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Alemania custodiará el controvertido legado de Cornelius Gurlitt

Un equipo de expertos estudiará el origen de medio centenar de obras que atesoraba el coleccionista, presuntamente expoliados por los nazis.

Un equipo de expertos estudiará el origen de medio centenar de obras que atesoraba el coleccionista, presuntamente expoliados por los nazis.
Obras del coleccionista Cornelius Gurlitt, del Museo de Berna. | Cordon Press

El Museo de Arte de Berna (Suiza) ha anunciado que acepta el controvertido legado del fallecido coleccionista de arte alemán Cornelius Gurlitt, que atesoró cientos de cuadros presuntamente expoliados por los nazis, aunque estos últimos permanecerán en Alemania hasta que se aclare su origen.

Así lo explicó el presidente del consejo de la fundación del museo, Christoph Schäublin, en una rueda de prensa en Berlín, en la que dio cuenta del acuerdo al que ha llegado su galería con los gobiernos de Alemania y del estado federado de Baviera.

Según este acuerdo, un equipo de expertos estudiará en Alemania las obras de dudoso origen: casi quinientas de las aparecidas en el domicilio de Gurlitten Múnich y las casi 240 halladas después en su casa de Salzburgo. Alemania y Baviera asumirán además los costes de restitución a sus legítimos propietarios en los casos que corresponda.

El museo suizo, por su parte, asume la responsabilidad de gestionar el legado de Gurlitt y recibirá las obras que se compruebe que no fueron expoliadas, sino legalmente compradas.

La galería prácticamente ha agotado el plazo legal de seis meses para tomar una decisión respecto a la aceptación de las más de 1.300 obras de autores como Matisse, Picasso, Renoir y Monet -algunas cuya existencia incluso se desconocía- que el coleccionista atesoró durante décadas en sus viviendas de Múnich y Salzburgo.

La decisión se ha hecho pública pocos días después de que una prima del fallecido coleccionista de arte reclamase ante la justicia alemana la totalidad de la herencia de Gurlitt.

Entre Múnich y Salzburgo

La colección de Gurlitt, que durante años estuvo viviendo en un casi absoluto anonimato entre Múnich y Salzburgo, fue descubierta tras un registro de su vivienda en la capital bávara en el marco de unas investigaciones por posible evasión fiscal y durante el que se encontraron 1.280 obras de arte.

El caso salió a relucir en febrero de 2012 al revelarse que durante décadas tuvo en su poder piezas de Picasso, Chagall, Matisse, Beckmann y Nolde, la existencia de algunas de las cuales se desconocía.

El 10 de febrero de este año hubo un segundo hallazgo en la casa de Gurlitt en Salzburgo, donde se encontraron cerca de 240 obras.

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