José Luis Rueda Jiménez, investigado por presuntos delitos de prevaricación, falsedad documental y malversación, ha mencionado el nombre de José Guirao, actual ministro de Cultura y Deportes, durante su declaración en el juzgado de instrucción número 21 de Valencia. En sus palabras, el que fuera director del Museo Reina Sofía avaló la compra de varias obras de arte que, sostiene la Abogacía de la Generalitat Valenciana y la Fiscalía, serían falsas.
Las declaraciones se han producido en el marco de una investigación que nada tenía que ver, en principio, con Guirao, y que trataba de dilucidar la legalidad de un acuerdo entre Rueda Jiménez, heredero del escultor Gerardo Rueda, y varios miembros de la directiva del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que habrían pactado una transacción de 3,5 millones de euros por siete obras realizadas después de la muerte del artista.
Siempre en palabras del investigado, Guirao rubricó, en calidad de experto, un escrito que avalaba la legitimidad de las esculturas, terminadas todas ellas diez años después de la muerte del escultor. Además, el propio ministro habría negociado la compra de otras dos obras póstumas para el Reina Sofía.
Defensa de los acusados
La controversia del caso viene, sin embargo, debido a que el criterio de la Abogacía de la Generalitat y de la Fiscalía no coincide con el de Hacienda o el del propio sector de arte internacional. Mientras que los primeros ven como una falsificación clara que se continúen realizando obras con los moldes originales después de la muerte de los artistas, Hacienda reconoce que pueden hacerse hasta ocho reproducciones, que serán reconocidas como originales. Además, la normativa contempla también que los herederos puedan realizar obra póstuma.
La defensa de Rueda Jiménez ha presentado más de 2.000 documentos para probar la autenticidad de las esculturas, entre los que destacarían informes de expertos internacionales y contratos con seguros y otros museos, que reflejarían el elevado valor de las obras en el mercado. El investigado, además, ha recordado que el actual ministro de Cultura y Deportes comisarió una muestra que el Reina Sofía dedicó a su padre en la que dos de las más de setenta obras expuestas eran póstumas.
Su discurso, para asegurar la plena normalidad de este tipo de operaciones, se centró también en la transparencia de la operación que llevó a cabo el IVAM. De esa manera se sabe que en 2004 y 2006 se firmaron dos contratos para adquirir las obras de Gerardo Rueda a cambio de poco más de 4 millones de euros, debido a que iban incluidos los costes de fabricación. En concreto, el museo firmó dos contratos, uno con él y otro con la fundición encargada de la elaboración de las esculturas, por lo que, asegura Rueda Jiménez, en ningún momento hubo intención de ocultar una supuesta actividad fraudulenta. Además, ha recalcado que, junto a las obras vendidas, donó al centro otras 90, con un valor de mercado de más de 20 millones de euros.