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El cambio necesario: biotecnología agrícola con biofertilizantes y bioestimulantes para preservar suelos

El cambio climático, la sequía, la desertización o los agresivos tratamientos están agotando nuestros suelos y se deben aportar soluciones reales.

El cambio climático, la sequía, la desertización o los agresivos tratamientos están agotando nuestros suelos y se deben aportar soluciones reales.
Pixabay

El planeta se muere. O más bien lo estamos matando. Puede resultar un comienzo demoledor para un texto como el que aquí nos ocupa. No obstante, resulta necesario tomar plena conciencia de ello para lograr aportar soluciones reales ante un problema de semejante calado. El cambio climático, la sequía, la desertización o los agresivos tratamientos que terminan por agotar nuestros suelos son solo la punta del iceberg. Algo que, por otro lado, deja clara la apremiante necesidad de adoptar un cambio real y palpable en el actual modelo de producción agrícola. Y que mejor forma de hacerlo puede haber que apostar por la biotecnología. En este artículo nos vamos a centrar en los biofertilizantes y bioestimulantes como sustitutos de los abonos y fertilizantes tradicionales. Tratando, nunca mejor dicho, por el camino todas sus virtudes y beneficios.

¿Qué es eso de los biofertilizantes y bioestimulantes?

Hablar de biofertilizantes es hacerlo de un tipo de abono orgánico utilizado para tratar el suelo y dotar a nuestras plantas de los nutrientes necesarios para su crecimiento y correcto desarrollo. Eso sí, y ahí radica una de sus grandes diferencias, se trata de productos que no causan daño alguno al medio ambiente. Algo que queda más que patente en su origen vegetal y bacteriano. En relación a los bioestimulantes, aquí hacemos referencia a complementos que aportan una serie de nutrientes que se suman a los fertilizantes y que estimulan el propio desarrollo natural facilitando la asimilación de los fertilizantes y abordando el estrés abiótico (no confundir con el biótico).

Beneficios de los bioestimulantes y los biofertilizantes.

Como os podréis imaginar ya, los bioestimulantes y los biofertilizantes no solo se configuran como una necesidad, sino que además se erigen como el futuro de la agricultura moderna. Aportando factores tan importantes como la resistencia o el aumento de la productividad. Pero es que la cosa no se queda ahí. Y es que su origen 100% orgánico hacen que otro de sus pilares fundamentales pivote en torno a la sostenibilidad. No en vano, se trata de fertilizantes y estimulantes que no causan ningún impacto negativo en el medio ambiente. Logrando, por el camino, dar forma a una flora microbiológica mucha más variada y desarrollada y a una mejor asimilación de los nutrientes. Algo que, como os podéis imaginar, al final también repercute positivamente en la calidad misma del suelo.

El futuro de la agricultura es sostenible

La Agenda 2030 adoptada por la Asamblea General de la ONU elaboró las directrices generales de un plan sostenible que pretende cambiar las estrategias nacionales en términos medioambientales y económicos. Obligándonos a cambiar por completo nuestro paradigma de crecimiento. Algo que, y no podía ser de otra forma, afecta a nuestro sector agrícola. Hablamos de un sector que, como habéis podido leer, se enfrentan a grandes, y variados retos. Por fortuna, son muchas las herramientas a nuestra disposición para dar forma a un sistema sostenible y productivo con el que gestionar de forma más eficiente los escasos recursos a nuestra disposición. Si, la agricultura sostenible viene para quedarse y los biofertilizantes y los bioestimulantes son dos de sus principales puntas de lanza.

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