
Joss Whedon, el famoso director y guionista estadounidense, creador de series de televisión como Firefly y Buffy Cazavampiros y responsable de las primeras dos películas de los Vengadores, la de 2012 y posteriormente la Era de Ultrón. Él es nuestro protagonista en el día de hoy. Whedon es de sobra conocido en la cultura popular pese a tropiezos tan sonados como la Liga de la Justicia, que se estrelló en las pantallas de todo el mundo por ser un auténtico desastre. Y lo es porque tiene el talento necesario para convertir casi cualquier producto en un bombazo lleno de entretenimiento. Para muchos solo es talento crear obras como El Padrino, pero para un servidor generar horas y horas de entretenimiento de calidad para los espectadores o lectores, aunque no sean obras trascendentales con reflexiones dignas del Nóbel, también es una genialidad.

Whedon es entretenimiento y eso fue lo que pensaron en Marvel de la mano del editor Joe Quesada que allá por los mediados de los 2000 decidió darle a Joss una cabecera de ni más ni menos que la Patrulla X. No era un trabajo sencillo ya que se tenían muy presentes las etapa de Grant Morrison o Chris Claremont, pero Quesada le dio a Joss la oportunidad de volver a los orígenes con la denominada Astonishing X-Men. Whedon aceptó y elaboró una historia muy entretenida en formato blockbuster que convenció a los amantes de los X-Men. En este tomo encontramos las 12 primeras grapas.
Vamos con el apartado técnico antes de arrancar con la reseña: guion de Joss Whedon, dibujo de John Cassaday, tapa dura, editorial Panini (Must Have), 312 páginas, contiene Astonishing X-Men 1-12 y un precio de 25 euros.
La Patrulla X ante una presunta cura para el gen mutante
Una doctora parece haber encontrado una cura para el gen mutante. Por otro lado, arranca un nuevo curso en la mansión de la Patrulla X con Cíclope y Emma Frost a la cabeza después de la muerte de Jean Grey y con Charles Xavier haciendo un descanso en sus funciones. Además, se produce el regreso de Kitty Pryde, que se unirá a Scott, Emma, Bestia y Lobezno para formar de nuevo a los X-Men y hacer frente a una nueva amenaza extraterrestre que tiene bastante que ver con esa nueva cura. Esas son las premisas más importantes de este tomo llamado ‘Don’, que engloba las 12 primeras grapas de la era Whedon. Una era que se caracteriza por recuperar elemento básicos del ADN de la patrulla, como los trajes, y también por un toque entretenido y muy televisivo.

Al igual que hizo Whedon en su día con la serie Buffy y luego con los Vengadores, el plan a seguir en la historia es desarrollar buenos personajes y a partir de ahí ir estableciendo sus virtudes y debilidades para explotarlas por el bien del guion. Eso crea un conjunto armonioso en el que cada uno tiene su papel, más o menos importantes, y todos acaban encontrando grandes momentos para brillar. Aquí podemos ver el protagonismo inicial de Kitty para luego ir dividiendo el resto de grapas y momentos entre el resto de personajes. Veremos cómo se pone a prueba el liderazgo de Cíclope, la misteriosa naturaleza de Emma Frost como supuesta exvillana, las dudas sobre curarse o no de Bestia y por supuesto el sentido del humor macarra y letal de Logan como Lobezno.
Whedon consigue que la lectura sea voraz. La historia es entretenida, funciona a base de capítulos que te dejan con ganas al final de cada uno de ellos y los vas devorando como si nada pese a ser un total de 312 páginas. Además la historia se divide en dos momentos, la inicial que ya hemos contado y luego una espectacular lucha con grandes escenas de acción que enfrenta a la Patrulla X con su mortal sala de entrenamiento. Ahí aparecerá el Doctor Charles Xavier y lo hará, se lo aseguro, de manera contundente. Ambas historias perfectamente dibujadas por John Cassaday en las que destaca la expresividad de los personajes y ese toque moderno y reformado a los trajes de siempre. Os dejo varias imágenes:


Conclusión: divertida historia que, volviendo a los orígenes, le da un toque novedoso que capta la atención de los fanáticos veteranos y de los más neófitos. Tanto el guion como el dibujo son propios de un blockbuster. Se nota y mucho quién firma la obra y el objetivo del entretenimiento que busca. Si gustan, disfruten de la lectura.

