La inmunización de los trabajadores esenciales ya vacunados con AstraZeneca se ha convertido en una reprobación al Gobierno en toda regla. A la espera de datos definitivos, el rechazo de los ciudadanos a recibir una segunda dosis de Pfizer está siendo abrumador en todas las comunidades, y médicos e inmunólogos se felicitan por ello. "Somos partidarios de la segunda dosis de AstraZeneca", asegura Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
En el marco del tercer programa #VacúnaTE, organizado por la agencia de noticias Servimedia para luchar contra la desinformación sobre las vacunas de la Covid-19, el portavoz de los inmunólogos ha celebrado que los ciudadanos estén optando mayoritariamente por una opción que, tal y como ha recordado, no sólo es la pautada por la propia farmacéutica, sino que también es la única que ha recibido el aval de la propia Agencia Europea del Medicamento (EMA)
En Madrid, una de las últimas comunidades que ha facilitado datos al respecto, hasta un 94% de los menores de 60 años rechaza por ahora la segunda dosis de Pfizer defendida por Sanidad. Ante este elevadísimo porcentaje -similar al del resto de regiones en las que ya se ha reanudado la vacunación de este colectivo-, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES), Fernando Simón, trataba este lunes de defender al Gobierno.
Las excusas de Simón
"No creo que haya sido un fracaso de nadie, pero en todo caso, de ser, habría sido un fracaso de todas las comunidades autónomas, porque esto se decidió en el Consejo Interterritorial y en la Comisión de Salud Pública, con lo cual, no es una decisión del Gobierno", reaccionaba ante las preguntas de esRadio.
Olvida el portavoz del CAES que la votación fue extremadamente ajustada -10 votos a favor, 7 en contra y 2 abstenciones-, que la mayor parte de las regiones reclamaron que la última palabra la tuvieran los afectados y que el valedor de la mezcla con Pfizer siempre ha sido el Ministerio de Sanidad, que incluso encargó un ensayo a medida al Instituto Carlos III para poder justificar su decisión, ampliamente criticado por la comunidad científica.
A pesar de todo ello, Simón defendió este lunes que la propuesta de inocular una segunda dosis de Pfizer "es una propuesta técnica, con unas razones concretas" y quienes la rechazaban lo hacían "por otros motivos que no son técnicos". Es más, preguntando por el porqué de esa desconfianza, el director del CAES culpaba a los medios de comunicación y a los intereses económicos que éstos pudieran tener.
"El tema de la segunda dosis se ha utilizado de muchas maneras: se ha utilizado por parte de los diferentes grupos políticos, se ha utilizado por parte de los lobbies que tienen intereses en un lado y en otro, y se ha utilizado por parte de los medios de comunicación -se defendía Simón-. Y los medios de comunicación pueden tener o no una posición editorial determinada o pueden tener un interés determinado u otro o pueden incluso tener patrocinadores determinados".
El zasca de los inmunólogos
Médicos e inmunólogos, sin embargo, recuerdan a Simón que lo que ha sucedido es exactamente lo contrario. "Es llamativo que la población ha hecho caso de las indicaciones técnicas. Ha hecho caso a los médicos y los científicos. La divulgación que estamos haciendo es correcta y la gente se está fiando de eso", ha sentenciado este martes el presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
López Hoyos ha insistido en que son otros los motivos que "se deben explicar de forma más clara" y ha recordado que, tras la vacunación con Janssen, "también se ha encontrado algún caso de trombosis y eso no se comenta". De hecho, este mismo martes la Comisión de Salud Pública ha acordado administrar también la vacuna desarrollada por la filial de Johnson & Johnson a los ciudadanos de entre 40 y 49 años. Por eso, no se entiende la doble vara de medir del Gobierno. Aun así, el experto ha insistido en que "los trombos son elementos adversos muy infrecuentes".