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Alemania, atrapada en su propio caos de restricciones: éxodo a Mallorca y turismo prohibido en casa

Las paradojas de las restricciones no se viven sólo en España: en Alemania tienen su propia polémica con Mallorca como protagonista.

Las paradojas de las restricciones no se viven sólo en España: en Alemania tienen su propia polémica con Mallorca como protagonista.
Terraza cerrada en el centro de Múnich. | EFE

Alemania ha vuelto a elevar las restricciones por temor a una nueva ola de coronavirus y sobre todo a las nuevas variantes: el país, que lleva con la hostelería cerrada desde noviembre, anunció un endurecimiento de las medidas de cara a Semana Santa tras una leve relajación. Los comercios, por ejemplo, vuelven a cerrar y se prohíben las reuniones en casa con más de dos grupos de convivientes.

El acuerdo, anunciado de madrugada, se alcanzó después de once horas de reunión y, según cuenta la prensa local, un fuerte enfrentamiento entre los gobiernos regionales y el Ejecutivo central. El país teme un repunte por las vacaciones de Semana Santa pero se da la paradoja, en una situación que recuerda a la que se vive en España, de que los alemanes sí podrán irse de vacaciones fuera del país aunque no puedan alojarse en ningún hotel dentro de sus fronteras, donde sólo se permiten huéspedes que viajen, por ejemplo, por motivos de trabajo o para visitar a un familiar, aunque esto último depende del land.

El pasado día 12 el país decidió sacar a Baleares (junto a Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia) del listado de zonas de riesgo. Estar en esa lista implica que al regreso a Alemania el viajero deba someterse a un test y además hacer cuarentena. Tras la decisión, las reservas de vacaciones de alemanes en las islas se dispararon y en el país muchos se preguntan qué sentido tiene poder disfrutar de un resort en Mallorca y, en cambio, no poder irse de vacaciones a un hotel de la Selva Negra o de la costa del mar Báltico. En la reunión, algunos de los länder con menor incidencia apostaron porque se permitiera alguna forma de turismo interior. Su petición sin embargo no fue escuchada.

La situación tiene similitudes con lo que ocurrirá en España, con las comunidades cerradas salvo escasas excepciones. En Alemania sí será posible cambiar de land pero sólo para visitar, por ejemplo, a la familia y siempre que no haya más de cinco personas en la misma vivienda. Por otro lado, en función de si se visita un land con mayor o menor incidencia, el viajero deberá hacerse una PCR a su regreso o llevarlo para entrar. En cualquier caso, hay variaciones en las restricciones en función del land que se quiera visitar, lo que obliga a que el viajero tenga que revisar cuidadosamente las leyes de cada territorio antes de desplazarse. Por ejemplo, en Mecklenburgo-Pomerania Occidental se exige o test o cuarentena si se procede de un territorio "con alta incidencia" y sólo se permite entrar si se cumple alguna de las excepciones, como tener allí una segunda residencia, si es para visitar parientes próximos (se citan como ejemplo abuelos, padres, tíos y hermanos), si es para casarse, si es por motivos considerados humanitarios, como visitar a un pariente en una residencia que no tiene a nadie más o preparar una mudanza.

Las contradicciones entre las recomendaciones, las restricciones y los requisitos para someterse a test o cuarentena fueron uno de los motivos por los que el acuerdo entre la canciller Angela Merkel y los gobiernos de los 16 länder fue tan costoso. Desde el Gobierno, el lema sigue siendo "Quédate en casa" pero en la práctica las reservas de vuelos y viajes a Baleares y a Croacia, otro de los destinos predilectos en el país y también fuera de la lista de países de riesgo, siguen subiendo, lo que ha provocado las quejas del sector turístico nacional.

PCR obligatoria a la vuelta

Este martes, el ministro de la Cancillería alemana, Helge Braun, se ha referido específicamente a los viajes al extranjero para hacer un llamamiento a no hacerlos por el peligro que supone introducir nuevas variantes. "Posiblemente en destinos turísticos se junten personas con las más diversas mutaciones del virus", ha dicho.

Ante el problema que puede suponer el regreso de miles de alemanes tras la Semana Santa, el Gobierno ha decidido reclamar a cada uno de ellos una PCR en origen pero no una cuarentena. Por su parte, en un intento de parar el éxodo de viajeros, el ministro de Transporte ha hablado con las aerolíneas con el fin de que no ofrezcan vuelos adicionales para Semana Santa.

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