Libertad Digital ya trató la cada día más atractiva figura de Félix García en un artículo de hace menos de tres meses que puede leerse aquí. Escribió nuestro Bécquer:
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!
El genio de Félix García tuvo que estar muy despierto y vivo porque logró atraer y provocar la admiración de Manuel de Falla, Maurice Ravel, Picasso, que lo dibujó bailando, y la mayoría de músicos, bailarinas y personas que le conocieron cuando apenas tenía 16 años. Le prometieron el cielo de participar con su danza (farruca) del molinero en la obra El sombrero de tres picos de Falla.
Pero, tras enseñar la danza española a los bailarines rusos ligados al promotor ruso Serguéi Diaghilev, un tipo sin escrúpulos según se describió a sí mismo, lo marginaron y finalmente lo arrojaron al infierno de un psiquiátrico inglés a los 16 años. Fue el Long Grove Mental Hospital de Epsom del que no salió jamás, ni después de su muerte en 1941. Allí sigue enterrado en una zona común, junto a otros 9.000 pacientes, esperando que la patria, cuya imagen y cuyo baile ayudó a engrandecer, oiga su aflicción y devuelva su cuerpo al Madrid que le vio nacer.
Su historia fue rescatada por el investigador, músico y profesor Antonio Hernández Moreno, y expuesta en su reciente libro, ahora en versión inglesa, Treinta castañuelas para Londres, una biografía cuidadosamente documentada sobre la tragedia del bailarín madrileño que sin ser andaluz, ni gitano, ni bailaor flamenco, ni estar loco, contribuyó como muy pocos al desarrollo del baile español y flamenco. La patraña de su locura (y de su muerte temprana, mentira que anunció el magnate ruso para eludir responsabilidades) destruyó su identidad y su aportación a la coreografía, a la danza y a la propia obra musical de Falla, que lo reconoció de puño y letra.
Pero este mes de julio de 2022, 81 años después de su muerte en el manicomio inglés y 119 después de su nacimiento, un grupo de músicos, cantantes y bailarines, coordinados por Hernández Moreno, ha logrado que, en los edificios del viejo psiquiátrico de Epsom donde fue confinado en 1919, su espíritu haya vuelto a la vida y su figura haya sido reivindicada por fin. Por unos días, desde el 19 al 22 de julio, Félix García ha escapado de la sentencia de Bécquer: "Dios mío, qué solos se quedan los muertos".
En las renovadas instalaciones, dedicadas ahora a eventos culturales con la denominación de The Horton Arts Center, fueron anunciados el pasado día 14 de julio los actos que iban a celebrarse en honor de Félix García. Decía así su nota: "Una serie de conciertos de música clásica y danza rinden homenaje al trágico prodigio de la danza española Félix García, quien fue desterrado en secreto en el Horton Asylum en 1919, después de un incidente con el Ballet Ruso".
Esta "Temporada Española" (Spanish Season) está patrocinada principalmente por Acción Cultural Española (AC/E) y la Fundación Cajamurcia. La Embajada de España en Londres ha colaborado y manifestado su interés en futuros desarrollos.
Ha constado de los siguientes eventos:
- La trágica historia de Félix García. Martes 19 de julio, 6:45 p.m. Charla y lanzamiento del libro Treinta castañuelas para Londres en inglés por el autor y director musical Antonio Hernández Moreno.
- Serenata española. Martes 19 de julio, 20 h. El concierto Serenata española es una celebración de la música clásica en la que la danza y el canto juegan un papel destacado incluyendo obras de Albéniz, Giménez, Bizet y Falla.
- Masterclass de la Vieja Escuela Bolera Española con Cristina Cazorla. Miércoles 20 de julio, 9:30 h. La galardonada bailarina y coreógrafa Cristina Cazorla enseña las técnicas introductorias de la antigua escuela de danza Bolero. Cristina demostrará y enseñará los movimientos específicos que hacen que el estilo Bolero sea único. Edades, desde 14 años y experiencia de baile requerida
- Masterclass de flamenco con Fran Serrano. Miércoles 20 de julio, 11:30 a.m. El bailarín profesional de flamenco Francisco Serrano Bermejo realiza una introducción a algunos de los palos flamencos más importantes. Edades, desde 14 y experiencia de baile requerida
- "Sinfonía Española". Jueves 21 de julio, 20 h. Este concierto celebra la música clásica española de la época romántica y nacionalista en la que la danza estilizada y las canciones populares jugaron un papel destacado. Incluye obras de los compositores Granados, Ravel, Lalo, Ibert, Falla y Albéniz, cuyas piezas para piano se inspiraron en ritmos populares, escritas para conciertos de salón y bailadas de forma estilizada.
- Cuentos de hadas musicales para niños. Viernes 22 de julio, 11 a.m. Concierto en familia para violín y piano con el narrador Luke Bromley, contando las historias de Ferdinando el toro y Pedro y el lobo de Prokofiev. "Érase una vez en España un torito que se llamaba Ferdinando. Le gustaba sentarse tranquilamente oliendo las flores", así comienza.
En ellos han intervenido en Danza: Margarita Sánchez, Cristina Cazorla, Anael Orozco y Fran Serrano; en Canto: Tanya Durán, (soprano), Jennifer Ramírez (mezzosoprano) y Lluís Martínez-Agudo (bajo); Violín: Rezart Kapetani; Pianos: José Vicente Riquelme y Raúl Martínez.
En uno de los días fijados, se realizó una ofrenda floral y el depósito del libro sobre Félix García (uno en inglés y otro en español) en el monolito que señala la fosa común donde está enterrado en la tumba sin nombre número 1.624, nivel C, del viejo cementerio del hospital mental de Epsom, donde reposan aquellos pacientes cuyos funerales no fueron atendidos ni asumidos por sus familias.
No asistió ninguna autoridad española ni periodista español alguno destacado en Gran Bretaña.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
Donde habite el olvido.
Allí estará mi tumba.
El público asistente en los actos, numeroso y entusiasta, puesto en pie y celebrando las cuatro jornadas, obligó a saludar a los promotores y unas palabras finales recordaron al bailarín español. La experiencia de la danza muy cercana les encantó. Todo un éxito para los artistas y profesores españoles impulsores del evento.
Félix García sigue a la espera de una repatriación de sus restos al Madrid de su nacimiento e infancia hasta que el Ballet Ruso tejió su desgracia desterrándolo y hundiéndolo en el olvido.
La interpretación de una versión abreviada del Bolero de Ravel, a cuatro manos al piano, pieza que el compositor dedicó a Félix García, logró poner al público en pie. El espíritu del bailarín español salió, por esta vez, de su tumba a la espera de su vuelta a España.