La menopausia es parte inevitable del hecho de cumplir años, además es un proceso que afecta a todas las mujeres a partir de una determinada edad, aunque cada una lo vive de forma diferente. Algunas padecen sofocos, cambios de humor o fluctuaciones en su peso, mientras que otras apenas notan nada más allá de la retirada de la menstruación.
Antes de profundizar en los mitos que hay alrededor de este proceso biológico hay que saber exactamente lo que conlleva. ¿Qué es la menopausia? Menopausia significa literalmente "última menstruación", por tanto, es aquel momento en el que la menstruación cesa y, por extensión, la fertilidad. Sin embargo, médica y socialmente se dice que tienen que pasar doce meses consecutivos sin el período para hablar propiamente de ella.
Normalmente sucede pasados los 40 años de la mujer, aunque también puede llegar de una manera diferente: ya sea porque haya sufrido la extirpación del útero (histerectomía) o porque se le retire la menstruación antes de los 40 años debido a otras causas, en estos casos hay que hablar de menopausia precoz.
La menopausia es una época en que la mujer experimenta cambios físicos y emocionales y que suele producirse, con mucha variabilidad, entre los 45 y los 53 años. Además, la gran mayoría de las mujeres, un 85%, llega a ella de forma natural y el resto lo hace por intervenciones quirúrgicas.
Estos cambios dan vértigo, especialmente los que tienen implicaciones relacionadas con la identidad de la propia mujer, entre otros la autoimagen y la imagen impuesta socialmente sobre qué es y no es una mujer en esta etapa de la vida, cómo debe mostrarse o cuál es su rol social.
Socialmente la menopausia está ligada a una serie de cambios negativos en el cuerpo y el estilo de vida de las mujeres que hace que estas se enfrenten a esta etapa con temor y, en muchos casos, desde una perspectiva negativa. Pero en las últimas décadas se ha evolucionado mucho en este aspecto, y la realidad ya no se corresponde con los mitos socialmente extendidos. Por eso es importante confrontar estos mitos negativos con la realidad. Los mitos son algo peligroso, independientemente de su origen, porque muchas veces no se corresponden con la realidad y generan confusión.
- Se acabó el sexo. No tiene por qué, sencillamente, la sexualidad cambia. El motivo es evidente y es que la vagina pierde elasticidad y disminuye el flujo, además, la mujer no tiene ciclo menstrual activo que induzca el deseo sexual. Hay que descubrir la sexualidad de nuevo, pero es una capacidad básica del ser humano que, cuidada, se puede disfrutar a lo largo de toda la vida.
- Más posibilidad de problemas cardiovasculares. Esto no es así. Es cierto que los problemas cardiovasculares aumentan con la edad, tanto en hombres como en mujeres, pero no guarda relación con los cambios hormonales y si, en cambio, con los hábitos generales de salud.
- Hay más riesgo de tener un problema de salud mental. El riesgo de tener un problema de salud mental en esta etapa de la vida está relacionado con aspectos como los condicionantes socioeconómicos, familiares o afectivos o con el haber tenido anteriormente un problema de salud mental. Es cierto que esta nueva etapa de la vida supone, para muchas mujeres, un tiempo de reflexión sobre la historia de sus vidas y su futuro más inmediato, pero esta reflexión no supone per se un problema de salud mental.
- Se tendrán todos los síntomas. La aparición de los síntomas de la menopausia es diferente para cada mujer, tanto en el número de síntomas como en la frecuencia y duración. Cuando una se va acercando a la edad es importante conocer los síntomas y saber cómo gestionarlos, pero la vivencia es totalmente única en cada una. Hay quien incluso no tiene síntomas o tiene muy pocos.
- Es necesario un tratamiento hormonal. La terapia hormonal para aliviar los síntomas de la menopausia es una elección de la propia mujer.
- Más riesgo de osteoporosis. No necesariamente. La osteoporosis se produce por una disminución de la masa ósea. Los estrógenos ayudan al cuerpo a absorber el calcio de los alimentos, pero la aparición de la osteoporosis se debe a más factores, no únicamente la ausencia de la menstruación, como tener un déficit de calcio y vitamina D, el consumo de alcohol y tabaco, aspectos genéticos, factores alimenticios, consumo prolongado de ciertos fármacos, entre otros.
- No es necesario hacer más seguimientos ginecológicos. Las revisiones ginecológicas hay que seguir haciéndolas siempre, sea cual sea el momento vital de la persona.
- Ya no se es una mujer atractiva. Tener o no tener la menstruación no tiene nada que ver con el atractivo personal de cada persona que, además, va mucho más allá del aspecto físico.
- Las mujeres en la menopausia engordan. Los cambios hormonales y metabólicos propios de esta edad tienden a producir aumento de peso y un cambio en la distribución de la grasa corporal. Sin embargo, las mujeres de hoy en día llegan a los 45 o 50 años en muy buena forma física, puesto que han optado por un estilo de vida saludable, con una dieta adecuada y realizan ejercicio físico.
- La decadencia del cuerpo es imparable. Lo es, claro, pero un buen cuidado del cuerpo puede hacerla mucho más lenta. Para mantenerse en forma durante la menopausia, lo mejor es seguir una dieta variada de base mediterránea con suficiente proteína, una buena hidratación, ejercicio físico suficiente y el mantenimiento de una buena relación con nuestro universo emocional.
- Habrá más pérdidas de orina. Esto tampoco es cierto, ya que no todas las mujeres tienen poco tono en el suelo pélvico. Si bien, a la hora de la menopausia se puede buscar una valoración en una profesional especializada que ayude a reforzar la zona y, en caso de pérdidas, hacer tratamiento para resolver la situación.
- Las mujeres menopáusicas son unas histéricas. La entrada a la menopausia supone una disminución de estrógenos y, como bien es sabido, los estrógenos, entre otras funciones, son antidepresivos naturales. Estos cambios hormonales, que se pueden dar ya desde la premenopausia, hace que muchas mujeres sufran cambios de humor acompañados de irritabilidad, llanto fácil e incluso depresión. Que estos cambios hormonales tengan efecto en el estado de ánimo no es algo exclusivo de la menopausia, también sucede a muchas mujeres mientras tienen la menstruación, conocido como síndrome premenstrual, y a otras después del parto, el denominado síndrome postparto. Hoy en día existen Terapias Hormonales Sustitutivas (THS) que pueden suplir la carencia de estas hormonas.
Maneras de ver la menopausia como algo positivo
- Existen cambios y expresiones que pueden hacer a las mujeres mucho más atractivas por el simple hecho de sentirse bien consigo mismas.
- Apostar por la idea de que la menopausia no modifica en modo alguno la sexualidad salvo en que termina su función reproductiva, y que los sentidos están ahí para disfrutarlos, para sentir y para conocerse.
- Si los pensamientos y actitudes son positivas le darán un gran significado a la experiencia como mujer.