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Lo que queda del roaming

A pesar del temor al roaming cuando salimos de viaje, éste ya no es lo que era y en el verano de 2017 desaparecerá dentro de la Unión Europea.

A pesar del temor al roaming cuando salimos de viaje, éste ya no es lo que era y en el verano de 2017 desaparecerá dentro de la Unión Europea.
El roaming es uno de los compañeros de viaje más temido

En 2011, Celina Aarons, una ciudadana norteamericana con residencia en Florida recibió una factura de su compañía telefónica de 201.000 dólares (178.000 euros). Sus hermanos, que estaban incluidos en su contrato de móvil, habían pasado unos días en Canadá y habían hecho un uso normal de sus móviles, mandando algunos mensajes de texto y descargando vídeos de Youtube. El culpable de semejante descalabro económico tiene un nombre: roaming.

El roaming, o en castellano, la itinerancia, es uno de los compañeros de viaje menos queridos. Una buena parte de los españoles que salen al extranjero tienen un (justificado) miedo a que su factura de teléfono se dispare si deciden utilizarlo. Cuando los teléfonos sólo servían para llamar, controlar el gasto parecía más sencillo. Basta con limitar la duración de las llamadas. Sin embargo, con la llegada de Internet a los móviles el control parece ser más complejo.

El roaming dentro de la Unión Europea dejará de ser un problema dentro de un tiempo, ya que las autoridades europeas han acordado su desaparición. No obstante, la fecha definitiva del fin ha cambiado ya tantas veces que resulta difícil de creer. En principio, si nada lo impide, el 30 de junio de 2017 será el último día que se cobre de más por esta práctica dentro de los límites de la UE.

Es una buena noticia para los españoles, que en 2014 realizaron un 65% de sus viajes internacionales dentro de la Unión Europea, según datos del Instituto de Estudios Turísticos (IET). Aun así, los precios por llamar o navegar con un móvil español dentro de Unión tienen poco que ver con los que rigen si se decide cruzar las fronteras comunitarias.

El roaming en La Unión Europea

Aunque el Roaming en la Unión Europea no haya desaparecido todavía, ya no es lo que era. En 2007 se limitaron por primera vez los precios de la itinerancia dentro las fronteras de los 27. Desde entonces, el coste de hacer una llamada o mandar un SMS ha descendido un 80%, mientras que el de la itinerancia de datos lo ha hecho hasta el 91%. Y es una buena noticia, porque este tipo de tráfico se ha incrementado un nada despreciable 630% desde entonces, según datos de la Comisión Europea.

Sin embargo, los precios de usar el móvil siguen estando lejos de ser los mismos que los del otro lado de la frontera. Cada operador fija sus propios precios dentro de los límites que establece el regulador, que además han ido descendiendo con los años.

Costes máximos del Roaming en la UE

Julio de 2012

Julio de 2013

Julio de 2014

Minuto de llamada emitida

0,29€

0,24€

0,19€

Minuto de llamada recibida

0,08€

0,07€

0,05€

SMS enviado

0,09€

0,08€

0,06€

MB de Internet

0,70€

0,45€

0,20€

El fin: junio de 2017

Sin embargo, hasta estos costes tendrán que desaparecer el 1 de julio de 2017. No ha sido un camino fácil: el año pasado el Parlamento Europeo logró aprobar una fecha para su fin: el 15 de diciembre de 2015. Sin embargo, poco después y presionada por los operadores de telefonía, la Comisión Europea aprobó una resolución mucho más conservadora, que alargaba el proceso hasta el 15 de julio de 2018. Finalmente el Ejecutivo y el Parlamento acordaron acercar la fecha a 2017. No obstante, hubo que poner unos límites: los de "uso razonable".

El roaming desaparecerá de la Unión Europea en verano de 2017

Los límites de uso razonable

Los operadores de telefonía quieren defenderse de unas tarifas que le hagan perder dinero. Y es que no cuesta lo mismo llamar por teléfono en España que en Lituania. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE hizo público un estudio en julio de este año, en el que situaba los precios en España de internet y móvil por encima de la media, mientras que Francia es el Estado más barato del mundo en estos productos.

Por eso, las empresas quieren limitar la posibilidad de que una persona contrate una línea telefónica en un país a un precio muy bajo, y la utilice en su Estado de residencia donde los costes son más elevados. Los límites todavía no están decididos pero entrarán en los que se llamará "Política de uso razonable", un reglamento que tiene que fijar las normas del juego y que el Consejo de Europa tendrá que aprobar antes de este año.

Fuera de la UE

Fuera de la Unión, por el contrario, la norma que predomina es la del precio salvaje. En ausencia de regulación alguna, los operadores ponen precios desorbitados a hacer una llamada o navegar por Internet.

Y es importante señalar "UE" y no "Europa", porque en los Estados europeos no miembros es dónde se producen algunas de las sorpresas más desagradables. Un minuto de voz desde Andorra a España tiene un coste de 1,82 euros por minuto con Movistar, además de un establecimiento de llamada de 1,21 euros. Llamar a otro país que no sea España desde este mismo destino eleva el coste hasta los 4,83 por minuto. El precio del resto de los operadores es muy parecido.

Los operadores y las tarifas

Los operadores de telefonía son los que tienen la última palabra para fijar las tarifas para llamar y enviar mensajes fuera de España. Muchos de ellos tienen tarifas específicas para evitar los costes del roaming, y se pueden encontrar planes de voz y datos para casi cualquier destino.

El director de Producto de Rastreator.com, Fernando Summers, lo tiene claro: "Los operadores de telefonía tienen ofertas de sobra para adaptarse a las necesidades de cada usuario, pero es necesario que éstos estén atentos". "No es lo mismo llamar desde Europa que desde América, y tampoco hacerlo con una tarifa específica de roaming, que sin haber contratado un plan para ello".

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