Así fue el comportamiento de dos dictaduras criminales con un cinismo digno de mejor causa. Goebbels ejerciendo de guardián de los derechos humanos, Stalin haciendo como que le preocupaban los polacos.
Los polacos no perciben como tal la “liberación” sino más bien como la sustitución del totalitarismo nacional-socialista alemán por el nacional-comunista ruso.