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José Aguilar Jurado

Precisiones sobre ‘iros’

Gran escándalo ha producido la noticia de que la Academia ha decidido (según cuenta en Twitter Arturo Pérez Reverte) dar por válido iros como imperativo de ir.

Gran escándalo ha producido la noticia de que la Academia ha decidido (según cuenta en Twitter Arturo Pérez Reverte) dar por válido iros como imperativo de ir.
David Alonso Rincón

Gran escándalo ha producido la noticia de que la Real Academia Española ha decidido (según cuenta en Twitter Arturo Pérez Reverte) dar por válido iros como imperativo de ir.

Vayamos por partes. El imperativo plural, segunda persona, de ir sigue siendo id. Lo que se admite, o se va a admitir en otoño, según parece, es iros para la forma pronominal (irse). Huelga decir que ir e irse tienen significados distintos, según los contextos ("yo me voy" no equivale a "yo voy").

Los españoles solemos olvidar que la segunda persona del plural vosotros solo existe en España. En toda la América hispana (y en Canarias) el pronombre para dicha persona gramatical, tanto en el uso de confianza como en el de cortesía, es ustedes. Y concuerda con la tercera persona del verbo. Del verbo ir y de cualquier verbo. Por tanto, a más del 90% de hispanohablantes les son ajenas las formas andad, tened o venid, porque lo general (y válido) en más de veinte países es anden, tengan y vengan. Y para el verbo ir, vayan y váyanse. Así pues, el dilema gramatical de idos o iros es exclusivamente español. Y no de toda España.

Por otro lado, con el verbo ir se producen dos circunstancias. Una, la escasa sustancia fónica que tienen ciertas formas de dicho verbo (que, por otra parte, es etimológicamente una mezcla de varios verbos latinos: algunas formas vienen del verbo ire, otras de vadere y otras de esse). Entonces ocurre que el imperativo plural normativo, al unírsele el pronombre, coincide con la forma del participio, idos (que también es un adjetivo que significa "trastornados"). Y, claro, los hablantes tienden a evitar la homonimia y optan, espontánea y hasta ahora incorrectamente, por iros. También hay una forma arcaica íos desechada, sospecho, precisamente por esa falta de sustancia fónica, al ser una raíz compuesta por un solo fonema vocálico.

Porque, además, al problema de idos se suma el hecho de que nuestra forma de imperativo plural, de todos los verbos, está en franco retroceso. Se usa muy poco en la lengua coloquial, y queda relegada al uso culto y, sobre todo, al escrito, donde se emplean mucho menos los mandatos. Además, como ya dije antes, las formas del imperativo plural con -d final solo se utilizan en España. Por otro lado, en la España meridional la -d final se aspira o no se pronuncia. E incluso en la España septentrional la gente se come esa -d habitualmente. Si se suele pronunciar libertá, ¿por qué se va a pronunciar empezad? Me permito recordar que las formas del voseo argentino (y de otros países de Hispanoamérica) en imperativo vienen precisamente de la desaparición de esa –d: vení, tené, comprá. O sea, son plurales que se usan con sentido singular, que eso es el voseo, sustancialmente. Y están académicamente admitidas.

Pero es que a esto se une la existencia de un uso muy habitual del infinitivo con valor imperativo, precedido de la preposición a: a correr, a dormir, a callar. De ahí a confundir la pronunciación relajada (o meridional) de comed con la del infinitivo (también relajada en la España meridional) comer va un paso. Un paso que hace mucho que se ha dado. Los imperativos plurales con -r final se oyen muchísimo, e incluso se escriben. Pedro Sánchez puso hace unos años en un tuit "ser felices", y en otro "ser malos".

Porque el uso del infinitivo en lugar del imperativo (o de un imperativo acabado en -r) no es estrictamente vulgar, a mi juicio. Yo lo calificaría como informal o coloquial. En cualquier caso, la RAE no lo admite todavía. El caso de iros es una excepción que se justifica por las razones arriba expuestas.

La cuestión es que últimamente con cada decisión de la Academia se monta un pifostio de padre y muy señor mío. Que si la tilde de solo, que si el amigovio o que si la almóndiga. La mayor parte de esas polémicas carecen de fundamento. Y, a mi juicio, esta también. La RAE sanciona el uso, y el uso del imperativo de ir está clarinete. Además, por lo que ha contado Pérez Reverte, la forma idos no se rechaza: sigue considerándose válida, aunque no la use ni Cristo. Por tanto, la miríada de puristas que infestan las redes sociales pueden seguir diciendo idos, si es que lo han dicho alguna vez, lo cual dudo. De momento, en este periódico ya hay quien, sin esperar a octubre, que es cuando entra en vigor la norma, ha empezado a usar iros.

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