En abril de 2010, los cowboys grabaron su programa en casa de Alfredo Landa. Se trató de la última entrevista que concedió el gran actor. Se hizo un año después de que el actor sufriese un ictus cerebral del que entonces estaba recuperándose.
Cuando los cowboys le preguntaron por su salud, el actor aseguró que con "el último informe, la neuróloga de Neuromadrid casi casi me pide relaciones de lo bien que estoy" y que le dijo: "Tienes el cerebro incólume". Alfredo Landa se veía "fenomenal" y esperaba que pudiera abandonar pronto la silla de ruedas.
El programa dirigido por Luis Herrero, al que acompañaron el fiscal y crítico de cine Eduardo Torres-Dulce y el director José Luis Garci, recordó distintos momentos de la vida y obra del actor. El primero, el día en que se conocieron Garci y Landa. Vieron un documental del director, Mi Marylin, y les presentaron, y de ahí se fueron juntos al boxeo al campo de Gas. Tiempo después, coincidió en el mismo día el estreno de la primera película del actor en que se salió del landismo, El Puente de Bardem, con la primera de Garci, Asignatura pendiente, al que acudieron la mujer y la madre del actor.
Landa consideraba El Puente como "el paso adelante en mi yo cinematográfico". La película, centrada en un viaje en motocicleta, le obligó a hacer 1.500 kilómetros con la moto. Algo en lo que tenía ya práctica, porque tuvo su Vespa de joven. "Siendo novio de Maite –su esposa– me hice el viaje Madrid-San Sebastián como unas veinte veces". Una vez, contó, tardó quince horas y tuvo que hacer noche en Lerma.
Lo mejor de la carrera de Landa
Para José Luis Garci la mejor actuación de Landa es Los Santos Inocentes, de la que Dirk Bogarde quedó prendado al verla como director del jurado del festival de Cannes en 1984. Landa compartiría con Francisco Rabal el premio a la mejor interpretación masculina. No obstante, el actor consideró en el programa que la mejor obra tanto de Garci como suya es Las verdes praderas.
Un hito importante en la carrera del actor fue su papel de Armando, el amigo del protagonista, en la comedia de Miguel Mihura Ninette y un señor de Murcia, en su estreno de 1964. "Era maravilloso, pero cascarrabias como él solo", aseguró Landa. La obra estuvo año y medio en cartel y Mihura iba a todas las representaciones. En una de ellas, Rafael Somoza se comió la "y" de la frase "¿Y qué me dice usted de la reforma agraria?". Y entró Mihura en el descanso, según relató Landa, quejándose de que no hacían la función porque se había comido una "y". Somoza le contestó: "Don Miguel, ¿comerme yo la copulativa?" y el resto de la función estuvo recalcando todas las "íes".
Eduardo Torres-Dulce alabó el trabajo de Landa también en sus comedias, destacando lo difícil que es que le den tu nombre a todo un género, el landismo. Pero pese a todo, parte del programa se centró en la película que permitió al actor deshacerse de la imagen que venía arrastrando de aquellas películas: El Crack. Garci consideraba que hizo un trabajo asombroso, propio de un "actor americano, siendo él europeo y español, y que venía de la comedia".
Alfredo Landa reconoció que no las tuvo todas consigo, especialmente por el precedente de José Luis López Vázquez al intentar romper con su imagen de actor sólo de comedia en Peppermint Frappé, de Carlos Saura: en la primera secuencia el público se empezaba a reír. Y Landa pensaba: "Jolín, a mí me puede pasar igual en El crack". Sin embargo, coincidieron actor y director que cuando suelta su primera frase en la película –"Dame el mechero o te quemo los huevos"– no se oía ni el aleteo de una mosca en el cine Coliseum, donde se estrenó. Y ahí Landa pensó: "Ya he ganado".
"¿Yo cambiar esto, donde he nacido, España?"
Alfredo Landa se acordaba de toda su carrera, de sus 136 películas; viéndolas evocaba, explicó, lo que pasaba entre toma y toma: "He vivido tan intensamente mi oficio que me ha quedado grabado todo". ¿Alguna película mala? "Historia de S, horrible, abominable".
José Luis Garci, por su parte, recordó cómo en un coche en Buenos Aires camino de la embajada española, Landa le intentó convencer de que no hiciera Canción de cuna porque no creía que esa película tuviera nada, pero que si la hacía contara con él y que echaría el resto. A Torres-Dulce, las escenas del actor con Fiorella Faltoyano en esa película le parece que están entre las mejores de su carrera.
¿Echaba de menos el "eminente actor", como se le conocía en Cowboys de medianoche, no haber hecho las américas? Pues no, el actor no lamentaba no haber trabajado en Hollywood. "¿Yo cambiar esto, donde he nacido, España? Me cago en diez colorao. No, no, no. Luis". No aspiraba a convertirse en una figura internacional del cine. "Nada. Más que aquí no lo iba a conseguir".
Un amigo de esRadio y Libertad Digital
Alfredo Landa era, además de uno de los mejores actores de la historia del cine español, un buen amigo de esRadio, no sólo por la amistad de años que le ha unido a José Luis Garci, recuperada tras algunos altibajos, sino por su excelente relación con Federico Jiménez Losantos y el propio Luis Herrero.
Además, tras su paso por una histórica edición de La hora de Federico en Libertad Digital TV todo el equipo de nuestra televisión recuerda con especial cariño a alguien que, además de un gran profesional y todo un personaje, dejó no pocas muestras de ser también una gran persona.