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Así opinaría El Bosco de la sociedad actual

En el V centenario de la muerte del artista, el escritor Cees Nooteboom -recurrente favorito al Nobel -publica el ensayo Un oscuro presentimiento.

En el V centenario de la muerte del artista, el escritor Cees Nooteboom -recurrente favorito al Nobel -publica el ensayo Un oscuro presentimiento.
Visitantes observan una pintura de El Bosco | EFE

Oscuro... así presentía El Bosco que sería el futuro. El gran pintor holandés retrataba los pecados de los mortales con una mezcla de advertencia moralizante y fantasía, partiendo siempre de los patrones de la época. Dicen los historiadores que Felipe II era un fiel seguidor de su obra porque pintaba a los hombres tal y como eran, no como debían ser. Si así veía a la sociedad de entonces, ¿cómo vería El Bosco la de hoy en día?

Cees Nooteboom (La Haya, 1933) reconocido escritor, ensayista, traductor e hispanista, nombre recurrente en las quinielas al Premio Nobel, reflexiona sobre este asunto. Incansable trotamundos, Nooteboom viajó hasta Lisboa, Madrid, Gante, Róterdam y Bolduque, la ciudad holandesa donde El Bosco vivió y trabajó, para conocer y estudiar siete de sus pinturas, tales como Las tentaciones de San Antonio Abad o La adoración de los magos. A partir de estas experiencias, nos invita a repasar las pinturas del neerlandés mezcladas con pinceladas de sus recuerdos y sucesos de actualidad. El resultado ha sido el ensayo Un oscuro presentimiento, que publica Siruela coincidiendo con el V Centenario de la muerte del artista y que está cuidadosamente ilustrado.

Nooteboom destaca por su exquisito estilo, su narrativa y sus libros de viajes, que edulcora con humor. Su ópera prima, Philip y los otros (1955), obtuvo el Premio Anne Frank. Después Nooteboom ha publicado más de sesenta libros entre ensayos, novelas y recopilaciones de artículos y es uno de los expertos elegidos por el Museo del Prado para participar en un documental sobre el maestro dirigido por José Luis López Linares, que se estrenará en cines coincidiendo con la apertura de la gran retrospectiva que inaugura la pinacoteca madrileña el 30 de mayo.

"Pocas veces un hombre invisible ha dejado tantas cosas visibles", dice Nooteboom. Hieronymus Bosch nos ha dejado un legado reivindicado por los surrealistas y psicoanalizado por Sigmund Freud, cuchillos atravesando orejas gigantes, monstruos de picos largos, hombres con pies de rana y otros seres salidos de su desbordante imaginación. Pero no hay palabras tangibles. Al igual que solo queda elucubrar qué pensó el artista al inmortalizar un cerdo con atuendo de monja, es del todo arbitrario cavilar sobre qué diría al ver que, cinco siglos después, los curas -esos a los que sus pinturas parecían una herejía- tienen el mismo aspecto que entonces.

Detalle de 'El jardín de las delicias' | Museo del Prado

Nooteboom reflexiona sobre este y otros asuntos. Cómo el propio pintor vería con asombro "e incomprensión" los análisis que de sus obras realizan los expertos. Cómo los chinos y japoneses que cada día inundan los museos europeos se enfrentan a los cuadros de El Bosco desde una perspectiva religiosa, iconográfica y cultural tan distante. Cómo pagan rigurosamente su entrada pero dejan pasar el detalle que tradicionalmente atribuye el colo rojo a San Jerónimo. ¿Cuántas particularidades así dejamos de percibir hoy? ¿Qué quedó del simbolismo? ¿Cómo leer una pintura del siglo XVI?

Tras acercarse a la obra de El Bosco, el escritor concluye: "Me llevo más misterios de los que de noche puedo soportar en mis sueños".

Un oscuro presentimiento es, sobre todo, una reflexión profunda y personal de las pinturas más conocidas de El Bosco, esas que, pese a que llevan más de 500 años entre nosotros, no merman la fascinación que provocan. El escritor registra lo que ve en el cuadro "sin someterlo a exégesis", sin atribuirle significación alguna. Y ve que la realidad de hace cinco siglos no dista tanto de la nuestra: Cristóbal con el niño Jesús o esa fotografía que dio la vuelta al mundo de un policía turco portando en brazos el cuerpo de Aylan Kurdi, ​un niño sirio de tres años ahogado frente a una playa turca. En ese momento, El Bosco simbolizó el peso de llevar al Mesías a hombros, un peso que, dice Nooteboom, también hubiera registrado si hubiera vivido la crisis de los refugiados: "El niño era demasiado pesado para Europa".

Cees Nooteboom (Traducido por Isabel Clara Lorda Vidal) Un oscuro presentimiento. Siruela, 2016. ISBN: 9788416638680. 80 páginas. 26 euros.

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