Apple ha notificado a sus proveedores que reducirá a la mitad su objetivo de producción de su último smarthphone, el iPhone X, durante los primeros tres meses de este año frente a la estimación de 40 millones de unidades en el momento de su lanzamiento en noviembre, hasta 20 millones, según informó el diario japonés Nikkei, lo que provocaba que sus acciones cayeran más de un 2%.
En concreto, el motivo de la revisión a la baja sobre la producción del iPhone X estaría vinculado a unas ventas más bajas de las esperadas en la temporada de compras navideñas en sus mercados clave como Europa, Estados Unidos y China. Apple se ha negado a comentar sus planes, pero la acumulación de inventarios parece haber empujado a la compañía a frenar su producción.
El iPhone X salió al mercado con un precio de 999 dólares (806 euros) en EEUU –1.159 euros en España–, un alto precio que se debe fundamentalmente al coste de las pantallas OLED fabricadas por Samsung Electronics.
Asimismo, se prevé que el próximo jueves, cuando Apple informe sobre los resultados de su primer trimestre fiscal, mantenga su objetivo de producción de otros modelos de menor precio en 30 millones de unidades, como del iPhone 8 o del iPhone 8 Plus.
No obstante, los analistas prevén que Apple bata un nuevo récord en cuanto al beneficio neto, al apuntar que será superior a los 19.000 millones de dólares (15.340 millones de euros), según el consenso recogido por Financial Times, frente a los 18.360 millones de dólares (14.820 millones de euros) que ganó entre octubre y diciembre de 2015, el trimestre de mayores ganancias de su historia.