Un equipo de científicos del Servicio Nacional de Sangre y Trasplantes (NHSBT) del Reino Unido ha resuelto un enigma que llevaba 50 años sin respuesta: la existencia de un nuevo grupo sanguíneo. Este descubrimiento, que ha sido apoyado y presentado por la Universidad de Bristol, podría tener un gran impacto en la medicina, especialmente en el tratamiento de personas con enfermedades raras, ya que permitirá mejorar la seguridad de las transfusiones de sangre.
El grupo sanguíneo, denominado MAL, ha sido identificado gracias a una técnica pionera que ha permitido desvelar el misterio que rodeaba al antígeno AnWj, detectado por primera vez en 1972. Aunque este antígeno había sido descubierto hace décadas, los investigadores no habían podido comprender su trasfondo genético hasta ahora.
Actualmente, se han identificado 47 sistemas de grupos sanguíneos que se diferencian por los antígenos presentes en los glóbulos rojos. Los más conocidos son los sistemas ABO y Rh, pero existen muchos otros que afectan a un porcentaje muy pequeño de la población. Tras años de investigación, el equipo del NHSBT ha identificado este nuevo sistema denominado AnWj, caracterizado por la ausencia de este antígeno. Aunque aproximadamente el 99% de la población es AnWj-positiva, los estudios han demostrado que también existen personas que son AnWj-negativas.
Louise Tilley, científica del NHSBT, ha liderado esta investigación durante más de 20 años. Aunque señala a la BBC que es complicado estimar el número exacto de personas que podrían beneficiarse de este avance, el Servicio Nacional de Sangre y Trasplantes estima que cada año podría ayudar a unos 400 pacientes a nivel mundial. Estos pacientes, que presentan características sanguíneas poco comunes, podrían evitar complicaciones graves relacionadas con transfusiones, como reacciones adversas a la sangre incompatible.
El trabajo de los investigadores ha permitido no solo identificar este grupo sanguíneo, sino también desarrollar una prueba genética para detectar la ausencia del antígeno AnWj en pacientes y donantes, de la mano del Laboratorio de Referencia Internacional de Grupos Sanguíneos del NHSBT.
Más seguridad en transfusiones para casos complejos
El NHSBT señala que todos los seres humanos tienen proteínas conocidas como antígenos en sus glóbulos rojos, pero algunas personas carecen de ciertos antígenos. Esto puede hacer que reaccionen de manera negativa a una transfusión de sangre estándar. En este sentido, la nueva prueba genética facilitará identificar a aquellos pacientes que son AnWj-negativos, lo que permitirá personalizar mejor las transfusiones y minimizar los riesgos asociados.
Por ejemplo, Philip Brown, trabajador del laboratorio, fue diagnosticado con leucemia hace 20 años. Gracias a transfusiones de sangre y un trasplante de médula ósea, cuenta la BBC, pudo sobrevivir. "Cualquier cosa que podamos hacer para que nuestra sangre sea mucho más segura y compatible con los pacientes es un paso definitivo en la dirección correcta", afirma.
Por su parte, Nicole Thornton, jefa del laboratorio que ha liderado este proyecto, destaca que el trabajo no ha sido fácil. "Resolver la base genética de AnWj ha sido uno de nuestros mayores desafíos", explica. Sin embargo, ahora que se ha conseguido, los médicos podrán emplear la nueva prueba en diversas plataformas de genotipificación "para identificar pacientes y donantes genéticamente negativos para AnWj", lo que podría salvar miles de vidas.