El director de la investigación Ashok Hedge, neurobiólogo, lo explica con el siguiente ejemplo “Dónde estabas en el 11M? Mucha gente recuerda sin dudarlo qué hacía en el momento que se enteró del atentado. Ese momento se recuerda porque la emoción, de algún modo, hace que la memoria sea más duradera”.
La tendencia habitual es a recordar aquellos momentos muy felices y también los más tristes porque las emociones extremas liberan un químico en el cerebro llamado norepinefrina, relacionada a la adrenalina. El equipo de Hedge investigó de qué modo la norepinefrina ayudaba a una hembra de ratón a recordar la esencia del macho, pese a haber sido expuesta a su olor sólo una vez durante la copula.
Así fue como descubrieron que la norepinefrina liberada por la hembra, activaba una enzima, la Proteína Kinasa C (PKC). Las hembras de ratón reciben en su cerebro la información de la esencia del macho gracias a un químico conocido como glutamato.
Gracias a esto, el equipo liderado por Hedge hizo un gran hallazgo: “la enzima PKC – explica el científico – le dice a
Cuando algo se almacena en
la memoria
, las conexiones entre células nerviosas, llamadas sinapsis, cambian. “Las memorias duraderas – concluye Hedge – se forman cuando las sinapsis se hacen más fuertes cambiando su estructura. El glutamato, la norepinefrina y la enzima PKC crean esos cambios”.
Este descubrimiento podría servir para tratar a pacientes con estrés post-traumático o con desórdenes en la memoria.