
Érase una vez un país donde el sol lucía más de 2.500 horas cada año. Sin embargo, en este luminoso país, aquellos que querían aprovechar la energía solar para su propio consumo estaban obligados a pagar impuestos por la electricidad que producían.
En 2018 una nueva ley lo cambió todo y, a partir de ese momento, las instalaciones de autoconsumo solar comenzaron a extenderse por las azoteas españolas.
Entonces llegó la crisis energética, –desencadenada por las consecuencias de la pandemia y de la guerra entre Ucrania y Rusia– que ha llevado a la energía solar a alcanzar su punto álgido en España: en tan sólo cuatro años la potencia solar instalada creció un 175%, pasando de los 6.722 MW de 2018 a los 18.523 MW en 2023.
El autoconsumo solar también es para pymes
La eliminación del "impuesto al sol" y la crisis energética han sido los dos grandes disparadores de este tipo de energía renovable, pero no son los únicos motivos para la generalización del autoconsumo solar, un sistema que ofrece interesantes beneficios a los consumidores. Uno de los colectivos que está descubriendo y aprovechando las ventajas del autoconsumo solar es el de las pequeñas y medianas empresas.
El ahorro y la rentabilidad económica son los elementos clave que convencen a las pymes acerca de la conveniencia del autoconsumo solar. Gracias a los paneles solares las pymes reducen su consumo eléctrico entre un 20% y un 30% y pueden llegar a rebajar la factura mensual hasta en un 40%.
Al mismo tiempo, nos encontramos en el momento propicio para la solicitud de subvenciones (que pueden llegar a cubrir hasta el 40% de los costes de instalación): el Ministerio de Transición Ecológica cuenta con un fondo de 900 millones de euros destinado a la concesión de ayudas para instalaciones de autoconsumo.
Además de tener en cuenta el ahorro que suponen estas subvenciones, los pequeños empresarios saben que los costes de instalación de las placas solares se amortizan en unos 5 años y que la vida útil de cada panel solar puede llegar hasta los 25 años.
Por supuesto, otra de las ventajas que más convencen a las pymes a la hora de instalar paneles solares es la posibilidad de vender el excedente de energía que producen a la red eléctrica. De esta forma, el autoconsumo solar no es solamente un instrumento de ahorro, sino que también puede convertirse en una fuente de ingresos.
Pero más allá de los beneficios económicos, las pymes se han dado cuenta de que sumarse al autoconsumo solar mejora la opinión de sus clientes acerca de su identidad corporativa.
En la actualidad existe una conciencia medioambiental, que está modificando a los hábitos de consumo de los españoles y dirigiendo su interés hacia empresas comprometidas y socialmente responsables.
Con un 80% de la población preocupada por el cambio climático (CIS: 43% muy preocupados + 37% bastante preocupados) implantar una tecnología que reduce la huella de carbono y evita la emisión media de 8.598 kilos de CO2 al año, contribuye en gran medida a la mejora de la imagen pública de las empresas y la satisfacción de sus clientes.
Los particulares y las grandes empresas ya habían descubierto el potencial del autoconsumo solar, pero ahora es el turno de las pymes. Ahorro, rentabilidad, fuente de ingresos, independencia energética, prestigio corporativo..., las ventajas son tan relevantes que cada vez son más las pequeñas y medianas empresas que suben al carro del autoconsumo solar.