Misión Imposible: Protocolo Fantasma es el cuarto capítulo de la saga protagonizada por Tom Cruise, quien regresa en esta ocasión poniendo cara al espía Ethan Hunt y también en las labores de producción, como es habitual en él. Esta nueva entrega, que se estrena en España el 16 de diciembre, tiene varias incorporaciones que tratan de aportar novedades, aunque tranquilos, los elementos característicos de la serie (como el del bueno de Tom siendo arrojado contra la pantalla por una onda expansiva, o colgado de sitios muy, muy altos) permanecen.
Y es que esta Misión Imposible: Protocolo Fantasma cuenta con la presencia de Jeremy Renner (En tierra hostil), que ha logrado meter la nariz en un buen puñado de franquicias además de la presente (me refiero a las próximas de Bourne y Los Vengadores de Marvel), y cuyo cometido en la secuela es servir como sustituto del personaje de Ethan Hunt de cara a futuras entregas de Misión Imposible. La película es el debut como director de acción real de Brad Bird, animador dos veces ganador del Oscar gracias a Ratatouille y Los Increíbles (y autor también de otra maravilla animada, El gigante de hierro), y que aquí toma el relevo de Brian De Palma, John Woo y J.J. Abrams, que se reserva el papel de productor ejecutivo.