
El Gobierno de Asturias ha adquirido por 70.000 euros el epistolario privado entre Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa (1905-1993) y su mujer, Carmen García. Contiene 160 cartas escritas entre 1947 y 1977.
El Gobierno del Principado considera que estos documentos tienen un alto valor patrimonial y cultural por reflejar el día a día del científico, nacido en la localidad de Luarca, y de su esposa durante el tiempo que estuvieron separados.
El epitafio de Severo Ochoa
Las misivas se han conservado con la integridad original y fueron calificadas por el propio Severo Ochoa como "correspondencia sentimental".

Entre las cartas manuscritas se conserva el epitafio que Ochoa redactó para su propia sepultura. Decía: "Aquí yacen Carmen y Severo Ochoa, unidos toda una vida por el amor, ahora eternamente vinculados por la muerte".
El epistolario fue entregado por el propio Severo Ochoa al periodista asturiano y amigo Marino Gómez-Santos para su empleo en la elaboración de su biografía y para su divulgación, con el objetivo de que las generaciones futuras pudieran conocer su vida y obra.
Los documentos formaban parte de la biblioteca del periodista. Ahora, ha sido el Principado quien, por un valor de 70.000 euros, ha comprado dicha correspondencia al hijo de Gómez-Santos, para que pase a formar parte del Archivo Histórico de Asturias.
Severo Ochoa y el ADN
Severo Ochoa, nacido en 1905 en Asturias, fue un destacado médico, bioquímico y científico español, galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959. Su investigación fue clave en el campo de la biología molecular, particularmente en el estudio de los mecanismos genéticos y la síntesis del ARN.
Además, trabajó en importantes centros de investigación en Europa, como el Instituto de Medicina Kaiser Wilhelm en Alemania, y posteriormente en Estados Unidos, donde consolidó su carrera científica.
Sus trabajos se centraron en cómo los organismos vivos sintetizan el material genético. Descubriendo la enzima ARN polimerasa, crucial para la síntesis del ARN, contribuyó al entendimiento del código genético.
Recibió numerosos premios y honores nacionales e internacionales y es recordado como uno de los mayores exponentes de la ciencia española y mundial del siglo XX.