La agrupación liberal El Club de los Viernes, el think tank Civismo y la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria se suman a una iniciativa internacional para conmemorar el 30° aniversario de la Caída del Muro de Berlín, el hundimiento del bloque soviético, cuyo objetivo es conseguir una condena del comunismo similar a la del nazismo, es decir, "proponer que el comunismo reciba el juicio histórico-moral condenatorio e inapelable que recibió (justamente) en su momento el nazismo", comentan a Libertad Digital los organizadores. A día de hoy la ideología más criminal de la historia sigue gozando del respeto de gran parte de la prensa y la intelectualidad de Occidente, incluido el ámbito académico. Y, por supuesto, durante más de un siglo las decenas de millones de víctimas han sido acalladas y se les ha negado el merecido reconocimiento.
Los padres de esta iniciativa internacional son el disidente soviético fallecido este pasado domingo 27 de octubre en Cambridge, Vladimir Bukovsky y el filósofo italiano Renato Cristin. Entre los firmantes está el filósofo polaco Ryszard Legutko.
En Madrid está convocado un acto el día 9 de noviembre, fecha de la caída del Muro, en el que van a participar el autor del Libro Negro del Comunismo y referencia internacional en la divulgación de sus crímenes, Stephane Courtois, el periodista y escritor Federico Jiménez Losantos, autor del fenómeno editorial Memoria del comunismo, el periodista y eurodiputado de VOX Hermann Tertsch, que en 1989 retransmite en directo las "revoluciones de terciopelo", el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco José Contreras, el catedrático de Economía Política Francisco Cabrillo, Julio Pomés presidente y fundador de Civismo, y el presidente del Club de los Viernes Ángel Fernández.
Renato Cristin ya ha dado a conocer en Roma, en el Senado italiano, un importante Manifiesto, declaración de intenciones del movimiento. Hay previstas presentaciones en al menos tres ciudades europeas (Trieste, Varsovia y Estocolmo) y "se trabaja" para estar también en la capital de EEUU, en Washington.
El acto del 9 de noviembre en Madrid será en la Universidad San Pablo-CEU (calle Julián Romea, 23) a partir de las 17:30 horas. La entrada es libre previa inscripción. El acto también se podrá seguir en directo a través de YouTube, pinchando aquí.
Texto íntegro del Manifiesto:
"Llamamiento para un Núremberg del comunismo
El 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín nos ofrece una oportunidad valiosa. No solo podemos hacer una contribución muy necesaria a la memoria histórica, sino que también podemos desarrollar y apoyar una cultura anti-totalitaria, omnicomprensiva y orientada al futuro. Aprovechamos esta oportunidad para proponer unos "Juicios de Núremberg" del comunismo.
Los Juicios de Núremberg, celebrados entre 1945 y 1946, juzgaron y castigaron los crímenes del nacionalsocialismo, transmitiendo así una definitiva evaluación judicial, moral y política de esa forma de totalitarismo. Los juicios dejaron claro ante el mundo que el nazismo era maligno, destructivo para su propio pueblo, y que no volvería a ser aceptado en ningún lugar. Pero el comunismo, que ha causado más muertes y sufrimiento masivo que el nazismo, y durante mucho más tiempo, nunca fue obligado a rendir cuentas ante un tribunal mundial como el de Núremberg.
Desde 1917, las dictaduras comunistas o socialistas han causado en todo el mundo más de 100 millones de muertes. No solo son responsables de la extensa supresión de libertades individuales y de la incitación al odio de clase, sino también de genocidios y matanzas masivas, repetidas sistemáticamente por los sucesivos regímenes comunistas. Como sabemos, los genocidios y masacres son reconocidos universalmente como crímenes contra la humanidad.
Hoy, tras los resultados catastróficos del llamado "socialismo real" y de todas las demás dictaduras basadas en la ideología comunista (por ejemplo, las todavía existentes en lugares como Venezuela o Cuba), tanto el pasado como el presente requieren una evaluación histórica igual de categórica que la que mereció el nazismo; no solo un veredicto sobre las acciones de los individuos, sino también un juicio político y moral sobre los resultados inevitables de esa ideología. Los crímenes del comunismo contra la humanidad deben ser conocidos y castigados.
El comunismo no cayó con el Muro de Berlín. Esa ideología sigue viva en el mundo, en Estados y partidos que se declaran abiertamente comunistas, y en un pensamiento político y cultural que minimiza e intenta borrar los crímenes del comunismo, como si se tratara de una buena idea que coincidió solo accidentalmente con un régimen brutal tras otro, a través de las décadas y los continentes.
Para contrarrestar esas influencias apologéticas, instamos a unos Juicios de Núremberg del comunismo, un juicio global que someta a escrutinio los crímenes muy reales de esa ideología, atribuya responsabilidades políticas e institucionales sobre ellos, castigue su degeneración moral, y deje claro a todos la intrínseca inhumanidad del comunismo y su incompatibilidad con las sociedades libres.
Somos bien conscientes de que dicho proyecto tropezará con dificultades prácticas y limitaciones jurídicas. Pero, aun así, creemos que tales barreras no podrán impedir un enjuiciamiento histórico, político, ético y cultural, una condena a la que nos sentimos obligados ante la humanidad por nuestra conciencia histórica.
En nombre de los millones de exterminados en el pasado, y para proteger a futuras generaciones de una recaída en lo mismo, deben celebrarse Juicios de Núremberg del comunismo lo antes posible".