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La pandemia de coronavirus pudo evitarse: el papel de China y la OMS

Pekín ocultó la existencia de la covid pero, una vez tuvo conocimiento, la OMS tardó demasiado en declarar la alerta sanitaria y se descontroló.

Pekín ocultó la existencia de la covid pero, una vez tuvo conocimiento, la OMS tardó demasiado en declarar la alerta sanitaria y se descontroló.
El presidente chino, Xi Jinping, y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. | EFE

Los expertos advierten de que, tras la del coronavirus, llegarán otras pandemias. Por tanto, tenemos que tomar medidas para sortearlas y que no alcancen dimensiones desproporcionadas, como las que ha provocado la propagación del Sars-Cov-2. Si se hubiera actuado antes, ¿habría sido distinto? Un grupo de expertos, convocados por la OMS, defiende que sí. De hecho, responsabiliza a la propia Organización Mundial de la Salud, que le encargó la investigación, de haber perdido un tiempo crucial en la fase inicial que, de haberlo aprovechado, hubiera cambiado el rumbo de los acontecimientos.

El Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias, formado por expertos y personalidades que examinaron durante ocho meses los fallos que hubo en la gestión de la pandemia (tanto a nivel nacional como internacional), considera que la tragedia sanitaria, económica y social causada por la covid-19 pudo haberse evitado. Así se recoge en el informe —publicado esta semana— en el que señalan que "el tiempo transcurrido desde la notificación de un grupo de casos de neumonía de origen desconocido —a mediados de diciembre— hasta la declaración de una Emergencia de Salud Pública Internacional (el 30 de enero de 2020) fue demasiado largo".

La ex primer ministro de Nueva Zelanda, Helen Clark, que copreside el panel con la ex mandataria de Liberia Ellen Johnson Sirleaf, sostiene que la emergencia global pudo haber sido declarada el 22 de enero, tras la primera reunión del Comité de Emergencia de la OMS, encargado de valorar la gravedad de una amenaza sanitaria. Sin embargo, se esperó a una segunda reunión.

Tirón de orejas a los gobiernos

La OMS no es la única que recibe un tirón de orejas en el informe de los expertos. El panel apunta a una responsabilidad compartida con los gobiernos de cada Estado, teniendo en cuenta que también podían haber tomado medidas antes para contener la propagación del virus. "Febrero fue un mes perdido en el que muchos más países podrían haber adoptado medidas serias para contener la propagación del SARS-CoV-2 y prevenir una catástrofe sanitaria, social y económica", señalan.

El problema —explica Clark— es que la mayoría de gobiernos optaron por "esperar a ver lo que pasaba". En definitiva, actuaron "demasiado tarde". No lo hicieron "hasta que empezaron a ver que las unidades de cuidados intensivos se llenaban", lamenta. "Hubo países que subestimaron el valor de la ciencia, negaron la gravedad de la enfermedad y tardaron en responder, lo que tuvo consecuencias nefastas".

Sobre las medidas de prevención, reconoció que si las restricciones de viaje se hubieran impuesto más rápido y de forma más extensa, la propagación del virus se hubiese reducido. El Reglamento Sanitario Internacional desalienta las restricciones de viajes, pero —señala Clark— en la actualidad "las enfermedades viajan en avión y no en burros".

China decretó silencio y destruyó pruebas

El informe no entra —sin embargo— en las acusaciones que realizó la Administración de Donald Trump contra la OMS por encubrir a China en la tardanza con la que informó de los primeros casos de coronavirus y haber gestionado mal la crisis.

Sin duda, las autoridades sanitarias nacionales e internacionales podían haberlo hecho mejor, incluso mucho mejor. Pocas personas podrán en duda que infravaloramos al virus y -en ese tiempo- le permitimos ganar terreno, llegar a casi la totalidad de los rincones del planeta. No instalamos los cortafuegos a tiempo. Pero toda cadena tiene un primer eslabón, y —en este caso— el origen del desastre está en China. Y no sólo por la posibilidad de que el coronavirus que asola el mundo pudiera haber salido de un laboratorio del país asiático, como apuntan muchos expertos de prestigio internacional, si no porque —además— ocultaron la crisis sanitaria durante días, semanas, quien sabe si meses.

El denominado grupo de los Five Eyes (compuesto por servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia) ha elaborado un informe en el que asegura que Pekín destruyó pruebas sobre el coronavirus de forma deliberada. Algo que tilda como una "agresión a la transparencia internacional". Para empezar, porque autoridades chinas eran conocedoras de la transmisión entre humanos desde diciembre, pero lo negaron hasta el 20 de enero.

En el texto, de 15 páginas, reproducido por The Daily Mail, explican que el Gobierno del país asiático silenció las posibles noticias sobre la covid en los primeros momentos, "haciendo desaparecer" a los médicos y científicos que alertaron sobre él, destruyendo pruebas en sus laboratorios y negándose a proporcionar muestras a científicos internacionales que estaban trabajando en una vacuna. Y esto, en su opinión, habría agravado la epidemia a nivel mundial.

La falta de transparencia del Gobierno chino no es ninguna novedad. Pero, en este caso, ha contado con la connivencia de la OMS. Su silencio en la fase inicial ha tenido consecuencias incalculables, pero es que además ha entrado en el juego con las cartas que le ha servido el régimen comunista. Ejemplo de ello es la infructuosa expedición de este organismo en Wuhan. Una pantomima guiada —y hasta guionizada— por los mandatarios del país asiático.

Los números tampoco cuadran. Como señala un informe de la CIA del que se ha hecho eco Bloomberg, y que está en poder de la Casa Banca como documentación clasificada, desde el principio China ha querido enmascarar el alcance de la pandemia de coronavirus en su país, informando de menos casos y —por supuesto— menos muertes. Y esto pudo hacer que otros Estados restaran importancia al virus, provocando un retraso en la adopción de medidas y en consecuencia muchas muertes que se podrían haber evitado.

Así lo considera Deborah Birx, la inmunóloga del Departamento de Estado que asesora a la Casa Blanca sobre la respuesta al brote. La científica tiene claro que los informes públicos de China influyeron en las suposiciones que se hicieron en otras partes del mundo sobre la naturaleza del virus. "La comunidad médica interpretó los datos chinos como que esto era serio, pero más pequeño", explica.

El papel de China en la pandemia, aunque sea difícil de cuantificar, es más que evidente. Pero ningún organismo internacional ha pedido que se depuren responsabilidades. Y la OMS tampoco parece que lo vaya hacer. Así que estamos condenados a que la historia se repita, una vez más.

Como explica Jesús Laínz en un artículo, publicado el 1 de mayo en LD, "al menos desde el siglo XIX, China ha sido el principal foco de graves enfermedades que han dejado muchos millones de muertos por todo el planeta". Y todo apunta a que así seguirá siendo.

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