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Ignacio López-Goñi: "Se nos viene encima una posguerra"

El divulgador científico pide coordinación para el futuro inmediato en un 2021 que puede darnos algún "susto".

El divulgador científico pide coordinación para el futuro inmediato en un 2021 que puede darnos algún "susto".
EFE

Doctor en Microbiología y catedrático en la Universidad de Navarra, Ignacio López-Goñi es autor también de un popular blog de divulgación científica. Aunque la de divulgador era una tarea a la que ya se dedicaba antes de la pandemia, la brutal demanda de información tras la irrupción del coronavirus le han hecho más popular en la red y en los medios, desde donde ha ayudado a aclarar, por ejemplo, el peligro de las variantes o a desmontar bulos sobre las vacunas.

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Autor de varios libros, el catedrático ha publicado este año un ensayo con reflexiones "desde la ciencia" sobre esta crisis y las que están por venir. En Preparados para la próxima pandemia, destaca aspectos como la necesidad de un líder "capaz de rodearse de los mejores" y de una comunicación eficaz en la que se cuente todo lo que se sabe y también "lo que no se sabe", porque "el afán paternalista no da buen resultado". También sugiere a los políticos "no escudarse" en frases hechas como "es lo que dicen los expertos". "Dar muchas ruedas de prensa no es sinónimo de transparencia. El objetivo es que nos entiendan", afirma en un momento del ensayo, en el que deja que sea el lector quien ponga los nombres propios.

Desde su despacho en la Universidad de Navarra, el autor atiende a LD para hablar de lo que hemos vivido este año y del tema que es su especialidad, los virus, sobre el que escribió Virus y pandemias antes de esta crisis y que sirve para poner en contexto algunos temas de los que ahora todo el mundo habla.

P: Ha pasado un año de la irrupción del coronavirus y ya tenemos vacunas: en su libro repasa otras crisis y otros virus para los que aún no hay mientras que enfermedades como la viruela lograron ser erradicadas. ¿Qué tiene, por ejemplo, el VIH que hace que aún no exista vacuna contra él?

R: En el caso de la viruela, se trata de una enfermedad sólo humana, que sólo se pasa una vez porque quedas inmunizado; que es muy fácil de diagnosticar, por lo que no hay casi asintomáticos y que no se transmitía por vectores. Eso hizo que la vacuna funcionara muy bien. En el caso del VIH, nos enfrentamos a un virus que es el campeón de la variabilidad: tiene genoma RNA que lo hace mutar y variar mucho más; se denomina diploide porque cuenta con dos copias de cada gen y eso fragmenta la variabilidad del virus, y una de sus etapas de multiplicación depende de la enzima transcriptasa inversa, una enzima muy torpe que comete muchos errores. Por todo ello, la frecuencia de mutación es muy alta. Y la otra característica es que el puñetero virus está dirigido contra las células del sistema inmune: la célula principal donde se replica es el linfocito T CD4, el director de orquesta del sistema inmune. En cambio, el coronavirus varía menos; no significa que no varíe, las variantes nos pueden dar un problema, pero es un virus distinto.

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Muestras en California, donde se ha detectado una variante potencialmente peligrosa

P: En su libro ya daba por seguro que volveríamos a vivir una pandemia, que estábamos a la espera de un big one, aunque apuntaba que se trataría de un virus de la gripe. ¿Por qué seguimos temiéndola?

R: En efecto esperábamos que la próxima pandemia fuera de gripe; el coronavirus en parte nos ha sorprendido aunque nos había alertado ya con el SARS y el MERS. En cualquier caso todavía no se puede descartar: la gripe es el otro gran virus campeón de la variabilidad. Es RNA, igual que el coronavirus, pero el genoma está fragmentado en trocitos y eso hace que la mezcla de trocitos sea mayor y la variabilidad mucho mayor. Y hay muchos tipos de gripe.

Es un virus de aves, ahí tiene su "almacén" y de ahí puede pasar a otros muchos animales: mamíferos marinos, caballos, cerdos… hasta el ser humano. En todo el planeta hay un flujo de virus de la gripe moviéndose entre animales y humanos y que se está mezclando y cambiando. Y a veces, como ha ocurrido en otras ocasiones, surge un virus de la gripe nuevo, que infecta al ser humano, que es patógeno y virulento para él, y que es transmisible entre humanos. Eso ocurrió con la gripe de 1918, con la de 1957… Y es algo que cada cierto tiempo puede ocurrir y que es muy probable que ocurra.

P: ¿Y cuánto hay que alarmarse por el salto de aves a humanos de la gripe H5N8 en Rusia, del que se informó hace unos días?

R: En los últimos años se ha detectado en aves algunos virus muy virulentos y que a veces han dado infección en humanos, fundamentalmente granjeros o trabajadores de grandes explotaciones, y que en algunos casos han sido mortales. Pero hasta ahora esos virus no han sido muy transmisibles entre el ser humano. Sabemos, porque se han hecho estudios sobre ello, que hacen falta muy pocas mutaciones para que algunos de estos virus muy virulentos se conviertan en muy transmisibles. Y es verdad que a veces los virus se hacen muy transmisibles y baja su virulencia, pero no podemos descartar que surja un virus muy transmisible y muy virulento y tengamos una pandemia. El virus que ha sido noticia en Rusia se conocía desde hace varios años y provoca una gran mortalidad en aves. Y la noticia es que en Rusia se ha detectado en siete personas. Esto quiere decir que el virus ha dado el siguiente paso, pero afortunadamente no se transmite entre humanos. Se trata de otro motivo de alerta: por eso es importante vigilar estas nuevas cepas de gripes que pueden saltar del ave al humano.

P: Volviendo al coronavirus: en su libro habla de virus vencidos gracias a la vacuna o que terminaron atenuándose y conviviendo con el hombre. ¿Es posible que ese sea también el futuro del SARS CoV 2, terminará convertido en un catarro?

R: Es verdad que ahora hay mucha incertidumbre con las variantes genéticas, pero por decir algo que podría ocurrir, pudiera ser que estas variantes se vayan adaptando al hospedador y vayan disminuyendo la virulencia. Cada vez vamos a estar más vacunados: hemos tenido un pico muy grande este invierno y quizás el coronavirus acabe siendo estacional y sólo nos visite de

vez en cuando. Todo esto haría que más que un simple catarro, el SARS CoV 2 vaya a convertirse en otro virus respiratorio de los que nos visitan todos los años, como el Virus Respiratorio Sincitial o el de la gripe: seguirá siendo letal y provocará muertes, pero aunque suene muy duro, será un número de muertes socialmente aceptable. En pandemia, hay muchos muertos en un período corto de tiempo. Con el tiempo, habrá un goteo de fallecimientos que no colapsará el sistema sanitario, como ocurre con los muertos de la gripe u otros virus respiratorios. Por eso la tasa de mortalidad es más alta en invierno: se relaciona con estos virus respiratorios que nos visitan todos los años y provocan muchas muertes pero las tenemos tristemente asumidas. En resumen, no se quedará como un catarro sin más sino como un virus respiratorio que dará problemas que podremos solventar. Aunque es una especulación porque no sabemos qué pasará con las variantes y hay que seguir vigilándolas.

P: En su ensayo sobre la gestión de una pandemia apunta que para afrontar crisis así hacen falta, entre otras cosas, políticos de altura y decir la verdad. Ahora que se cumple un año de la crisis, ¿cuál es el peor error cometido en España?

R: Yo creo que los países que han actuado con mayor contundencia, rapidez y han optado por covid cero (una estrategia que busca suprimir al máximo los casos con medidas muy estrictas incluso con bajas incidencias) son los que mejor están capeando el asunto (Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda…) mientras que aquí, no solo en España, en Europa, en Occidente hemos optado por convivir con el virus y esto nos va generando problemas. Ha faltado contundencia y rapidez, no sólo en nuestro país. En España, se ha politizado demasiado, ha habido mucha ideología y política por medio, ha faltado liderazgo, ha faltado transparencia, ha faltado comunicación y ha faltado sobre todo coordinación. Desde el verano esto ha sido un ‘cada uno que haga lo que pueda’, que cada comunidad autónoma haga lo que pueda. Y la lucha contra el virus también es una lucha de comunicación y de implicar a la sociedad. Al ver que no hay medidas conjuntas se crea ansiedad y que la gente no se alinee con las medidas, que no se entiendan.

P: No ha terminado la tercera y ya se habla de la cuarta ola, y hay quien propone para España sumarse a esa estrategia covid cero que ahora quieren adoptar países como Alemania. ¿Estamos a tiempo o es demasiado tarde?

R: Yo lo veo muy difícil: hay que mantener la vida y el medio de vida. El mayor problema es la gestión: sinceramente, yo le tengo más miedo a la gestión política y sobre todo a cómo gestionar el desastre económico y social que deja el virus que al propio problema sanitario y al propio virus. A estas alturas plantear covid cero, teniendo en cuenta que aunque la curva va bajando y hay que ser optimista tenemos una incidencia muy alta todavía… Quizás hubiese habido que hacerlo antes. Es un tema de gestión en el que los políticos tiene que evaluar muchos más factores.

P: ¿Cuál es la principal lección que un año después, un país como España debería haber aprendido de cara a próximas olas?

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Vacunación en Sevilla

R: Lo primero debería ser seguir con la vacunación como si no hubiera otra cosa que hacer: hay que vacunar con todos los medios. También hay que insistir y darle muchísima más importancia a que la transmisión del virus es por vía de aerosoles y qué situaciones hay que intentar evitar. Hemos insistido mucho en desinfectar todo y nos hemos olvidado de los aerosoles, que es la gran vía de infección. Además hay que seguir con el rastreo y el apoyo al sistema sanitario. En el fondo, el cuello de botella es el sistema sanitario. Cuando se consiga con la vacunación y los apoyos que no colapse el sistema quizá no habremos vencido al virus o la pandemia pero podremos volver a la normalidad.

P: ¿Pondría fecha a esa normalidad? ¿Hay algo que pueda hacerse para que llegue antes?

R: No me atrevo a hacer predicciones de futuro. 2021 va a ser todavía un año complicado, dos pasitos para adelante y uno para atrás. No me atrevo porque una de las posibilidades abiertas es que el coronavirus se quede como un virus estacional y en otoño e invierno nos vuelva a dar un susto. Con lo cual, hay que seguir atentos.

Respecto a qué recomendaría, diría que coordinación: a veces me da la sensación de que a algunos la pandemia les importa un bledo: siguen con su revolución, otros con sus elecciones; algunos políticos se han desentendido de la pandemia. Este no es un tema sólo sanitario, sino que son también las consecuencias económicas. Es una posguerra lo que nos viene y se tendría que ver altura política para los pactos de Estado, que no está habiendo porque cada uno sigue con su bandera y con su revolución. De las pandemias se sale en general más pobre y con más desigualdad.

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