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Los veranos de la España de hace un siglo

A través de etiquetas de hoteles, carteles, postales o cromos, la Biblioteca Nacional reconstruye las tradiciones y costumbres de la época estival. 

A través de etiquetas de hoteles, carteles, postales o cromos, la Biblioteca Nacional reconstruye las tradiciones y costumbres de la época estival. 

LaBiblioteca Nacional de España conserva en sus colecciones etiquetas de hoteles, carteles turísticos, postales que recrean escenas de playa, cromos con recetas de helados y otro tipo de materiales como cajas de cerillas, paipáis o tarjetas comerciales que permiten reconstruir las tradiciones, usos y costumbres de la época estival de las primeras décadas del siglo XX. Son de muy variada procedencia y tipología y abren las puertas del pasado al mismo tiempo que ayudan a comprender cómo vivía la sociedad de la época, según explica Rosario Ramos, jefa de la sección de Ephemera de la Biblioteca Nacional de España.

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, Postal Automóviles Citrôen | BNE

Con una selección de estos materiales se puede recrear la vida social, cultural y económica del verano de hace un siglo: cómo eran los establecimientos hoteleros y qué prestaciones ofrecían (lujos como agua caliente), cómo evolucionó en estas décadas el traje de baño, qué actividades se realizaban en las vacaciones y qué productos, como chocolates o helados, se consumían. Estos fondos, asegura Ramos según recoge la propia institución, tienen un enorme valor sociológico, antropológico, histórico, documental y artístico: "Las colecciones de ephemera de la BNE abarcan amplios periodos cronológicos, lo que nos ofrece la posibilidad de observar los cambios en los hábitos, en las mentalidades, en el comportamiento… También en las actitudes y en la indumentaria o incluso en la forma de presentarse de las diferentes sociedades".

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En la colección de carteles, que cuenta con miles de ejemplares desde el siglo XVIII hasta la actualidad, hay una importante parte dedicada a viajes y turismo. Rosario Ramos subraya que "la representación de la mujer en el cartel, con una figura femenina elegante y atrevida, marca la diferencia con respecto a épocas anteriores".

También se puede obtener información sobre cómo era este primigenio turismo gracias a las más de 17.000 etiquetas de hoteles que conserva la BNE. Una recopilación de establecimientos de la Costa Brava, la Costa del Sol o Baleares muestra qué tipo de imágenes se utilizan para atraer a los viajeros y cómo se construyen los atributos del verano español: playa, sol, agua, mar. Son "verdaderos carteles en miniatura", que publicitan alojamientos de Málaga, Alicante, Mallorca, Sitges o Torremolinos, en los que brillan el diseño y el color.

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Paipai Bañista con sombrilla. Postre Mart í. Valencia. 1915-1950

Uno de los aspectos más curiosos que enseñan estos fondos es la evolución del traje del baño. Las estampas en torno a 1900 y 1910 muestran un vestuario recatado. Sin embargo, en el conjunto de postales de 1920-1930 de G. Malugani se observan una actitudes más despreocupadas y atrevidas.

Entre la colección de postales de la BNE, un medio muy popular desde finales del XIX para la transmisión de mensajes escritos, hay una curiosa estampa, denominada la Boullabaise barcelonina, de Ricard Opisso, datada entre 1910 y 1920. Retrata una playa atiborrada de veraneantes, hay personajes de hace un siglo pero también "todos los ejemplares humanos que se pueden encontrar en la costa en la actualidad", apunta Ramos. El humor nunca se deja de lado, recuerda la jefa de la Sección de Ephemera.

En la colección de cajas cerillas, formada por más de 40.000 etiquetas de finales del XIX y principios del XX, se pueden recuperar escenas de bañistas, donde se reproducen costumbres y tradiciones con tono irónico.

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