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Mensaje desde Sudáfrica: "Ómicron puede indicar el fin de la covid-19"

Richard Friedland, CEO de Netcare, la red de clínicas privadas más importante del país, confirma su menor gravedad y compara su evolución con la gripe

Richard Friedland, CEO de Netcare, la red de clínicas privadas más importante del país, confirma su menor gravedad y compara su evolución con la gripe
Pavlo Gonchar / SOPA Images Via ZU / DPA

Si algo hemos aprendido en los dos últimos años es que lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro. Precisamente por eso, por la obligada prudencia de la tragedia, pocos se atreven a verbalizar lo que, sin embargo, cada vez más médicos y virólogos apuntan en privado: que la covid-19 está a punto de convertirse en una enfermedad similar a la gripe.

Mientras en España las autoridades y la mayor parte de los medios de comunicación siguen alimentando la alarma generada tras la aparición de ómicron, los expertos que se encuentran en el epicentro de la nueva variante insisten en que sus síntomas son "más leves" y que esto podría suponer el principio del fin de la pandemia.

"Creo que hay un lado positivo y esto puede indicar el final de la covid-19", asegura Richard Friedland, CEO de Netcare, la mayor y más importante red de clínicas privadas de Sudáfrica. "Si en la segunda y tercera ola hubiéramos visto estos niveles de positividad en las pruebas realizadas, habríamos visto aumentos muy significativos en los ingresos hospitalarios, y no estamos viendo eso", sentencia el experto.

La similitud con la gripe española

Friedland, que comparte el diagnóstico ya realizado por Angelique Coetzee —la doctora que descubrió ómicron— asegura que el patrón que está siguiendo la covid es muy similar al de la gripe española. La pandemia se desató en 1918 y provocó cerca de 50 millones de muertes en todo el mundo. Sin embargo, a partir de 1920, el virus se volvió menos letal, dando lugar a la gripe común que conocemos hoy en día.

"Si podemos obtener una variante que supere a delta, que no cause una enfermedad grave, creo que estaremos lidiando con una pandemia similar a la gripe", ha explicado en varias entrevistas concedidas a medios locales.

Ningún fallecido por ómicron

Hasta ahora, un total de 60 países han confirmado casos de ómicron y en ninguno de ellos se han notificado fallecidos. De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha rebajado su alarma y, en su último informe, reconoce que ninguno de los 212 infectados en la Unión Europea ha cursado o cursa la enfermedad de forma grave, sino que la mayoría son asintomáticos o sufren síntomas leves que ni siquiera precisan de hospitalización.

Precisamente por eso, si se confirma su mayor transmisibilidad, podría tratarse de una buena noticia, ya que desplazaría a otras variantes más peligrosas. Y lo cierto es que todos los organismos internacionales apuntan en esta dirección. Así, el propio Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades espera que ómicron se convierta en la variante dominante en la UE (más del 50% de los casos) entre enero y marzo de 2022.

Expertos contra el excesivo alarmismo

A pesar del pánico que se ha generado, en España también son muchos los expertos que denuncian el excesivo alarmismo desatado tras la aparición de la nueva variante. "No alcanzaremos ninguna de las situaciones dramáticas anteriores, de eso estoy seguro", aseguraba hace unos días a Libertad Digital Rafael Toledo, catedrático de parasitología de la Universidad de Valencia. Incluso teniendo en cuenta el empeoramiento de las últimas semanas, el experto trataba de llamar a la calma: "Lo importante no es tanto medir el número como la tendencia. Estamos subiendo, pero poco a poco".

"Comparados con hace un año, estamos magníficos, indudablemente —añadía José Eugenio Guerrero, jefe de la UCI de uno de los hospitales más importantes de España—. En el Gregorio Marañón, que tiene más de 1.200 camas y unas urgencias de 800 personas diarias, los ingresos por covid son mínimos".

El doctor apuntaba además que, en estos momentos, la mayor parte de los infectados que llegan a la UCI son no vacunados o personas inmunodeprimidas. Y en eso precisamente, es en lo que los investigadores se fijan para constatar que las vacunas funcionan. Así, Isabel Sola, codirectora del grupo de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) subrayaba la importancia de conocer el perfil de los pacientes graves o fallecidos y recordaba el informe difundido por Sanidad hace unas semanas que revelaba que el riesgo de fallecer por coronavirus entre los no vacunados es "25 veces mayor" que en una persona que lo está completamente, mientras que el de hospitalización sube hasta 18 veces más.

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