¿Hasta qué punto las instituciones pedagógicas públicas, y la inversión estatal en cultura, dejaron atrás la fusión entre ideología y propaganda impuesta durante las décadas más atroces?
La izquierda, tanto Podemos como el PSOE, después de manipular los planes de estudios y dominar los centros de emisión del discurso público (universidades, cine), está modificando el espacio público para imponer su ideología.
En Andalucía está en cuestión la prevaricación de facto que acometen las instituciones públicas socialistas con una programación cultural en la que priman los intereses ideológicos sobre los estrictamente artísticos.