es desechable. En cuanto al tiempo que puede utilizarse, se recomienda cambiarla cada dos horas, o cuando observemos que está húmeda.

Las especificaciones técnicas no recomiendan lavarla o desinfectarla para reutilización.

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Mascarilla quirúrgica.

Mascarilla dual

Se trata de una mascarilla quirúrgica que además tiene autofiltrante contra partículas. Se considera producto sanitario y equipo de protección individual, pero es desechable y no se recomienda su desinfección o lavado, sino cambiarla después de cada uso. Tiene las certificaciones hasta FPP3.

Mascarillas higiénicas

Son mascarillas que no se consideran EPI ni Producto Sanitario, son desechables y no lavables ni desinfectables. No están diseñadas para proteger de ningún riesgo y no se recomiendan para situaciones que impliquen exposición a agentes peligrosos.

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Mascarilla higiénica.

Pantallas faciales

Estos días también hemos visto cómo se ha extendido el uso de pantallas faciales plásticas e incluso ingeniosas formas de construirlas de forma casera, pegando láminas plásticas transparentes a gorras con cinta americana, o recortando una botella de plástico y ajustándonosla a la cara.

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Pantalla facial.

Al no ser herméticas, no evitan que el virus termine llegando, pero sí aporta dos grados de protección. El primero, desincentiva que nos toquemos la cara mientras lo llevamos puesto, lo que es fundamental para evitar el contagio, y también limita la cantidad de partículas que pueda llegar hasta nuestros ojos o fosas nasales.

Mascarillas caseras

Las mascarillas caseras no cuentan con un filtrado homologado por ninguna normativa, evidentemente no se consideran EPI ni producto sanitario, pero el grado de filtrado que proporcionan permite que el que la lleve esté más protegido a la infección que sin ella. Algunos especialistas destacan que proporciona simplemente un efecto placebo y permite que las mascarillas que realmente evitan la propagación sean distribuidas a los infectados, y las de mayor filtración para evitar el contagio lleguen en EPI a los especialistas sanitarios y a los profesionales más expuestos al COVID -19. En EEUU han llegado incluso a proporcionar guías y vídeos gubernamentales para extender el uso de las mascarillas caseras y evitar así que se produzca el temido desabastecimiento.

Evidentemente, cuantas más capas de filtrado pongamos en nuestra mascarilla casera, mayor será el porcentaje de cobertura, pero las autoridades sanitarias insisten en que no serían barreras frente al COVID.

Normas básicas de utilización

Salvo aquellas mascarillas marcadas con una R, o las máscaras de doble filtro reutilizables, no está indicado la reutilización de las mascarillas. Las mascarillas autofiltrantes pueden ser utilizadas durante al menos una jornada de trabajo, unas 8 horas antes de ser desechadas. Las quirúrgicas y las higiénicas, no más de dos horas y no para más de un uso. No se trata de extender el uso de la mascarilla durante cuatro días en turnos de media hora hasta completar dos horas de utilización.

La utilización de la mascarilla de nada servirá si mientras la estamos utilizando para hacer la compra, ir a la farmacia, o al trabajo, tocamos la parte exterior con la mano y posteriormente nos tocamos la cara (llevemos o no guantes), ya que esa contaminación que estamos tratando de evitar, terminaría produciéndose.

Por eso, es importante, desechar las desechables, lavar después de cada uso las caseras a más de 60 grados, y emplear las reutilizables conforme dicen sus especificaciones, es decir, desinfectando las partes en contacto con la piel, y no tocando el resto. Si lo tocamos, para ponerlas, tendremos que lavar bien las manos antes de tocar otra superficie o a nosotros mismos.

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