
El Castigador de Garth Ennis y Steve Dillon. En esta sección hemos reseñado en formato Must Have lo que serían los dos primeros tomos de estos Marvel Saga y posteriormente hemos analizado el tercer y cuarto tomo de la colección. Oro puro. Pues bien, seguimos en este caso con la quinta entrega y ojo, señoras y señores, porque subimos aún más el nivel. En este "De ratones a hombres", nos encontramos con un Ennis mucho más cerca de lo que después haría con el propio Castigador, es decir, con un tono mucho más serio, adulto y oscuro en el que el sentido del humor, algo que caracteriza a esta etapa, pasa a un segundo plano. Por eso me ha gustado tanto este quinto tomo, porque mantiene la esencia del estilo Ennis y le da un toque más oscuro. Incluso llevándolo al terror, me atrevo a decir.

Antes de entrar en más detalles, vamos con el apartado técnico del cómic: guion de Garth Ennis, dibujo con Steve Dillon y Tom Mandrake, contiene Marvel Knights: The Punisher 19-26, cartoné tapa dura, editorial Panini, 200 páginas y un precio de 25 euros.
Vamos con la reseña
El tomo más serio de esta cabecera
Siendo muy fan del sentido del humor negro que usa Ennis en sus obras y en esta etapa del Castigador, lo que más me ha gustado de este tomo es que es el más serio de los que llevamos vistos ya en esta sección. En los primeros, todo era una locura absoluta mientras el sentido del humor y lo surrealista eran protagonistas destacados siempre al lado de dicha locura. Aquí, sin perder también ese toque macarra y salvaje, Ennis opta por varios arcos mucho más serios, con temas tremendamente adultos y sobre todo con reflexiones durante y después de la lectura sobre hasta qué punto el ser humano puede llegar a ser despreciable. Y claro, cuando hablamos de castigar a gente despreciable, Frank Castle brilla en toda su esencia.
En el primer arco veremos al Castigador en una misión fuera de la ciudad que sale regular y que acaba con nuestro Frank Castle reencontrándose y siendo atendido por un personaje femenino del pasado reciente de esta etapa de Ennis. Ahí veremos que a Castle, incluso cuando está herido de gravedad, solo le hace falta algo de munición para cargarse él solo a un banda de indeseables. Ya en el último, con dibujo de Tom Mandrake, el Castigador se las verá, en una historia prácticamente de género de terror, con un asesino monstruoso que usa a los vagabundos como herramientas y a las alcantarillas como escenario de crímenes atroces y macabros. Ambas historias, primera y última, son muy buenas, aunque la última tiene un toque oscuro que te dará mucho en lo que pensar y que por momentos, si eres de estómago sensible, te hará sentir alguna arcada. Bueno, si estás aquí con el Castigador y con Ennis, doy por hecho que podrás soportarlo.
Pero es en el segundo arco donde encontramos una obra de arte, como en ellos es habitual, firmada por Garth Ennis al guion y Steve Dillon al dibujo. Aquí Frank descubrirá que detrás de una banda de traficantes hay dos policías que están muy metidos en el ajo y que, paradójicamente, son más problemáticos ellos, agentes de la ley, que los propios criminales. En esta historia tendremos drogas, mafias, policías corruptos, giros de guion radicales y temas tan importantes como el maltrato, la violencia de género o la salud mental. Ennis se maneja muy bien ajusticiando a este tipo de malnacidos y aquí tiene al Castigador para poner orden en el asunto. En serio, este arco es una auténtica maravilla y solo por él vale la pena hacerse con el tomo.

Otra cosa que tiene de buena esta etapa es que puedes leerte este cómic, con estos arcos diferenciados, sin necesidad de saber lo que ocurrió en los otros cuatro tomos. Ennis logra que sea muy accesible acercarse a esta etapa porque son lecturas autoconclusivas en la mayoría de sus casos. Si te compras este cómic podrás leer cuatro historias del Castigador y, si quieres, no comprar nada más. O revisar nuestras reseñas y ver qué se adapta mejor a tus gustos. Si quieres un tomo más serio, este quinto. Si quieres más risas y descontrol, lo primeros. Sin ningún tipo de problema. Por cierto, la otra historia que está en este tomo y que tiene que ver con ‘peces’ es otra maravilla surrealista made in Ennis. Es la más floja, pero a la vez la más loca. Tampoco hay que perdérsela.
En cuanto al apartado artístico, Dillon ocupa gran parte del cómic y eso es siempre maravilloso y además se incorpora como artista invitado Tom Mandrake que le da un toque oscuro y macabro al último arco redondeando uno de los mejores tomos de la colección. Como mínimo, el más serio hasta el momento.


Conclusión: en mi modesta opinión, una lectura increíble del Castigador. De lo mejor que hemos reseñado de esta cabecera que seguiremos analizando debido a su alta calidad y a que tiene arcos autoconclusivos que dan libre acceso a todo tipo de lectores. Tanto los esporádicos como los que quieran hacer toda la cabecera íntegra. El segundo arco es canela en rama. Puro Castigador. Si gustan, disfruten de la lectura.

