La distribución del Galaxy Note 7 sufrirá retrasos para realizar nuevos controles de seguridad a los terminales, una decisión motivada por las noticias que se han compartido en los últimos días de terminales que se prenden fuego y que apuntan, en principio, a problemas con la batería.
Samsung ha confirmado la cancelación, por el momento, de la distribución y venta de los terminales, y la realización de nuevos controles de calidad, como ha explicado en un comunicado publicado en su web.
La compañía tiene conocimiento de al menos 35 casos de Note 7 que se han incendiado en diversas partes del mundo. Samsung considera que el problema se encuentra en la batería, por lo que van a inspeccionar a los proveedores.
Galaxy Note 7 está presente en algunos países, como Corea del Sur. En este caso, la compañía se ha comprometido a reemplazar el terminal por uno nuevo en las próximas semanas.