El próximo 9 de mayo acabará el estado de alarma decretado por el Gobierno de España, si no se produce un giro de timón repentino. Y lo hará con una situación epidemiológica muy distinta a la que ha logrado nuestro país vecino, que este lunes ha registrado su cuarto día sin fallecidos por coronavirus, desde que estalló la pandemia. Una tendencia positiva que se viene viendo en Portugal desde la semana pasada y que ha permitido al ejecutivo luso acelerar en su plan de desescalada, adelantando la entrada en su última fase y abriendo sus fronteras terrestres dos días antes (el 1 de mayo).
El Ministerio de Salud luso ha informado de que, en las últimas 24 horas, no se ha registrado ninguna muerte por covid, y que tan sólo han confirmado 180 nuevos casos, su cifra más baja desde el pasado 5 de abril. En cuanto a la presión hospitalaria, continúa siendo estable. Han entrado sólo 11 nuevos pacientes a la red de hospitales portugueses, en los que hay 403 personas ingresadas, 90 de ellas en unidades de cuidados intensivos.
También continúa la tendencia descendente del índice de transmisibilidad, que se mantiene por debajo de uno en todo el territorio, incluida las regiones insulares, al situarse en 0,96. La incidencia acumulada sigue descendiendo y se coloca en 64,4 casos por cada 100.000 habitantes (62 si no se contabilizan Madeira y Azores).
Hasta la fecha, Portugal ha registrado 16.977 víctimas mortales y un total de 837.457 infectados por el Sars-Cov-2, de los que 797.124 ya han superado la enfermedad. El último parte de la Dirección General de Salud (DGS) muestra 403 altas médicas, este lunes, y un total de 23.356 casos activos.
Estas cifras sitúan al país vecino en la 'zona verde' del semáforo epidemiológico y permiten al Gobierno luso acelerar en la desescalada del país, a pesar de que los datos de vacunación son muy mejorables.
Hasta el domingo, 2 de mayo, Portugal había administrado 3.421.792 dosis. El resultado: 2.513.836 personas con al menos una inyección, 907.934 (el 8,83% de su población) con la pauta completa.
Portugal entra en la cuarta fase
El Ejecutivo luso decidió adelantar dos días, al 1 de mayo, la entrada en la última fase de desescalada, gracias a una notable mejora en la situación de la pandemia en el país. En consecuencia, el pasado sábado abrió sus fronteras terrestres con España, que se encontraban cerradas desde enero.
Lo anunció el jueves 29 de abril el primer ministro portugués António Costa, tras 10 horas de Consejo de Ministros, quien hizo alusión a la "evolución muy positiva" que ha mantenido el país durante el proceso de desescalada, que arrancó el pasado 15 de marzo, llegando a convertirse en el país con menor incidencia acumulada de contagios a 14 días de la UE (con menos de 70 por cada 100.000 habitantes).
Se alivian así las restricciones que se impusieron el 15 de enero, cuando el Gobierno luso decretó el confinamiento ante una durísima tercera ola que llegó a colocar a Portugal como el país del mundo con mayores índices de contagios y muertes.
La situación de España
Entretanto, en nuestro país, celebramos que el número de muertes por coronavirus ha bajado de la barrera de los 100 al día, al situarse en 77 este fin de semana, y que la incidencia acumulada ha bajado 5,45 puntos. Unas cifras que marcarían una evolución positiva, pero muy alejada de la que ha logrado Portugal.
Según el último informe de Sanidad, con fecha 3 de mayo, la incidencia acumulada habría pasado de los 229,20 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días registrados el viernes, a los 223,75 de este lunes.
Sin embargo, en las últimas 48 horas, se habría producido un giro en la tendencia de los últimos días, en los que se venía registrado más altas hospitalarias que nuevos ingresos. Los datos ofrecidos este lunes reflejan que se habría invertido, al producirse 817 entradas y tan sólo 466 salidas, del hospital durante el fin de semana.
La letalidad de la pandemia en España se mantendría en el 2,2%. En total, el ministerio asegura que en España se han notificado un total de 3.540.430 casos confirmados de covid-19 y 78.293 fallecidos a causa de la enfermedad.
En cuanto al ritmo de vacunación, parece que por fin empieza a despegar, pese de la inoperancia del Gobierno. Según los datos ofrecidos este lunes, las comunidades autónomas han administrado un total de 17.130.598 de dosis de la vacuna contra la COVID-19 (Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen), 766.003 de ellas durante el fin de semana. De manera que 5.098.903 personas (10,7%) han recibido la pauta completa, y 12.162.359 personas (25,6%) al menos la primera inyección.