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Claves: autonomía, precio y repostaje

¿Hidrógeno o eléctricos: quién ganará la guerra de los coches 'verdes'?

Por ahora, los eléctricos puros cuentan con precios más económicos, pero tienen menor autonomía que los que se mueven con hidrógeno.

Por ahora, los eléctricos puros cuentan con precios más económicos, pero tienen menor autonomía que los que se mueven con hidrógeno.
Toyota FCV, el modelo pionero de tecnología de hidrógeno. | Corbis

Imagine que llenar el depósito de su coche le sale casi gratis. Pese a que pueda parecer una afirmación digna de ser entonada junto al Imagine de John Lennon, está cerca de ser una realidad. La energía de hidrógeno, el elemento químico más ligero y abundante del universo, se postula como el sustituto definitivo de las energías fósiles.

Las compañías de automóviles, conscientes de este hecho, ya han empezado a mover ficha para liderar un mercado que podría hacerse realidad mucho antes de lo que se cree. En este sentido destaca la fuerte inversión realizada por grandes marcas como Toyota, Hyundai, Daimler y Honda, tanto para desarrollar modelos fiables y atractivos de hidrógeno, como para el despliegue de estaciones de servicio por las carreteras europeas y norteamericanas.

Pese a ser un recién llegado en comparación con otras energías como la eléctrica, los proyectos llevados a cabo reflejan un aumento exponencial de la autonomía y capacidad de carga de los coches movidos por hidrógeno. Además, como su única emisión es el vapor de agua, este tipo de vehículos son perfectos para el medio ambiente.

Entre los proyectos de automóviles que funcionan mediante pila de hidrógeno destaca el Toyota FCV, que saldrá a la venta en abril de 2015 en Japón y tres meses más tarde en Europa y Estados Unidos. El precio de este modelo ronda los 55.000 euros en Japón. Es muy caro, pero también hay que tener en cuenta que una vez en carretera, su gasto de combustible es mínimo.

En este sentido, cabe resaltar la apuesta realizada por los Estados Unidos. California ha puesto en marcha un programa de expansión de estaciones de servicio para coches de hidrógeno. Con una partida presupuestaria de 200 millones de dólares, el Gobierno del Estado prevé tener en menos de una década más de 200 estaciones de servicio de esta tecnología. La Comisión de Energía de California quiere que en los próximos meses haya 28 nuevas estaciones que se sumen a las nueve ya abiertas.

La batalla

Pero la batalla contra la gasolina no se acaba en los coches de hidrógeno. De hecho, son mucho más conocidos entre el gran público los avances en la tecnología eléctrica (tanto con vehículos puros eléctricos como con los híbridos). Ahora, estos eléctricos pueden ver amenazado su futuro por el hidrógeno. Y se plantea una nueva lucha, en este caso no entre gasolina y nuevas tecnologías, sino dentro de éstas últimas.

Quizás la mejor muestra fueron las críticas lanzadas al hidrógeno por Elon Musk, director general de Tesla Motors, principal automotriz de coches eléctricos. El visionario empresario ha diversificado su actividad en torno a tres grandes pilares: internet (fundó Pay Pal), viajes espaciales (Space X) y energía sostenible (Tesla Motors). Y en defensa de ésta última, el pasado año, declaró que "la tecnología de hidrógeno no puede ser factible". En declaraciones recogidas por la revista Wired, Musk considera que la tecnología de celdas de hidrógeno, sistema en el que está basado el modelo de Toyota, únicamente es viable para el funcionamiento de cohetes.

Las baterías de ión-litio en las cuales se basa el modelo insignia de Tesla, Model S, son para esta empresa la tecnología que portarán los vehículos en el futuro. Las ventajas de los eléctricos frente a las pilas de hidrógeno son, entre otros, precios más cercanos a los de vehículos convencionales, así como el bajo coste de los cargadores, lo que permite incluso tener un estación de recarga en casa.

Pero la tecnología eléctrica también tiene elementos negativos que las marcas están intentando solucionar. En este sentido, las grandes debilidades de la tecnología son la autonomía del vehículo y el tiempo de recarga, que los hace muy poco apropiados para viajes largos. Tesla está empeñada en minimizar al máximo estos dos problemas. Para el próximo año, prevé tener una red de cerca de 100 estaciones distribuidas por todo el territorio estadounidense.

Estaciones de servicio en 2015. | Tesla.

Por su parte, los modelos de la tecnología de hidrógeno tienen como baza su alta autonomía, cinco veces más elevada que la de los eléctricos. Además, son incluso más ecológicos que los eléctricos, al emitir sólo vapor de agua. Sin embargo, la tecnología de hidrógeno, pese a ser mejor, requiere una gran inversión, tanto en la pila de hidrógeno, como en la creación de estaciones de servicio (cada una tiene un coste aproximado de unos seis millones de euros).

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