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Especial de Federico Jiménez Losantos sobre la gran matanza de la Guerra Civil: "De Paracuellos todavía no sabemos todo"

85 años después de Paracuellos, Federico Jiménez Losantos conversa con Nuria Richart, Pedro Corral y Miguel Platón en su tertulia de esRadio.

Tertulia de Federico: Especial sobre Paracuellos, 85 años de la mayor matanza de la Guerra Civil

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85 años después de Paracuellos, Federico Jiménez Losantos conversa con Nuria Richart, Pedro Corral y Miguel Platón en su tertulia de esRadio.

85 años después de Paracuellos, Federico Jiménez Losantos conversa con Nuria Richart, Pedro Corral y Miguel Platón en su tertulia de esRadio. Todos ellos son expertos en lo acontecido en Madrid durante los años de la Guerra Civil. Conocen los entresijos de las sacas y de los asesinatos políticos llevados a cabo en la retaguardia de la capital. Denuncian una "injusticia inmoral" en el desconocimiento "deliberado" de los crímenes cometidos por el bando republicano, y critican abiertamente una nueva Ley de Memoria Democrática "partidista y manipuladora". Por eso, precisamente, se han reunido hoy en el programa de la mañana de esRadio, para dar testimonio de la mayor matanza acontecida durante el conflicto fratricida y no dejar que se mancille la memoria de los asesinados de un bando del que no se quieren airear sus crímenes.

Queda mucho por saber de Paracuellos

"De Paracuellos todavía no lo sabemos todo", explica Pedro Corral, que durante mucho tiempo ha acudido a los archivos para desentrañar lo que sucedió. "Todavía uno puede encontrar sacas que no fueron contabilizadas. Falta trabajo que hacer". Existen infinidad de datos que han pasado desapercibidos para el gran público. Cuestiones que ponen en entredicho el discurso predominante en estos días, tan tentado a pintar uno de los bandos como legítimo y esencialmente demócrata.

"La revolución obrera se llevó por delante en Madrid a 9.000 personas", dice Corral también. "Pues de esos 9.000 asesinados, 3.000 eran obreros". Datos como estos evidencian el carácter meramente ideológico de las sacas, más centradas en acabar con quienes fuesen sospechosos de simpatizar con las derechas que de "proteger las supuestas reivindicaciones socialistas".

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Padres e hijos asesinados juntos

"En mi familia no quedaron varones vivos", suena la voz de una de las mujeres que siguen acudiendo al cementerio de Paracuellos para rezar por sus familiares desaparecidos. Nuria Richart relata el estado de abandono institucional en el que se encuentra un recinto que fue levantado encima de siete fosas comunes repletas de cadáveres. "No existe una señalización clara del lugar. Además de que es un cementerio privado, que no recibe ayuda alguna del Ayuntamiento para su mantenimiento", dice. Durante meses, allí fueron asesinados miles de hombres, sin importar su edad. "Sacaban a los padres con sus hijos", explica Miguel Platón. "Y la falta de munición hacía que muchos de ellos ni siquiera recibiese el tiro de gracia. Una cantidad mayúscula de los fallecidos en Paracuellos murió asfixiada por el peso del resto de cadáveres que les caía encima en la fosa".

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La mentira de la quinta columna

Los tertulianos también se esfuerzan en desmentir algunas de las falsedades surgidas durante la propia guerra, para justificar las matanzas. "Es necesario desenmascarar la fábula de la quinta columna", dice Jiménez Losantos. Y Corral coge el relevo: "Sí. La primera vez que el argumento de la quinta columna de Madrid aparece dentro del bando republicano es en Mundo Obrero, el 3 de octubre". "Se basaba en unas supuestas declaraciones de Queipo de Llano que nunca han sido encontradas. En ellas, este habría dicho que Madrid caería ante las cuatro columnas que se dirigían para liberarla y gracias a la labor de una quinta, que actuaría desde dentro. Eso les bastó a muchos para justificar lo ocurrido en Paracuellos a posteriori, pero la realidad es que se trataba de una mera excusa, ya que la mayoría de los asesinados eran ciudadanos corrientes", acusados de desafectos por cuestiones como sus creencias religiosas o por haber votado a la derecha en el pasado.

No hubo apóstatas

La creencia religiosa no fue un tema baladí. "Es casi un milagro que de los miles de curas que fueron asesinados no hubiese ningún apóstata", dice Jiménez Losantos. "A todos ellos les daban la opción de salvarse si renegaban de su fe y se dedicaban a mancillarla a partir de entonces". La respuesta de todos ellos, sin embargo, fue clara: "En muchísimas ocasiones, cuando en una checa decían el nombre de alguno al que iban a matar, se adelantaba un cura y se ponía en su lugar, sabedor de que el hombre tenía hijos". Relatos como esos se dieron con frecuencia durante uno de los episodios más sangrientos y trágicos de la Guerra Civil. Sus víctimas, sin embargo, no suelen aparecer en los medios debido a que fueron asesinadas por el bando equivocado.

Un programa especial sobre las checas

Federico Jiménez Losantos despide la tertulia con un anuncio y una reflexión: "Vamos a hacer un trato", comienza. "En la cuesta de enero dedicaremos otro programa especial a las checas, de las que tan poco sabe la gente también". Su reflexión, por otro lado, nace del anuncio reciente de Vox, pidiendo la creación de una Ley de Concordia que sustituya a la Ley de Memoria. "Con todo el respeto que me merece Ortega Smith", dice Jiménez Losantos, "mejor que no haya ninguna ley". "La sociedad tiene que tener claro que no hace falta ninguna ley para recordar a los muertos". Los de ambos bandos, sin excepción. Recordando el título del famoso libro: "Paz, piedad, perdón y verdad".

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