Motorola cree que su objetivo de exprimir la relación entre la calidad y el precio de los teléfonos inteligentes la ha convertido en "referencia" del sector y ha hecho que muchos otros fabricantes tengan que responder a su estrategia con precios más competitivos. "Hemos llevado la calidad a un precio asequible. (…) Eso ha hecho que muchos fabricantes tengan que seguirnos, ahora mismo el teléfono de referencia para competir es el Moto G", explica en una entrevista con Efe el director general de Motorola en España, Juan Carlos de la Vela.
El directivo revela que Motorola ha logrado ser tan competitiva en precio (Moto G cuesta 175 euros y Moto E, 99) porque ha optado por márgenes bajos, ha renunciado a grandes inversiones en marketing y ha recurrido a la versión más pura de Android. "La gama de entrada es lo que pide el usuario. Lo que hemos hecho es reducir la gama media: antes un usuario tenía que pagar 300 o 400 euros por un teléfono y ahora se lo hemos dado por 175 euros", asevera.
Según De la Vela, el Moto G se ha convertido en la referencia de "teléfono a batir en relación calidad-precio" y Motorola tiene la capacidad de "dictar cuál va a ser el precio para una pantalla grande de alta definición y un procesador muy bueno". Aunque reconoce que la tecnológica compite principalmente con "cuatro o cinco" marcas conocidas y otras tantas chinas, considera que Motorola "no tiene ningún competidor de referencia al cual batir". "Yo diría que no tenemos un competidor, creo que al revés, el problema lo tienen ellos porque todo el mundo quiere seguirnos", puntualiza.
De la Vela afirma que la diferenciación de Motorola no sólo llega de la mano del hardware, sino también del software, ya que presume de ser la única compañía que tiene todos sus terminales con la última versión de Android y la única que se compromete a que todos se podrán actualizar a la siguiente (Android L).
Moto 360 estará este mes en el mercado
Este mes Motorola pone en el mercado los nuevos Moto X, Moto G y el reloj Moto 360. De la Vela desconoce cuál va a ser el tamaño del mercado de los wearables y no se aventura a hablar de previsiones de venta del Moto 360, un reloj inteligente equipado con Android Wear y el primero de la categoría con pantalla circular que cuesta 249 euros, aunque sí apunta a que hay "mucha demanda".
Sin embargo, está convencido de que cuando la gente lo pruebe –trabaja asociado a un teléfono Android– y conozca lo que es capaz de hacer empezará a funcionar el boca a boca y la categoría empezará a tener una presencia importante en la vida cotidiana. "Cambia completamente cómo interactúas con tu teléfono (…). Permite no tener que estar siempre mirando el teléfono, sino que el reloj de alguna forma se convierte en una segunda pantalla, en un espejo del teléfono desde el que poder manejarlo", dice.
De la Vela considera de que la voz va a ser cada vez más importante en el ámbito de la tecnología móvil puesto que permite que la interacción con ella sea más sencilla.
Vislumbra un futuro cercano en el que los móviles tendrán pantallas cada vez más grandes –aunque cree que el límite está entre las 5 y las 5,5 pulgadas, puesto que más allá es complejo manejar el dispositivo con una sola mano–, de más resolución y menor precio. Además, sostiene que los teléfonos, que seguirán siendo el centro de la vida tecnológica, serán cada vez más inteligentes y capaces de reconocer qué está haciendo y qué quiere hacer el usuario. El control gestual y los pagos móviles serán tendencias asimismo relevantes en el ámbito móvil, sostiene el directivo.
En cuanto a la categoría de dispositivos tecnológicos corporales, en la que se inserta su Moto 360, prevé que evolucione cada vez más hacia el diseño y la personalización.
Motorola sigue siendo de Google
La estrategia de "llevar la calidad a un precio razonable" en un mercado sumamente competitivo se ha implementado mientras Motorola se encontraba en el seno de Google. Y es que en pocos años, Motorola ha sufrido intensos cambios: en 2011 fue comprada por Google –un movimiento que otros fabricantes del ecosistema Android recibieron con recelo–, quien se la vendió a la china Lenovo a comienzos de este 2014.
El directivo indica que la adquisición de Motorola por parte de la china Lenovo no se ha hecho efectiva puesto que aún falta la decisión final de algún regulador, si bien espera que la transacción se cierre antes de que termine el año. Así, por el momento nada ha cambiado para Motorola puesto que sigue de facto "bajo el paraguas de Google".
De la Vela reflexiona que estar en manos de Google le ha servido a Motorola para "ver dónde está el usuario, qué necesita y dárselo". "Ha supuesto tener más conocimiento, aunque no ha habido acceso a prioridades que no hayan tenido otros fabricantes. Ha sido tener las cosas más claras de hacia dónde evolucionamos y hacia dónde evoluciona el mercado", añade.
Por el momento, el directivo desconoce qué cambios implicará la entrada en Lenovo, aunque matiza que "todo apunta a que la marca Motorola se va a mantener porque tiene un valor muy alto para el usuario final y habrá regiones donde convivan las dos marcas". Otra cosa que se estudiará cuando la compra se haga efectiva, según De la Vela, es si Motorola vuelve al mercado de las tabletas.