Lo que pretendía ser un gesto histórico con el que el Gobierno alemán quería ponerse al frente de las devoluciones de patrimonio a antiguas colonias se ha convertido en un "fiasco" internacional. Los bronces de Benín que fueron devueltos a Nigeria por el Gobierno de Olaf Scholz el pasado mes de diciembre tras años de negociaciones han sido regalados por el Ejecutivo africano al sucesor de los reyes de Benín, el Oba Ewuare II.
La noticia se conoció el pasado fin de semana, cuando la prensa local nigeriana publicó un decreto aprobado el 28 de marzo por el que se atribuía al "Oba de Benín" la "propiedad y custodia de los artefactos repatriados de Benín", señalando específicamente que su salvaguarda excluía la participación "de cualquier otra persona o institución".
Los bronces de Benín devueltos por Alemania forman parte de las miles de esculturas que tropas británicas se llevaron del antiguo reino de Benín, hoy Nigeria, a finales del siglo XIX y que acabaron, entre otros museos, en el Museo Británico de Londres, el Metropolitan de Nueva York y en el Museo Etnológico de Berlín. Alemania y Nigeria, que lleva décadas reclamando el tesoro, firmaron el año pasado un acuerdo para la devolución de las piezas y la pasada navidad la ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock, se llevó a Nigeria las veinte primeras.
En el acto solemne de entrega de las piezas, Baerbock proclamó que había estado mal "llevarse los bronces y guardarlos durante 120 años". El objetivo, y así lo publicaron los medios que se hicieron eco del acto, era que estas primeras piezas se exhibieran en un pabellón especial del Museo Edo de Arte Africano Occidental, que se planea terminar este año en la ciudad de Benín.
Sin embargo, las valiosas esculturas que asombraron en su día en Occidente podrían acabar siendo disfrutadas en exclusiva por el heredero de los antiguos reyes de Benín. Según el decreto, sólo él decidirá sobre su guarda y custodia, tanto en lo referido a las piezas recién devueltas como a las que estén por venir. El "Oba del Reino de Benín", señalaba, es el "custodio de la cultura, tradición y patrimonio del Reino de Benín", lo que incluiría al conjunto de las esculturas que se llevaron militares británicos del antiguo reino.
La noticia ha desatado polémica en Alemania, donde ha resonado especialmente una tribuna escrita por la catedrática de Etnología Brigitta Häuser-Schäublin en el Frankfurter Allgemeine Zeitung: "Para los políticos alemanes y el personal del museo que trabajó con este objetivo la devolución al ‘pueblo nigeriano’ ha acabado en un fiasco". La experta señaló, además, que el acuerdo se había cerrado de forma "frívola" y que ha quedado ahora "meridianamente claro".
Desde el Gobierno alemán se ha tratado de quitar hierro a lo ocurrido: el portavoz de Exteriores, Christofer Burger, ha señalado que están seguros de que finalmente se exhibirán en un museo aunque ha reconocido que la devolución, que pretendía "reparar un agravio histórico", no estaba ligada a condición alguna.
"Seguimos creyendo que devolverlos era lo correcto", ha dicho el portavoz, que ha manifestado que transferir la propiedad al Oba "no cambia en principio" los planes de que los bronces se exhiban en el futuro pabellón del Museo de Arte de África Occidental.
Otros expertos, como la directora del Museo MARKK de Hamburgo, han respondido que no es un fiasco sino que se hizo lo "correcto" con unos bienes que fueron "robados" y ha apuntado que es un debate "prematuro".
La prensa local recuerda, entre tanto, que Alemania ha invertido un total de cuatro millones de euros en unas salas que ahora podrían quedarse vacías. En Alemania quedan unos 1.100 bronces nigerianos en unos veinte museos, de las cuales parte serán devueltos y otros se quedarán en el país en forma de préstamo.
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