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Dos investigadores españoles lideran un importante avance contra el envejecimiento

El descubrimiento permite mejorar el rejuvenecimiento de tejidos, la calidad de las células madre y fortalecer frente al envejecimiento.

El descubrimiento permite mejorar el rejuvenecimiento de tejidos, la calidad de las células madre y fortalecer frente al envejecimiento.
Los doctores Juan Carlos Izpisúa-Belmonte y Pedro Guillén | Salk y Clínica Cemtro

Un equipo Internacional de investigadores, liderado a tres bandas por el doctor Pedro Guillén (Clínica Cemtro), el doctor Juan Carlos Izpisúa-Belmonte (Laboratorio de expresión génica del Instituto Salk de California) y el doctor Guang-Hui Liu (Academia de las Ciencias chinas), ha descubierto una nueva estrategia terapéutica para mejorar el rejuvenecimiento de los tejidos, la calidad de las células madre y fortalecer la protección frente al envejecimiento.

El trabajo de investigación fue publicado el último día de julio de 2020 por la prestigiosa revista científica Cell Research, lo que supone para los doctores Guillén (Archena, Murcia) e Izpisúa (Hellín, Albacete) conseguir la triple corona en este campo, en sólo un año. En julio de 2019 fue Nature la que publicó su hallazgo de una proteína que retrasa el envejecimiento celular y, tan solo unos meses después, la revista Protein and Cell se hizo eco de su descubrimiento sobre la posible reversión de la artrosis gracias a la combinación de dos medicamentos.

La pandemia del corona virus que afecta ahora mismo a todo el planeta parece haber provocado un cambio de mentalidad a nivel mundial y, poco a poco, se empieza a valorar en su justa medida la importancia de la investigación científica. En España, por desgracia, esto sigue siendo una asignatura pendiente. Tras la repercusión internacional que ha tenido su último hallazgo, Libertad Digital se ha puesto en contacto con el doctor Guillén para que explique la importancia de la noticia.

Según el científico español, "lo mas importante de este estudio es su potencia terapéutica, ya que al modificar la expresión del Gen CLOCK se puede revertir la senescencia celular y tratar los trastornos relacionados con el envejecimiento, como es el caso del desgate de cartilago articular o artrosis".

Entrando en cuestiones técnicas, Guillén explica que en su investigación comprobaron que durante el envejecimiento se producen cambios en la célula del cartílago, el condrocito, disminuyendo los niveles del Gen CLOCK, pero un muy marcado descenso en la artrosis. "En ese momento la pregunta que nos hicimos fue: ¿qué ocurrirá si revertimos ese descenso? El resultado fue que, al aumentar su expresión en los condrocitos viejos de ratones, se activaron los genes involucrados en la formación de cartílago y con gran disminución de la respuesta inflamatoria. Por tanto, si restauramos el ritmo circadiano prevenimos las patologías asociadas a la edad".

Siempre cauto en sus predicciones, el doctor Guillén responde, sin embargo, con optimismo cuando se le pregunta por las consecuencias que puede tener este descubrimiento en la lucha contra enfermedades como la artrosis: "Esta investigación es, sin duda, una esperanza para restaurar la función articular dañada, facilitar la regeneración del cartílago y aliviar los síntomas de la artrosis. Al condrocito artrósico lo tenemos sitiado por la investigación y esperamos pronto mejorar la vida del paciente artrósico, que es la enfermedad mas prevalente en el ser humano a partir de los 50 años".

Preguntado por LD si comparte la sensación de que se valora y aprecia más fuera de España el trabajo de científicos como él o el doctor Izpisúa, Guillén responde tajante: "No da la sensación, es así. España y, en general, todo el occidente europeo rebaja o desciende su afán por la investigación". En este sentido, el científico español concluye la conversación con Libertad Digital con una reflexión sobre la grave situación sanitaria que vivimos en la actualidad: "Es importante recordar que una sociedad o país que no investiga se empobrece, y el primer síntoma de la pobreza es la enfermedad. Este covid-19 nos ha mostrado la pobreza investigadora que sufrimos en el mundo actual, pues un virus nos ha confinado por carecer del medicamento adecuado".

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