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Covid-22, reinfecciones y otras claves de esta fase de la pandemia

Las reinfecciones son más frecuentes pero la gran mayoría de los casos siguen siendo leves.

Las reinfecciones son más frecuentes pero la gran mayoría de los casos siguen siendo leves.
Nueva subida de casos de coronavirus | EFE

Más de dos años después del comienzo de la pandemia y tras el susto de ómicron y el posterior adiós de la mascarilla en interiores, el coronavirus vuelve a ser tema de conversación, sobre todo, por los numerosos casos de reinfecciones (en su inmensa mayoría con síntomas leves) en pacientes con dos o tres dosis de vacuna y que ya habían pasado la enfermedad en una o más ocasiones. Este nuevo aumento de casos, bautizado en muchos medios como séptima u octava ola, tiene algunas características propias que la distinguen de otras y aspectos que están suscitando controversia entre los expertos. Estas son algunas de las claves:

El "covid-22"

El nuevo aumento de casos se debe a dos subvariantes de ómicron denominadas BA.4 y BA.5. Como ómicron, fueron detectadas por primera vez en Sudáfrica, en el mes de abril. Aún hay mucho que investigar pero sí se sabe que son extraordinariamente transmisibles, como prueba el hecho de que están convirtiendo en dominantes en decenas de países en pocas semanas, entre ellos España. Como explica a LD la inmunóloga Matilde Cañelles, sería más correcto llamarlas variantes porque han cambiado "muchísimo respecto" a ómicron y a su vez de la variante original de Wuhan.

El microbiólogo y divulgador Ignacio López Goñi destaca, en declaraciones a Onda Vasca, cómo "la circulación del virus es muy grande en estos momentos" y cómo el SARS Cov 2 evoluciona "hacia formas más transmisibles". El viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha rebautizado a estos nuevos linajes del virus con el calificativo de covid-22 ante el hecho de que "el coronavirus actual es muy distinto al original". "Es una enfermedad diferente", causada por un virus distinto, "con mutaciones diferentes al original" y con un "resultado clínico distinto", destaca en una entrevista en Redacción Médica.

¿Por qué nos reinfectamos?

Quizás el aspecto más llamativo de esta nueva oleada de coronavirus es la frecuencia de las reinfecciones. Las diferencias de BA.4 y BA.5 respecto a la cepa original y posteriores variantes son las que, según Matilde Cañelles, están haciendo que muchas personas que hasta ahora habían evitado el virus, o se habían contagiado, estén volviendo a infectarse. Cañelles recuerda, además, que el coronavirus no es un virus estacional como la gripe y "está intentando continuamente infectar, siempre que encuentra un hueco nos ataca" y "lo ha encontrado por la vía de ir mutando".

El epidemiólogo y profesor de la Universidad de Oviedo Pedro Arcos señala a LD que ahora se conjugan tres razones que explican el aumento de reinfecciones. Por un lado están los cambios en las características del virus: "Los dos nuevos linajes son un poco más transmisibles y eluden mejor la protección que confiere la vacuna". Por otro lado, en cuanto a la exposición de la población, "ahora estamos haciendo vida normal" y "a más contacto, hay más probabilidad de infección". En último lugar hay que tener en cuenta "el estado inmunitario de la población". Arcos ve relevante que han transcurrido, para la mayoría, varios meses desde la tercera dosis por lo que la protección a corto plazo que proporcionan los anticuerpos ha disminuido. Además, estudios citados por la revista Nature señalan que la vacuna sería menos eficaz para evitar la transmisión de coronavirus ante BA.4 y BA.5, y estos nuevos linajes serían capaces también de infectar a personas que se contagiaron con ómicron.

López Goñi destaca que el SARS CoV2 "se comporta como se comportan los coronavirus", en alusión a los otros coronavirus en circulación responsables de resfriados leves: "Uno se puede reinfectar de catarros". Sí enfatiza que, si bien los dos nuevos linajes serían más capaces de reinfectar, la inmunidad celular proporcionada por la vacuna y por la enfermedad previa se seguiría activando para "protegernos de las formas graves". Lo mismo sostiene Arcos: aunque las vacunas "nos defienden menos, en el corto plazo, de la enfermedad leve" y además "funcionan peor con estas variantes", los linfocitos siguen protegiendo de la enfermedad grave.

¿Más transmisible y menos grave?

España, donde los linajes BA.4 y BA.5 tienen una prevalencia de entre el 19,2 y el 76,3%, según el territorio, va unos pasos por detrás de otros países, lo que permite aventurar lo que puede suponer este nuevo repunte de la enfermedad. Como señala López Goñi, en Sudáfrica, el país donde primero apareció, los datos no apuntan a una mayor gravedad y en Portugal, que va por delante respecto a España, la ola "parece que empieza a descender". El microbiólogo insiste no obstante en que es difícil hacer comparaciones entre países mientras Cañelles pide prudencia y esperar a los estudios en marcha.

Por el momento, España está experimentando, en sintonía con otros países europeos, una subida de la ocupación hospitalaria. Está en el 8,3%, al alza pero muy lejos de otros momentos de la pandemia. Los ingresados son más de 10.000, cifras comparables a mediados de febrero, cuando descendía la ola ómicron. Desde Sanidad, y desde otras regiones, se ha enfatizado la recomendación a los vulnerables (inmunodeprimidos y personas mayores de 65 años, entre otros) de que utilicen la mascarilla en interiores.

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"La mayoría de los casos son asintomáticos" | Archivo

"Gracias al nivel de protección inmunitaria de la población, la mayoría de los casos son asintomáticos", destaca Zapatero. López Goñi, mientras, destaca que aunque en principio estos linajes no se asocien a una mayor gravedad, "cuantos mas casos" existan más posible es que afecte "a las personas mas vulnerables". Arcos afirma que estas nuevas variantes "son mucho menos patógenas y virulentas", que incluso "sólo hay síntomas en apenas el 30% de los contagiados" y que, en general, se presentan "cuadros muy leves". Señala, además, que en la actualidad "prácticamente casi toda la población ha tenido contacto" con el SARS Cov 2, entendiendo por contacto la exposición al virus. Afortunadamente, señala, en muchos casos "el sistema de defensa" del cuerpo humano "reacciona rápidamente y mata al virus antes de que pueda entrar en el organismo" y ni siquiera llega a producir la infección.

El profesor también alerta de que las fotos e imágenes de "saturación" hospitalaria justo cuando empiezan las vacaciones "no tienen nada que ver con el covid" sino con una infradotación de recursos médicos y mala gestión. Y apunta al papel de los medios en "la percepción social del riesgo" en torno a la pandemia, que depende en gran medida, en su opinión, de la "gran cantidad de información y de cómo se enfoca".

El futuro

A la espera de la posible cuarta dosis de la vacuna, los expertos coinciden en apuntar que el foco se debe poner en este momento de la pandemia "en las personas vulnerables y en el enfermo que puede acabar en el hospital". López Goñi destaca cómo "el virus evoluciona a enorme velocidad" y que "la pandemia aún no ha terminado". Al respecto, Zapatero destaca que hoy por hoy, "gracias al nivel de protección inmunitaria de la población, la mayoría de los casos son asintomáticos", y que "en estos momentos afecta sobre todo a pacientes crónicos o con patologías previas, porque agudiza su enfermedad". Para los no vacunados, por otra parte, estas nuevas cepas son tan dañinas como la original, por lo que advierte de que hay que tener "cuidado con la tranquilidad absoluta".

A algunos virólogos como el alemán Christian Drosten esta nueva oleada le ha llevado a afirmar que el final de la pandemia, la plena "normalidad", tardará algo más en llegar por el impacto que prevén, de nuevo, en el número de hospitalizaciones y muertes aunque sí coinciden en que los ingresos y fallecidos serán "muchos menos que en 2021". También llaman la atención sobre las consecuencias del covid persistente, las secuelas de distinta intensidad que afectan a una pequeña parte de los contagiados. En cualquier caso, que haya nuevas olas es algo que ya se advirtió tras el impacto de ómicron y cuando se comenzó a hablar de un "comienzo del fin" de la pandemia.

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