La intervención de Andrés Amorós de esta semana en Es la mañana, de Esradio, ha venido encabezada por el conocido Bolero de Ravel; utilizado nada menos que como presentación para una serie de recomendaciones acerca de la "preciosa ciudad de Santander", que el crítico ha querido promocionar.
"El próximo día 1 de agosto comienza el Festival Internacional de Música, que continuará hasta el 25", ha comenzado. "Y por eso os traigo esta pieza. Porque el día 8 el Ballet Béjart de Lausanne la bailará". De la obra ha querido destacar, sobre todo, su "crescendo erótico impresionante" y el trabajo del "auténtico genio del ballet, comparable con Picasso en la pintura, que fue Maurice Béjart".
Además, también ha querido destacar la programación del día 15, en el que la Orquesta de Londres, dirigida por Sir Simon Rattle, tocará la Danza Eslava número 2 de Antonin Dvorak; "probablemente la más melancólica de sus melodías". Y la del día 25, en el que sonará la 4ª Sinfonía de Mahler: Canciones de los niños en el cielo, interpretada por la Orquesta de Budapest, dirigida por Ivan Fischer. "Mahler tenía una verdadera obsesión por los niños que morían demasiado temprano", ha explicado Amorós, aclarando el título a los oyentes.
Otras recomendaciones: Somo, o el lugar de inspiración de Federico García Lorca
Pero no ha querido despedirse sin hablar de otras cosas que se pueden hacer en la capital cántabra, y ha querido mencionar algunas "recomendaciones muy básicas", para poder disfrutar al máximo de la ciudad. "Todo el mundo conoce el nuevo Centro Botín, contruido por el arquitecto Renzo Piano. Es un sitio obligado, y además acoge ahora la exposición Cosmos y vanguardia rusa".
Para los amantes del mar, ha querido recomendar también Museo Marítimo del Cantábrico, que "tiene una terraza única dentro del mar" y desde el que "se pueden coger unas barquitas que te llevan directamente a Somo", otro lugar de interés cultural. "Poca gente lo sabe, pero en Somo era donde se alojaba Federico García Lorca cuando iba a Santander con La Barraca. Allí fue, de hecho, donde recibió la trágica noticia de la muerte de su amigo Ignacio Sánchez Mejía; y allí fue donde comenzó a escribir la famosa elegía que, junto a las coplas de Manrique, es la elegía por excelencia en lengua castellana".
Para acabar, ha recomendado también la 'neocueva' de Altamira, situada muy cerca de Santander. "Una reproducción perfecta de la original", que puede visitarse en profundidad.