El pintor Joaquín Sorolla (1863-1923) y el escultor Mariano Benlliure (1862-1947), dos de los artistas más brillantes de su época, trabaron una sólida amistad que el Museo Sorolla homenajea coincidiendo con el 75 aniversario de la muerte del escultor. Ambos, valencianos que desarrollaron gran parte de su carrera en Madrid, disfrutaron del éxito de su trabajo más allá del ámbito nacional - EEUU, Francia, Chile, Argentina o Cuba - y ambos consiguieron la medalla de oro de la Exposición Universal de París de 1900.
Su relación de amistad se forjó durante la adolescencia en Valencia, se extendió a sus familias y se mantuvo hasta la temprana muerte de Sorolla a los 60 años. El pintor lo trataba de "hermano" y Benlliure actuó de este modo. Por ejemplo, inició a Elena Sorolla, hija menor del pintor, en la escultura.
Sus carreras profesionales discurrieron en paralelo, contando - cada uno en su correspondiente disciplina- con el favor de público y de crítica. No había competencia, sino recíproca admiración. El resultado de estos años se tradujo en una serie de intercambios artísticos que la exposición Una amistad, dos artistas pone de relieve en Madrid.
Comisariada por Ana Muñoz Martín y Covadonga Pitarch Angulo, la muestra reúne, hasta el 2 de octubre 2022, ocho esculturas de diversa índole: placas, estudios, figuras de bulto redondo o bustos de Sorolla y sus familiares, realizadas en bronce, piedra caliza o yeso. Algunas de ellas, como Estudio para el monumento a Velázquez, se expone al público por primera vez.
Destaca, así mismo, una placa de perfil en bronce que el escultor realizó para homenajear los éxitos obtenidos por el pintor en 1909; el busto de María Sorolla, hija del pintor, esculpido con motivo de la boda de ésta, o un retrato en bronce de Antonio García Peris, fotógrafo y suegro de Sorolla, que el pintor regaló a su esposa Clotilde. La exposición se completa con una serie de cartas, fotografías y caricaturas, conservadas en el archivo del museo.
Con esta exposición el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla se suman al Ayuntamiento de Madrid en la celebración del 75 aniversario de la muerte de Mariano Benlliure. El escultor, formado en Valencia y Roma, se estableció en Madrid a finales del siglo XIX. Ya era un artista afamado, el preferido de la clientela madrileña y muy apreciado por las instituciones públicas. La capital presume de lucir muchas de sus obras, en las que renovó el concepto de monumento público. El escultor valenciano es autor la estatua ecuestre de Alfonso XII en El Retiro, la de Francisco de Goya junto al Museo del Prado o la de Álvaro de Bazán en la plaza de la Villa.