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Simón ve "debatible" imponer la mascarilla FFP2 mientras otros países prohíben las que él lleva

Algunos países imponen las mascarillas médicas en el transporte público. Simón lo ve "debatible".

Algunos países imponen las mascarillas médicas en el transporte público. Simón lo ve "debatible".
Fábrica de mascarillas FFP2 en Wuppertal. Alemania ha incrementado la producción ante las nuevas medidas. | EFE

Las mascarillas vuelven a estar en el centro del debate en torno a la prevención de la covid 19. Mientras al principio de la pandemia se llegó a desaconsejar su uso, ahora algunos países, como Alemania, han decidido imponer el uso de las mascarillas médicas (quirúrgicas o FFP2), en comercios y transporte público. En Austria han dado un paso más pidiendo que la FFP2 sea obligatoria a todos los usuarios de transporte público. En Francia, aunque aún no han tomado medidas, han desaconsejado usar las hechas en casa o fabricadas que no garanticen un filtrado superior al 90%.

Las medidas llegan ante los temores de que las variantes británica, brasileña y sudafricana se expandan y se demuestre que sí son más transmisibles que otras cepas. Las autoridades alemanas afirmaban que tomaban esta decisión por la necesidad de que se utilicen "las mejores mascarillas disponibles" en espacios públicos. En España, el asunto también ha llegado a la habitual rueda de prensa de Fernando Simón, que suele utilizar mascarillas higiénicas de tela. A preguntas de un periodista sobre la posible imposición de las FFP2, Simón ha dicho que "puede ser razonable" en entornos sanitarios, pero que "lo de que toda la población tenga que llevarlas es muy debatible, siempre y cuando todos llevemos la protección". Para Simón, la protección se puede conseguir "con diferentes tipos de mascarillas y combinaciones" y ha dicho que si dos personas llevan mascarilla "el efecto se multiplica". También ha apuntado que medidas como estas están en estudio, como se suele responder desde el Gobierno a las propuestas para luchar contra el virus.

No es la primera vez que las mascarillas de tela son puestas en duda. Algunos hospitales y centros de salud piden a sus usuarios que se pongan mascarillas quirúrgicas sobre ellas para entrar. El motivo, que aunque hay multitud de mascarillas de tela en el mercado que cumplen las especificaciones UNE 0064 y 0065 que garantiza una filtración bacteriana de al menos el 90%, esto no se puede apreciar a simple vista y es imposible distinguirlas de otras caseras o que no cumplan las normas. La protección también depende de que se respete el número de lavados recomendado, en el caso de las reutilizables.

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Fernando Simón con una mascarilla higiénica | EFE

El Ministerio de Sanidad, al principio de la pandemia, llegó a desaconsejar el uso de mascarillas y, meses después, tras la catástrofe de la pandemia en España y la imposición de la mascarilla incluso en la calle, el propio Simón admitió que no las recomendaron antes porque no había suficientes para toda la población. No ha sido su única afirmación polémica sobre mascarillas: antes de que se hicieran obligatorias, Simón defendía que sólo se usaran si no se podía mantener la distancia de dos metros. Luego, en la desescalada, pasó a considerarlas "fundamentales" para no dar pasos atrás. También en su día hubo polémica por las mascarillas FFP2 que regaló la Comunidad de Madrid por su mayor nivel de protección: en algunos medios se las utilizó para atacar al Gobierno regional calificándolas erróneamente de "egoístas". En realidad, las mascarillas "egoístas" son las que llevan válvula, porque sólo protegen al usuario y dejan pasar al exterior las partículas que exhala.

Tipos de mascarilla y lo que dice Sanidad (de momento)

La posición de Sanidad sobre las mascarillas, de momento, es recomendar las higiénicas para la población en general "preferentemente", siguiendo la estela de lo que dice la OMS. En esta categoría entran las reutilizables, que suelen ser de tela y con especificaciones sobre los lavados, y las de un solo uso, que se pueden encontrar en algunos supermercados. No son de uso médico, a diferencia de las quirúrgicas, "diseñadas para filtrar el aire exhalado" y que son las habituales en ámbitos sanitarios. Son las que venden en farmacias y en otros establecimientos, pero es fundamental fijarse en el etiquetado. Sanidad sólo las recomienda, de momento, para personas enfermas con el fin de que no contagien a otros.

Mientras, las mascarillas EPI, entre las que se encuentra la FFP2, son recomendadas por Sanidad para profesionales y cuidadores "para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario" y para "grupos vulnerables por indicación médica". Estas mascarillas filtran también el aire inhalado, lo que significa que además de proteger a otros, protegen al propio usuario de las partículas de su entorno. Por eso empiezan a ser vistas como una posible medida para frenar la diseminación del virus.

Es posible que estas recomendaciones acaben cambiando como han ido variando en estos meses los consejos desde el departamento de Simón, que hasta hace muy poco tampoco admitía la importancia de los aerosoles en la transmisión, algo que está detrás de las precauciones extra que están tomando varios países europeos. Para prevenir el contagio del coronavirus en ambientes concurridos y mal ventilados, los expertos destacan la importancia de no quitarse la mascarilla y llevarla siempre bien ajustada, sin dejar huecos.

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