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El sector de la ingeniería alimentaria confía en la tecnología BIM

La cooperativa bonÀrea ha implementado la tecnología BIM en su proyecto para centralizar su producción de producto fresco y aumentar su expansión.

La cooperativa bonÀrea ha implementado la tecnología BIM en su proyecto para centralizar su producción de producto fresco y aumentar su expansión.
Wikipedia

Muchas empresas de ingeniería del ámbito agroalimentario han apostado por la metodología BIM para avanzar en el camino de la innovación. Es el caso de la cooperativa bonÀrea, que ha implementado esta tecnología en la construcción de un macrocomplejo industrial y logístico en Épila (Zaragoza). Un proyecto que le permitirá centralizar su producción de producto fresco y expandirse por otras zonas de España.

La metodología BIM (Building Information Modeling) tiene cada vez más adeptos en el sector de la ingeniería agroalimentaria, sobre todo, en aquellas empresas que apuestan por la innovación y la digitalización para alcanzar el éxito de sus proyectos. La cooperativa bonÀrea (www.bonarea-agrupa.com), primer grupo alimentario por volumen de facturación en España, ha desarrollado esta modelo de trabajo colaborativo en la construcción de un nuevo centro de producción en Épila, en la provincia de Zaragoza. Una ubicación estratégica, que por un lado está cerca de varios puntos de venta lo que le permite mantener los estándares de calidad en los productos sin que se encarezcan, y, por otro, impulsar su plan de expansión por el norte de España, Levante y Madrid.

Este macrocomplejo está llamado a convertirse en la segunda mayor industria de Aragón cuando se complete en 2029. Comenzó a operar a finales del pasado año con alrededor de un centenar de profesionales en una nave logística de 15.000 metros cuadrados pero el proyecto aspira a crear 4.000 puestos de trabajo en la próxima década tras una inversión de 400 millones de euros. Su objetivo es centralizar el suministro a las tiendas (a finales de este año tendrá capacidad para atender pedidos a 250 de las 1.000 tiendas que abastecerá cuando esté a pleno rendimiento) e impulsar su plan de expansión por España.

Asimismo, bonÀrea quiere dar continuidad y viabilidad a toda la labor agroalimentaria que se realiza en el entorno rural de ahí que se haya ubicado en una zona que le permite la conexión directa y sin intermediarios de la producción agroalimentaria del entorno rural con los consumidores.

Apuesta por la digitalización

Su apuesta por la proximidad, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria está fuera de toda duda. Ahora bien, esta cooperativa también tiene clara la importancia de la innovación y la digitalización. De ahí su apuesta por el uso de la tecnología BIM. "Todas las empresas que contratamos para desarrollar el proyecto del nuevo centro de producción se dieron cuenta de los beneficios de trabajar con metodología BIM tanto para el proyecto como para la posterior ejecución. Y también para usar los archivos e información que tienen para poder mejorar los procesos de mantenimiento de todas las instalaciones", explica Jorge Oto, BIM Manager de bonÀrea en una entrevista para la sección AbiertoXObras de la consultora especializada Espacio BIM (www.espaciobim.com). Se trata de una forma de trabajo colaborativo que permite unificar toda la información en un único modelo digital al que tiene acceso todos los agentes intervinientes en la parte constructiva, industrial y de mantenimiento.

Durante el diseño y ejecución del proyecto han estado involucradas distintas empresas que, a su vez, han utilizado diferentes softwares y herramientas como Revit, Autocad o BIM 360. Para ello, la interoperabilidad ha resultado fundamental. Al hilo de esta cuestión, Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional de la mencionada consultora recuerda que "la interoperabilidad es la capacidad de diversos sistemas para trabajar juntos sin pérdida de datos y sin un esfuerzo adicional, un objetivo que a día de hoy continúa siendo el caballo de batalla de la metodología BIM".

Un proyecto ambicioso, el de la construcción de este macrocomplejo industrial y logístico de Épila, que aspira a convertirse en el mayor motor económico, tanto en términos productivos como de empleo, de Aragón.

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