Hubo un tiempo en el que las mujeres más poderosas del continente compartieron estancias con monjas en los Reales Monasterios de Las Descalzas Reales y La Encarnación. Aquí residieron Isabel de Portugal o María de Austria –cuyos restos se encuentran en el coro de la iglesia– y nació Juana de Austria. Los aspectos palaciegos y religiosos se fundieron durante los siglos XVI y XVII dentro del contexto cortesano internacional que caracteriza a la Casa de Austria. Más allá de su concepción religiosa, los conventos se trasformaron en auténticos centros políticos.
El Palacio Real de Madrid inaugura la exposición, "La otra Corte. Mujeres de la Casa de Austria en los Monasterios Reales de Las Descalzas y La Encarnación", una muestra comisariada por Fernando Checa, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, que permite contemplar ciento diez piezas, en su mayor parte procedentes de estos dos conventos y con algunos préstamos de Viena, las Indias, Flandes, Italia e Inglaterra. Destacan un relicario de oro de Ana de Austria, la cuarta esposa de Felipe II; siete grabados de Durero que se exhiben por primera vez; un tapiz de la serie El triunfo de la Eucaristía de Rubens; o las esculturas policromadas de los mejores maestros de los siglos XVI y XVII, conservadas en los Reales Monasterios.
La muestra arranca con un retrato de la princesa de Portugal e hija de Carlos V Juana de Austria, fundadora de las Descalzas, pintado por Alonso Sánchez Coello en 1566. La hermana de Felipe II separó la parte conventual de la palaciega, en la que residía. Juana gozó de una gran sensibilidad artística y reunió en este convento un centenar de retratos y tapices. El otro pilar de la muestra es la Reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III y fundadora de La Encarnación en el siglo XVII.
En 1580, el monasterio acogió a María de Austria, hija de emperador Carlos V y esposa de emperador Maximiliano II, que llegó con su hija de trece años, Margarita, quien acabó por tomar los hábitos con el nombre de Margarita de la Cruz. Moriría a los sesenta y seis años en el convento. También se acogió a la fe Ana Dorotea, hija ilegítima del emperador Rodolfo II. Rubens la inmortalizó en uno de los cuadros que exhibe la muestra.
El itinerario pretende evidenciar la combinación de poder dinástico y religión a través de estos personajes femeninos: desde doña Juana de Portugal, su hermana la Emperatriz María de Austria, su hija sor Margarita de la Cruz, la Infanta doña Isabel Clara Eugenia, sor Ana Dorotea, y Ana Margarita de Austria, mujeres que instauraron una segunda corte de los Austrias.
Ficha
Título: La otra Corte. Mujeres de la Casa de Austria en los Monasterios Reales de Las Descalzas y La Encarnación.
Comisario: Fernando Checa
Organiza: Patrimonio Nacional
Sede: Palacio Real de Madrid
Fechas: del 5 diciembre 2019 hasta marzo de 2020