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¿Qué alimentos pueden congelarse sin problemas y cuáles no?

Hay alimentos que pueden congelarse sin problemas, pero otros seguramente haya dudas. El queso, el arroz, la pasta, los huevos... ¿Se pueden congelar?

Hay alimentos que pueden congelarse sin problemas, pero otros seguramente haya dudas. El queso, el arroz, la pasta, los huevos... ¿Se pueden congelar?
Congelador con helados, bizcochos y panes. | Flickr/CC/tiefkuehlfan

Si uno se pregunta si se puede congelar el queso, el arroz, las almejas, la tortilla de patatas, la pasta, la bechamel, el gazpacho, el aguacate... hay algunos que sí y otros que no. Sin embargo, lo principal, es usar el sentido común.

Antes de congelar cualquier alimento debe comprenderse que cuando se congela un alimento, se congelan con él las bacterias que este pudiera contener. Y, al contrario de lo que se cree comúnmente, estas no desaparecen con la congelación sino que permanecen inactivas, latentes, y al descongelar se reactivan.

Claves a la hora de congelar comida

Por regla general, todos los alimentos que se van a congelar se tienen que guardar sin agua ni aire, para evitar que se agüen y se oxiden o deterioren. Además, se recomienda guardarlos en trozos pequeños, raciones o porciones para solo descongelar la parte que se va a utilizar y no toda la pieza. Por supuesto, hay que tener en cuenta que los alimentos que han estado congelados no se pueden volver a congelar una vez descongelados.

También se deben utilizar recipientes herméticos y materiales adecuados para la congelación. Si se busca reducir el plástico para no dañar el planeta, lo ideal es prescindir en la medida de lo posible del film de cocina y de las bolsas de congelación desechables, y optar por recipientes de cristal o tuppers o bolsas reutilizables.

¿Se puede congelar el queso?

El queso es uno de los alimentos que más controversia provoca acerca de sí se puede congelar o no. Y la respuesta, por más que pese, no es rotunda ni absoluta. Poderse se puede congelar, pero los más puristas no lo recomiendan en ningún caso porque durante el proceso de congelación se rompe su estructura interna y al descongelarse se vuelve quebradizo.

¿Entonces qué se hace? Si por lo que sea es necesario sí o sí congelarlo, se recomienda guardarlo ya rallado, en daditos, o cortado en cuñas o lonchas. Así puede usarse directamente después de descongelarlo y no tiene que manipularse. Además, hay que tener en cuenta que no todos los quesos reaccionan igual a la congelación. Los que peor llevan el congelado son los muy cremosos, los frescos, los requesones y los muy secos o curados. Y los que mejor lo llevan son el camembert, brie, havarti y los de dureza intermedia tipo emmental o gouda.

¿Se puede congelar el arroz o la paella?

Aunque es posible que pierda parte de su textura original, por regla general, sí se puede congelar el arroz o la paella, pero el congelado tendrá que ser diferente dependiendo de si está suelto o es caldoso.

¿Cómo se prepara para congelar? Si es arroz suelto, como el arroz blanco, el de la paella tradicional o al horno, se puede poner en un tupper, procurando dejar el mínimo aire posible, y cerrarlo herméticamente con la tapa o film de cocina. Si es caldoso, en cambio, se recomienda separar el caldo del arroz, congelarlos por separado, y cocinarlos juntos de nuevo cuando los descongeles.

¿Se pueden congelar las almejas?

La respuesta es sí, pero no puede ser de cualquier manera. Entonces, ¿Cómo se congelan? En el caso de este molusco, se recomienda congelarlo en crudo y con cáscara, pero bien lavado. Para hacerlo, se pueden colocar las almejas en un recipiente con agua y sal para que vayan soltando la arena y otras impurezas. Y pasadas unas horas, escurrirlas bien, meterlas en una bolsa de congelación, y meterlas en el congelador, donde pueden aguantar hasta unos tres meses.

¿Se pueden congelar los mejillones?

Como en el caso de las almejas, también se pueden congelar los mejillones, pero a diferencia de estas, se recomienda congelarlos ya cocinados y sin la cáscara. Por tanto, ¿Cómo se hace? Hay que lavarlos bien, abrirlos cocinándolos al vapor o hervidos, retirarlos de la cáscara y congelarlos.

¿Se puede congelar la calabaza?

La calabaza es una de las hortalizas que mejor aguanta la congelación, tanto cruda como cocida. ¿Cómo se prepara para ello? Si se quiere congelar cruda, lo más recomendable es pelar la calabaza y cortarla en daditos. Para que no se peguen entre ellos durante el proceso de congelación, hay que colocarlos separados sobre una bandeja que quepa en el congelador, taparla con papel film, congelarla un par de horas y, luego, juntarlos todos en un tupper o una bolsa. Otra opción es congelarla cocida en forma de puré o crema. Solo hay que cocinarlo de la forma habitual, dejar que se enfríe y, luego, meterlos en el congelador.

¿Se pueden congelar las acelgas?

Las acelgas, como las espinacas y otras verduras de hoja verde, se pueden congelar siempre y cuando estén hervidas o escaldadas al menos, ya que las hojas frescas se estropean durante la congelación. Y una buena idea es separar los troncos, que son más duros, de las hojas verdes, que se estropean más, y congelarlos por separado.

¿Cómo se escaldan y ponen a congelar? Poner agua a hervir y tener preparado un recipiente al lado con agua con hielo. Una vez lavadas, sin las hebras del tallo y cortadas, sumergirlas de 2 a 3 minutos en el agua hirviendo. Acto seguido, hay que pasarlas rápidamente al agua helada. Así se para de golpe la cocción y, al mismo tiempo, se blanquean. Luego, solo falta escurrirlas bien para que tengan la menor cantidad posible de agua.

¿Se puede congelar la tortilla de patata?

La tortilla de patatas, como otros alimentos o comidas que llevan patata, de entrada no se deben congelar porque la fécula se deshace durante la congelación y la patata se 'encalla', pierde su sabor y su textura se vuelve harinosa.

Sin embargo, hay quien defiende que se puede hacer si se congela la tortilla a medio hacer. Es decir, si se fríen las patatas, se mezclan con el huevo batido y se congela la mezcla sin cocinar, dejando el cuajado para cuando la se vaya a consumir.

¿Se puede congelar la pasta?

La pasta es otro de los alimentos que la mayoría de expertos ponen en la lista de los alimentos que no se pueden congelar porque no reaccionan bien a la congelación y descongelación. Sin embargo, como en otros casos, si es 100% necesario congelar la pasta, hay que procurar que sea suelta, bien escurrida y rociada con aceite para que no quede pegada. Y cuando se vaya a comer, se descongela y calienta a fuego lento al baño María.

¿Se pueden congelar los huevos?

Sí se pueden congelar lo huevos, pero no tal cual, enteros y con cáscara. Entonces, ¿Cómo se prepara para la congelación? Lo obligatorio es sacarlos de la cáscara para que no se rompa cuando el huevo se expanda durante el proceso de congelación y luego, se puede congelar tal cual, o separando las yemas de las claras, o batiéndolo.

En todos los casos, los expertos aconsejan añadir una pizca de sal o un componente ácido que evite que la yema se endurezca y se formen grumos al descongelar, y hacerlo en recipientes herméticos para que no se oxide, pero dejando un mínimo espacio para la expansión del huevo.

¿Se puede congelar el salmón ahumado?

Del mismo modo que el salmón fresco, también se puede congelar el salmón ahumado manteniendo todas sus propiedades. ¿Cómo se prepara para la congelación? Hay que sacar el producto de su envoltorio original y congelarlo en raciones con tuppers o film de cocina. Así, a la hora de usarlo, se podrá coger solo la cantidad deseada sin que se estropee el resto.

¿Se puede congelar el gazpacho?

El gazpacho, como otras sopas y cremas, sí se puede congelar. A la hora de congelarlo, lo primordial es que una vez hecho se coloque en un recipiente que lo llene por completo, para que no quede casi aire, que es el responsable de la oxidación y la proliferación de gérmenes y otros agentes patógenos. Y después de descongelarlo, se tendrá que volver a batir, para que todos los ingredientes se amalgamen de nuevo.

¿Se puede congelar el calabacín?

También el calabacín, como las acelgas y otras verduras, se puede congelar si se escalda o cocina primero, nunca crudo del todo. Por tanto, para poder congelar el calabacín hay que cortarlo en rodajas, en láminas, en taquitos, rallado… y escaldarlo en agua hirviendo. El tiempo puede depender del tamaño del corte, pero, por regla general, bastará con un minuto para que no se ablande en exceso. De este modo, no se pegará durante la congelación. Luego se pasa por agua fría, se escurre y seca, y listo para congelar.

¿Se puede congelar la berenjena?

Al igual que el calabacín, se puede congelar la berenjena sin ningún problema escaldándola o cocinándola previamente. ¿Cómo se prepara para la congelación? Para escaldarla, hay que cortarla en láminas o en rodajas y meterla en agua hirviendo con un poco de limón para que no se ennegrezca. Pasados un par de minutos, hay que retirarla y meterla en agua fría para parar la cocción. Y una vez enfriada, secarla con papel absorbente y congelarla. Se pueden congelar los trozos juntos, por raciones o de forma individual en bolsas de congelación.

¿Se pueden congelar la leche y los derivados lácteos?

Aunque sí es posible congelar la leche, no se recomienda hacerlo porque, además de afectar a su estructura, textura y sabor, pueden producirse alteraciones en sus grasas y sus componentes que pueden ser potencialmente nocivos para la salud.

El yogur, tampoco. Sea del tipo que sea, con el proceso de congelación y descongelación cambia su textura y puede cortarse. La mantequilla, sí. Puede guardarse en bloque envuelta en film de cocina o dentro de un envase hermético o una bolsita de congelación.

¿Se puede congelar el aguacate?

El aguacate tal cual no se suele congelar porque, una vez descongelado, pierde su textura y su untuosidad. Sin embargo, sí se puede congelar triturado para elaborar guacamoles y otros patés y salsas. ¿Cómo se prepara para la congelación? Es tan sencillo como pelarlo, quitar el hueso y aplastarlo con un poco con limón para evitar que se ennegrezca con la oxidación e introducirlo en un envase hermético o film de cocina que no deje aire.

¿Se puede congelar la fruta?

A excepción de los frutos rojos y de los cítricos sin piel (que se pueden congelar sin problema) la mayoría de la fruta no se puede congelar cruda, tal y como sucede con casi todas las verduras.

¿Qué más alimentos pueden congelarse?

  • Carne. Se puede congelar la carne tanto cruda como cocinada. Pero hay que recordar que es mejor hacerlo en trozos pequeños o raciones para solo descongelar la carne que se va a utilizar y no toda la pieza.
  • Pescado y marisco. También puede congelarse cocinado o crudo. En este último caso se recomienda limpiarlo y descamarlo antes del proceso de congelación. Y como en la mayoría de alimentos, debe secarse antes de congelarlo para que conserve mejor sus propiedades y sabor.
  • Legumbres y verduras. Se pueden congelar, pero, antes de hacerlo, hay que blanquearlas, cocerlas o cocinarlas, ya que crudas no toleran bien el proceso de congelación. Hay que asegurarse también de que estén bien escurridas antes de colocarlas en el congelador.
  • Pan. Se puede congelar sin problemas, pero siempre en rebanadas o en porciones individuales para facilitar su descongelación parcial. También se pueden congelar los bocadillos ya hechos, con el embutido o el relleno y todo (algo que tiene tantos adeptos como detractores).
  • Chocolate. El chocolate es otro de esos alimentos que se pueden congelar sin que la mayoría de personas sea consciente de ello. Para proceder a su congelación es necesario dejarlo enfriar unas horas en la nevera, ya que meterlo directamente en el congelador puede ser negativo para el mantenimiento de su textura y su sabor.

¿Qué alimentos mejor no congelar?

  • Patatas. No toleran bien el proceso de congelación por lo que solo se suelen congelar en puré o a medio cocinar, tal y como se hace, por ejemplo, en las menestras de verduras o patatas fritas que venden congeladas.
  • Mayonesa y otras salsas. Pueden cortarse en el proceso de congelar y descongelar. Además, en el caso de la mayonesa, su textura cambiará con la congelación: forma una masa sólida.
  • Hierbas aromáticas. En este caso, pasa algo muy semejante a lo que ocurre con algunos vegetales y gran parte de las frutas, el importante porcentaje de líquido de estas plantas no las convierte en buenas candidatas para la congelación. ¿Por qué? Principalmente, porque pierden gran parte del aroma. Además, cambian su apariencia y textura. Pese a todo esto, mucha gente congela hierbas aromáticas de diversas maneras: en pasta como si se tratara de un pesto, envolviendo las hojas en papel de aluminio o congelando las hojas en cubiteras.
  • Tartas, pasteles caseros y otros postres. Este tipo de preparaciones contiene entre sus ingredientes no uno, sino varios compuestos incompatibles con la congelación: leche, huevos, almidones y grasas. Por lo cual, no se aconseja congelar tartas y pasteles caseros, aunque existen personas que sí lo hacen. En este grupo entran tortas, bizcochos, magdalenas, cupcakes, y otros postres semejantes. Sin embargo, si se trata de tartas frías, solo se pueden congelar aquellas que no contenga gelatina.
  • Pudín, flan y natillas. Estos postres contienen huevos y leche, por lo cual no resultan buenos candidatos para la congelación, ya que se cortan al descongelarlos. Además, pierden todas sus características sensoriales.
  • Gelatinas. La gelatina se forma por medio de enlaces de moléculas, dichos enlaces, sometidos a una alta temperatura, se rompen. En consecuencia, la gelatina pierde su consistencia y sabor, pero sin repercusiones nocivas para la salud. Además, congelar este alimento no prolonga su vida útil, ya que sin importar cómo la conserves, durará entre 7 y 10 días. Por todas estas razones, la gelatina no debe congelarse.

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