
El escritor y guionista Santiago Díaz (Madrid,1971) publica Indira (Reservoir Books), la tercera entrega protagonizada por la inspectora Ramos que arrancó con El buen padre y Las otras niñas, un personaje que se ha ido dejando "la rectitud" y el "respeto por la legalidad" por el camino. Todas las novelas, autoconclusivas, interpelan al lector y le ponen en un brete. "Me gustan las novelas que divierten pero que te hacen pensar. Quiero que los lectores se pongan en la piel de los personajes y se pregunten qué harían ellos. Entran en juego ciertos dilemas morales. Si te pregunto si matarías a alguien a sangre fría, pues lo normal es decir que no, pero si te ves en unas circunstancia especiales, muy concretas y muy límites, la repuesta quizás ya no sea tan rápida. Las novelas deben dejar un poso para pensar. En la ficción, hay que saltarse las normas", dice el escritor a Libertad Digital.

La aparición de varios cadáveres en un descampado en Getafe pone en marcha una investigación, en paralelo a un segundo caso centrado en la fuga de un peligroso recluso de la cárcel de Alcalá de Henares, el narcotraficante y asesino colombiano Walter Vargas.
Entra en escena un nuevo personaje, un policía gitano. "Me encanta el mundo gitano, tiene sus luces y sus sombras, pero me gusta su colorido o su respeto por los mayores. Me atrae de siempre pero es un mundo que tiene muchas tradiciones obsoletas y creo que se pueden criticar. La ficción debe ser capaz de criticar las tradiciones de los gitanos", asegura Díaz. "Quería juntar dos mundos aparentemente incompatibles a través del personaje de Jotadé Cortés. No es un gitano que quiere ser payo, sino un gitano, orgulloso de serlo, que tiene vocación de policía. El contraste es llamativo. Jotadé es la oveja negra de su comunidad porque es policía y es la oveja negra de la comisaria porque es gitano. Me aporta cierta comicidad en ciertos momentos sin ser un personaje cómico". Le servirá de trasfondo para hablar "de ese racismo total que existe hacia los gitanos, pero que es bidireccional".
La trama pone el foco en una actriz mundialmente conocida, un político que aspira a presidente del Gobierno, dos hermanas multimillonarias o una diseñadora procedente de una familia de bien. "El poder todo lo corrompe. Más bien el dinero. Creo que son cosas que van unidas. Corrompe a todos los estatus", considera. "La novela negra sirve para denunciar temas que suceden a nuestro alrededor y no nos damos cuenta. Muestra los bajos fondos y los grandes despachos: corrupción , sobornos..."
La novela aborda el problema del narcotráfico desde tres puntos de vista: "desde un súper narcotraficante, el tipo de persona que seguramente nunca ha tratado con la droga y solo mueve el dinero; el traficante que vende ; y los consumidores, los que asumen las terribles consecuencias de este mundo".
A estos pilares que sostienen la trama, Santiago Díaz añade ritmo y mucha acción. "La tensión es herencia de mi trabajo como guionista", dice. "Si hay algo que sobra o no aporta nada, hay que quitarlo porque en la tele supone un coste. Me gustan los capítulos cortos, con muchos giros. Hace que en la novela tenga mucha velocidad".
Adaptación para la televisión
Santiago Díaz, al que le respaldan 25 años de carrera, se ha forjado un nombre en el noir español: "Es uno de los géneros más vendidos. España no puede competir con EEUU en series por presupuesto, pero en novela nos equiparamos con cualquier país del mundo. Hay mucho talento en España y no tenemos que mirar con complejo a nadie en el mundo".
Los derechos de la primera entrega de la serie, El buen padre, han sido comprados para su adaptación audiovisual: "Este mundo es muy complicado y hay que ser cautos. Me encantaría que Indira Ramos fuera interpretada por Alexandra Jiménez. Es una pedazo de actriz con unos matices en la interpretación que me encantan para Indira, pero el equipo de casting es quien debe elegir a los protagonistas".
Santiago Díaz. Indira. Reservoir Books. PVP: 19,90 €. 416 páginas.