El Museo del Prado reúne por primera vez los trabajos fundamentales de dos de las mujeres más notables de la Historia del Arte de la segunda mitad del siglo XVI. A través de un total de sesenta y cinco obras -cincuenta y seis de ellas, pinturas- procedentes de más de una veintena de colecciones europeas y americanas, la pinacoteca recorre la trayectoria artística de estas dos pintoras.